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Anemia

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¿Qué es la anemia?

La anemia es una disminución del número de glóbulos rojos o de los niveles de hemoglobina (proteína que transporta el oxígeno en sangre). Es una enfermedad que se caracteriza porque en la sangre no hay una cantidad suficiente y necesaria de glóbulos rojos sanos. Estos se encargan de transportar el oxígeno a los diferentes tejidos y órganos vitales, por lo que si no llega en cantidad suficiente puede causar en ellos daños severos. La anemia afecta a casi el 25% de la población mundial, que incluye mujeres en edad fértil, entre los 12 y los 49 años, y que resulta de una disminución del hierro durante el período fértil debido al período menstrual, al embarazo o a la lactancia, pero también se puede dar en niños, adultos y ancianos. Es una patología común, suele ser leve, pero si no se trata adecuadamente se puede convertir en un problema muy grave.
Los signos y síntomas de la anemia varían según la causa de la afección. Los síntomas incluyen: fatiga, dolores de cabeza o cansancio

Tipos de anemia

Existen diferentes tipos de anemia, en función de cuál sea la causa de la destrucción de los glóbulos rojos, entre estos tipos están:

  • Anemia ferropénica: es el tipo más común y se produce como consecuencia de la carencia de hierro en el organismo.
  • Anemia perniciosa o por déficit de vitamina B12: esta vitamina desempeña un papel importante en la producción de glóbulos rojos. Una dieta sin una cantidad suficiente de este y otros nutrientes clave puede provocar una disminución en la producción de glóbulos rojos.
  • Anemia por enfermedad crónica: algunas enfermedades como cáncer, VIH/sida, artritis reumatoide, enfermedades renales, enfermedad de Crohn y otras enfermedades inflamatorias crónicas pueden interferir en la producción de glóbulos rojos.
  • Anemia aplásica: esta anemia es inusual y potencialmente mortal. Se provoca cuando el cuerpo no puede producir suficientes glóbulos rojos. Las causas de la anemia aplásica comprenden infecciones, determinados medicamentos y enfermedades autoinmunitarias.
  • Anemia megaloblástica o por deficiencia de ácido fólico: cuando la alimentación  no aporta la cantidad suficiente de este nutriente, los glóbulos rojos aumentan de tamaño de forma anormal.
  • Anemia drepanocítica: es hereditaria y se caracteriza por la alteración de la hemoglobina al cambiar la forma de los glóbulos rojos, lo que reduce la cantidad de oxígeno que estos son capaces de transportar hasta los tejidos.
  • Anemia aplásica idiopática: no se conoce la causa, pero sí que se dañan las células madre encargadas de la producción de las células sanguíneas en la médula ósea.
  • Talasemia: puede ser hereditaria y se produce a consecuencia de un defecto en los genes que controlan la producción de los dos componentes de la hemoglobina, las globinas alfa y beta.
  • Anemia hemolítica: en este caso es el propio sistema inmunitario el que destruye los glóbulos rojos.
  • Anemia carencial: producida por una alimentación no adecuada, baja en nutrientes.

Causas de la anemia

La causa más común de la anemia es no tener suficiente hierro. El cuerpo necesita este mineral para producir hemoglobina, que es una proteína rica en hierro la cual da a la sangre su color rojo y transporta oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo. Las tres causas principales de anemia son: pérdida de sangre, no producir glóbulos rojos y destrucción de estos a gran velocidad.

Algunas enfermedades y condiciones pueden causar anemia como: embarazo, períodos menstruales muy abundantes, una dieta que no contiene suficiente hierro, ácido fólico o vitamina B 12, trastornos hereditarios, entre otros.

Síntomas de la anemia

Los signos y síntomas de la anemia varían según la causa de la afección. Los síntomas de la anemia incluyen: fatiga, dolores de cabeza, cansancio, dificultad para respirar, problemas de concentración, piel pálida o amarillenta, debilidad, mareos al incorporarse, manos y pies fríos y cambios de humor, entre otros síntomas.

Tratamiento de la anemia

Los tratamientos para la anemia varían desde la toma de suplementos hasta la realización de procedimientos médicos. El tratamiento de la anemia dependerá de cuál sea la causa que la origina y su gravedad. Las opciones de tratamiento son: tomar suplementos de hierro, vitamina B12 o ácido fólico. Medicamentos que inhiban el sistema inmunitario, transfusiones de sangre y Eritropoyetina, para ayudar a la médula ósea a fabricar más células sanguíneas.

Pruebas complementarias del tratamiento de la anemia

Para el diagnóstico y tratamiento de la anemia, el médico debe preguntar sobre su historial médico y familiar al paciente y realizar un examen físico. También se puede realizar un hemograma completo para contar la cantidad de células sanguíneas en una muestra de la sangre. Para la anemia, el médico estará interesado en los niveles de glóbulos rojos contenidos en la sangre o hematocrito y la hemoglobina en la sangre. Una vez diagnosticada la anemia el médico indicará pruebas adicionales para determinar su causa.

Factores de riesgo de la anemia

Entre los factores que aumentan el riesgo de tener anemia están:

  • Una dieta carente de ciertas vitaminas (hierro y vitamina B12).
  • Antecedentes familiares.
  • Menstruación.
  • Embarazo.
  • Trastornos intestinales.
  • Afecciones crónicas: si se tiene cáncer, insuficiencia renal u otra afección crónica, habrá más  riesgo de anemia por enfermedad crónica.

Complicaciones de la anemia

Si la anemia no es tratada correctamente puede tener complicaciones como:

  • Cansancio intenso.
  • Problemas cardíacos.
  • Complicaciones en el embarazo: los bebés pueden nacer pequeños y de bajo peso.
  • Cuando la anemia se debe a un sangrado importante, la pérdida de sangre, si no se detiene a tiempo, puede llegar a producir la muerte.

Prevención de la anemia

Para evitar la anemia es necesario:

  • Seguir una dieta rica en vitaminas, como vitamina B12, hierro, folato, vitamina C, etc.
  • Tomar suplementos vitamínicos: en caso de que los alimentos que se consuman no aportan suficientes vitaminas.
  • Solicitar asesoramiento genético: en caso de tener antecedentes familiares de anemia congénita, como anemia drepanocítica o talasemia.

Especialidades a las que pertenece la anemia

La anemia pertenece a la especialidad de hematología. La hematología se encarga de las  enfermedades de la sangre.

Preguntas frecuentes:

¿Qué alimentos son buenos para la anemia?

Los alimentos buenos para la anemia son: manzanas y tomates (ricos en hierro), miel, carnes rojas, legumbres, frutos secos, huevos, verduras, etc.

¿Existe la anemia infantil?

Sí, existe la anemia en niños. La anemia infantil es común en niños menores de 3 años, pero puede presentarse en cualquier edad de la infancia. La anemia en niños es causada por la falta de hierro o dificultad para absorberlo, aunque también puede provocarla una alimentación pobre en alimentos ricos en hierro. También puede ser causada por el consumo de carne de vaca u otros animales en menores de un año.

¿Qué es la anemia ferropénica?

La anemia ferropénica es el tipo de anemia que se produce como consecuencia de la carencia de hierro en el organismo.

¿Qué alimentos contienen más hierro?

Los alimentos ricos en hierro son: las carnes rojas (carne de res, ternera… etc), mariscos, el hígado, la morcilla, los frutos secos y las verduras de hoja verde.

¿Qué alimentos contienen más ácido fólico?

Los alimentos que contienen ácido fólico son: los vegetales de hoja verde, las lentejas, los frijoles, los espárragos, el brócoli, las naranjas, repollos y los cereales.