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Alergia al Polen

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¿Qué es la alergia al polen?

La alergia al polen, o también conocida como alergia primaveral, es la reacción del sistema inmunológico que actúa como defensa y protección ante un agente alérgeno que, en este caso, son las partículas de polen que de desprenden de las flores masculinas hasta el aparato reproductor femenino de otras flores para que se produzca la fecundación.

El polen es invisible al ojo humano y, una sola planta, puede producir miles de granos que en conjunto dan un aspecto de polvillo amarillo que se desplaza por el aire.

Afecta al 30% de la población y comienza en el mes de marzo y se alarga durante abril, mayo y junio, meses de mayor polinización.

El polen es invisible al ojo humano y, una sola planta, puede producir miles de granos que en conjunto dan un aspecto de polvillo amarillo que se desplaza por el aire.

Tipos de polen alérgenos

Los diferentes tipos de polen que pueden dar alergia son:

  • Gramíneas: es la más presente y forma parte del césped, pasto, todos los cereales (trigo, centeno, etc.), o muchas plantas silvestres
  • Salicáceas: como el sauce llorón o el álamo negro
  • Cupresáceas: como el ciprés o las arizónicas
  • Betuláceas: como el abedul, el aliso o el avellano
  • Urticáceas: como las ortigas o la parietaria
  • Fagáceas: como el roble, el castaño o el haya
  • Oleáceas: como el olivo, fresno, el jazmín o el lilo
  • Plantagináceas: muchas plantas silvestres o las malas hierbas
  • Poligonáceas: como la acedera, las plantas ornamentales o el trigo sarraceno
  • Platanus: como el plátano de sombra
  • Populus: como el álamo o el chopo

Causas de una alergia al polen

La causa principal es la hipersensibilidad al polen que producen determinadas plantas y que el sistema inmunológico reacciona de manera exagerada en su función protectora y producen reacciones inflamatorias que originan los típicos síntomas de alergia.

Síntomas de una alergia al polen

Los síntomas de la alergia al polen varían según la época del año, el tiempo de exposición al alérgeno y de los niveles de concentración de polen atmosférico. Los síntomas de una alergia al polen pueden ser:

  • Conjuntivitis, picor, lagrimeo y sensación de arenilla en los ojos
  • Picor de garganta
  • Estornudos
  • Dolor de cabeza
  • Problemas respiratorios, pitos en el pecho, congestión nasal, rinitis, tos o incluso asma
  • Irritabilidad
  • Fatiga

Tratamiento de una alergia al polen

El tratamiento de la alergia al polen consiste en la administración de:

  • Antihistamínicos, broncodilatadores o corticoides, que ayudan a aliviar los síntomas, como la ebastina o la loratadina. También los descongestionantes nasales en forma de spray.
  • Inmunoterapia, desensibilización o vacuna de la alergia que tiene gran eficacia, más que demostrada, para frenar, e incluso hacer desaparecer la alergia. Se trata de tratamientos individualizados y de larga duración, que se pueden administrar por vía subcutánea, oral o sublingual. Las vacunas consisten en administrar dosis cada vez más elevadas del alérgeno que provoca la alergia hasta un máximo establecido por el alergólogo, por ello es importante hacer revisiones periódicas, para poder establecer el mejor el grado de sensibilidad.

Pruebas complementarias de una alergia al polen

Las pruebas complementarias de una alergia son:

  • Historia clínica y exploración física. Es importante saber cuándo y cómo aparecen los síntomas de alergia.
  • Prueba Prick test: consiste en administrar una pequeña cantidad de diferentes muestras de polen en el antebrazo, se pica la piel para que entre en contacto el alérgeno y así evaluar las diferentes reacciones transcurridos 15-20 minutos.
  • Análisis de sangre: para la detección de anticuerpos que reaccionan a los alérgenos específicos del polen.
  • Inhalación: también se puede administrar directamente, a través de la inhalación, el posible alérgeno y esperar a ver qué respuesta provoca. Esta prueba se debe realizar en un centro médico debido al riesgo que conlleva y a la necesidad de estar vigilado en todo momento.

Factores desencadenantes de una alergia al polen

El factor desencadenante de la alergia al polen es el contacto con el polvo del alérgeno concreto. Dentro del grano de polen, hay una serie de proteínas que son las causantes de dichas reacciones alérgicas y, según sea la sensibilidad a ella y la respuesta inmunológica, desencadenará una serie de inflamaciones, provocando los síntomas de la alergia.

Factores de riesgo de una alergia al polen

Los factores de riesgo de la alergia al polen pueden ser:

  • Contaminación: las plantas se defienden ante la misma generando nuevas proteínas, llamadas proteínas de estrés, que producen mayor respuesta alérgica en las personas. La incidencia es mayor en ciudades y menor en zonas rurales donde no hay contaminación.
  • Aumento de la concentración atmosférica en días cálidos y secos, que hacen que suban las temperaturas y, con ello, el periodo de polinización. En días fríos y lluviosos disminuye la polinización.
  • Viento: hace que el polen caído se levante hasta alturas donde es fácil respirarlo.
  • Estaciones del año donde la polinización es mayor como primavera, durante los meses de marzo a junio.

Complicaciones de una alergia al polen

Una de las complicaciones de la alergia al polen es el asma bronquial con opresión torácica, dificultad respiratoria o silbidos en el pecho, sobre todo por la noche.

En casos extremos y con menor frecuencia, puede haber un shock anafiláctico que precisaría de asistencia médica urgente.

Prevención de una alergia al polen

No se puede prevenir la alergia, pero se pueden tomar medidas para reducir la exposición al polen de manera parcial:

  • Consultar los niveles de concentración de polen antes de salir al campo, a la calle o realizar actividades al aire libre y, evitar en la medida de lo posible, salir fuera de casa si esos niveles son altos.
  • En caso de necesitar salir de casa hay que protegerse con gafas de sol y mascarilla que cubra nariz y boca y evitar las horas de mayor polinización, entre las 5 y 10h de la mañana y las 19 y 22h de la tarde.
  • Cerrar las ventanas durante el día.
  • Limpieza diaria de la casa con paños húmedos y evitar corrientes de aire.
  • Después de haber estado al aire libre, es recomendable darse una ducha y cambiarse de ropa.
  • No abrir las ventanillas del coche durante los viajes, para evitar la entrada de polen.
  • Evitar ir en moto o bicicleta durante las horas de mayor polinización.
  • Usar filtro antipolen en los vehículos y en los aparatos de aire acondicionado.
  • Evitar cortar el césped los días de mayor polinización.
  • No tender la ropa en el exterior durante la época de polinización.
  • Cambiar regularmente la ropa de cama.
  • Procurar irse de vacaciones cuando las concentraciones de polen sean bajas y elegir destinos de playa.
  • No dormir cerca de árboles o plantas.
  • Seguir con rigurosidad el tratamiento pautado por el alergólogo.

Especialidades a las que pertenece

El médico especialista que trata la alergia al polen es el alergólogo.

Preguntas frecuentes

¿Dónde se encuentra el polen de una planta?

El polen se encuentra en el interior de las plantas, son las células sexuales masculinas.

¿Cuáles son los tipos más comunes de alergias?

Los tipos de alergias más comunes son, entre otras: alergia al polvo, polen, animales, alimentos, al sol, medicamentos, moho, metales, etc.

¿Cómo saber si tengo asma o alergia?

Se puede saber si se tiene asma cuando hay dificultad respiratoria, silbidos en el pecho u opresión torácica. También, cuando hay picor en alguna parte del cuerpo, dolor de cabeza, tos, dificultad para respirar, moqueo de nariz, lagrimeo de ojos, etc.

¿Cómo se transmiten las alergias?

Aunque hay un componente hereditario en casos concretos como la atopia, las alergias no se transmiten ni se contagian de unas personas a otras, es necesario estar en contacto directo con el alérgeno.

¿Qué provoca el asma en las vías respiratorias?

El asma provoca en las vías respiratorias, tos, opresión en el pecho, dificultad respiratoria, mucosidad, silbidos o pitidos al respirar o falta de aire.