La amenorrea es la ausencia de menstruación de manera prolongada y que puede afectar a mujeres de cualquier edad. Se considera que una mujer tiene amenorrea cuando ha tenido ciclos menstruales normales y, de repente, deja de menstruar durante tres o más meses. Se estima que el 3-4% de las mujeres padecen de amenorrea que no es por causas naturales, como embarazo, lactancia o menopausia. En deportistas de élite, bailarinas o mujeres que llevan a cabo dietas extremas es más frecuente que aparezca. Dependiendo del tipo de amenorrea se puede valorar si es poco o muy común y si puede llegar a ser algo grave.
Existen varios tipos de amenorrea, estas son:
La amenorrea puede producirse por diversas razones. Algunas de estas razones son normales en el transcurso de la vida de una mujer, mientras que otras pueden ser un efecto secundario de un medicamento o un signo de un problema médico.
Entre las causas de la amenorrea primaria están las anomalías genéticas que pueden hacer que los óvulos y los folículos que participan en la menstruación se agoten muy temprano en la vida de una mujer. También las enfermedades del hipotálamo y de la hipófisis, así como los problemas con los órganos reproductivos, el ejercicio moderado o excesivo, los trastornos de la alimentación y el estrés, pueden provocar amenorrea.
Entre las causas de la amenorrea secundaria, aparte de los mismos que la primarias, están los anticonceptivos que se inyectan o implantan y algunos tipos de dispositivos intrauterinos, que pueden provocar no tener períodos menstruales. Incluso después de dejar de tomarlos, puede pasar tiempo antes de que la ovulación y la menstruación regulares regresen. También están la reducción de peso rápido, el desequilibrio hormonal (como ocurre en el síndrome de ovarios poliquísticos), trastornos endocrinos (como enfermedad de las tiroides o un tumor en en la hipófisis, la glándula endocrina que produce distintas hormonas).
Por último, determinados medicamentos pueden hacer que los períodos menstruales se detengan, entre ellos, se cuentan algunos tipos de antipsicóticos, antidepresivos, medicamentos para la quimioterapia, medicación para la presión arterial… etc.
El síntoma principal de amenorrea es la ausencia de menstruación en la mujer. Aunque también se puede manifestar cambio en el tamaño de las mamas, secreción de leche por el pezón, sequedad vaginal, caída del cabello, acné, vello facial excesivo, cambios en la voz, en la visión, dolor pélvico, sudoración y dolor de cabeza.
El tratamiento será diferente según el motivo por el que la paciente presenta amenorrea, y se dirigirá a corregir el trastorno que ha motivado la ausencia de la menstruación. Cuando esos problemas se solucionen, la menstruación se restablecerá.
En algunos casos, las píldoras anticonceptivas u otras terapias hormonales pueden restaurar los ciclos menstruales. La amenorrea causada por trastornos de la glándula tiroidea o de la hipófisis puede tratarse con medicamentos. Si el problema es causado por un tumor o un bloqueo estructural, tal vez se necesite cirugía.
La amenorrea también puede estar asociada a pérdidas importantes de peso, como la anorexia o a la obesidad, por lo que en estos casos es importante modificar los hábitos dietéticos inadecuados y adoptar una dieta equilibrada. Si se trata de un exceso de ejercicio físico, reducir su intensidad y duración puede ser suficiente para que la amenorrea remita.
La primera prueba que se realiza para el diagnóstico y tratamiento de la amenorrea es una prueba de embarazo. Si es positiva se estudiará la gestación en curso, si es negativa, se realizan pruebas adicionales como: análisis de sangre de la función tiroidea (determinación de TSH) y análisis de prolactina, aportación de estrógenos y progesterona, que son las hormonas femeninas, para así descartar otros procedimientos. También se suelen realizar un ultrasonido o ecografía transvaginal o abdomino pélvica para explorar los órganos reproductivos, y una resonancia magnética o tomografía cerebral.
Los factores desencadenantes de la amenorrea están relacionados al estilo de vida, y entre estos factores están: el peso corporal bajo, si es excesivamente bajo interrumpe muchas funciones hormonales del cuerpo, lo que puede hacer que la ovulación se detenga. Esto es común en mujeres que sufren un trastorno de la alimentación, como anorexia o bulimia. El ejercicio excesivo y el estrés son considerados también factores desencadenantes de la amenorrea.
Entre los factores de riesgo de la amenorrea están los antecedentes familiares, los trastornos de la alimentación, y el entrenamiento atlético muy intenso y riguroso, que puede aumentar el riesgo de padecer amenorrea.
Entre las complicaciones de la amenorrea están la esterilidad. Si no se ovula ni se tienen períodos menstruales, no se puede quedar embarazada. Otra complicación es la la osteoporosis, que a veces sucede cuando hay niveles muy bajos de estrógeno.
Para prevenir la amenorrea es necesario que:
La especialidad a la pertenece la amenorrea es a la ginecología, que se encarga de tratar los problemas del aparato reproductor femenino.
El tiempo que se debe esperar de retraso de la menstruación para ir al médico es de 3 meses sin tener ciclo menstrual. Pasado este periodo se debe visitar a un especialista.
Para saber si una paciente tiene amenorrea o está embarazada, se tiende a realizar una prueba de embarazo. Si es positiva se estudiará la gestación en curso, si es negativa, se realizarán pruebas adicionales para determinar el diagnóstico de la amenorrea.
En la mayoría de los casos no tiende a presentarse dolor, pero, en algunos casos, se manifiesta dolor pélvico como otro síntoma más de la amenorrea.
El estrés mental puede alterar temporalmente el funcionamiento del hipotálamo, una parte del cerebro encargada de controlar las hormonas que regulan el ciclo menstrual. En consecuencia, la ovulación y la menstruación pueden suspenderse.
Si tiene amenorrea lo importante es saber la causa que la produce, es decir, si es por embarazo, lactancia, menopausia o por algún trastorno hormonal u enfermedad.