Es un trastorno de ansiedad caracterizado por el miedo y la angustia que aparece cuando una persona se encuentra en lugares de donde no es fácil escapar o es difícil recibir ayuda, en caso de recibir un ataque de ansiedad. Es una fobia en el que se tiene miedo a los lugares o las situaciones que podrían causar pánico y hacer sentirse atrapado, indefenso o avergonzado, por lo que se evita este tipo de lugares o situaciones. Se le teme a una situación real o anticipada, como usar el transporte público, estar en espacios abiertos o cerrados, hacer una fila o estar en una multitud. La agorafobia es una enfermedad común en todo tipo de personas, pero es más probable que se presente en adolescentes y adultos jóvenes. Sin una ayuda oportuna y efectiva, el trastorno puede volverse más difícil de tratar y mucho más grave.
Existen diferentes tipos o clasificación de la agorafobia como son:
Otra clasificación es la de la organización mundial de la salud:
La asociación Americana de psiquiatría la clasifica en:
Se desconocen las causas exactas que producen la agorafobia. Se ha evaluado que el origen puede depender de cada persona al desarrollar esta enfermedad. Una causa que se puede ver en la mayoría de los casos, es cuando una persona ha tenido un ataque de pánico y comienza a tener miedo de situaciones que podrían llevar a otro ataque. Elevados riesgos de ansiedad.
Las personas con agorafobia son especialmente propensas a evitar las circunstancias en las que sería difícil o embarazoso escapar si un ataque de pánico se produce, por ejemplo, en un estadio lleno de gente o un avión.
Los síntomas típicos de la agorafobia van a depender de la persona que la padece, entre ellos están: el miedo de estar solo en cualquier situación y al estar en lugares donde puede ser difícil de dejar, como un ascensor, sudoración, mareos, náuseas, palpitaciones, inestabilidad, sensación de asfixia, temblores, desrealización (se percibe el mundo como extraño o irreal, hay pacientes que lo describen como estar en un sueño), tener temperamento o agitación inusuales, la dependencia excesiva de los demás, sensación de que el cuerpo o el ambiente es irreal, miedo a multitudes o a esperar en una fila, miedo a usar el transporte público, como autobuses, aviones o trenes.
El padecimiento de la agorafobia es consecuencia de la interacción de factores internos de la persona como los rasgos de personalidad y el comportamiento, y de factores internos, así como ambientales.
El tratamiento para la agorafobia con frecuencia combina la psicoterapia con medicación. El objetivo del tratamiento es ayudar a sentirse y a desempeñarse mejor. Los antidepresivos y medicamentos contra la ansiedad a menudo se utilizan para tratar la agorafobia y síntomas de pánico.
Ciertas medicinas utilizadas para tratar la depresión pueden ser útiles para este trastorno. Trabajan previniendo los síntomas o haciéndolos menos graves. Se deben tomar estas medicinas todos los días. No se recomienda que se dejen de tomar ni cambiar la dosis sin hablar con el médico.
No existen pruebas complementarias o diagnósticas específicas para la agorafobia. El médico especialista, le hará al paciente una historia completa que incluye examen físico y analíticas. También le hará las preguntas necesarias para determinar y asegurarse de que la ansiedad que padece el paciente es realmente el resultado de tener miedo a estar en una situación que hace que sea difícil o imposible escapar y no que sea otro problema emocional.
Entre los factores desencadenantes y de riesgo de la agorafobia están: responder a los ataques de pánico con miedo excesivo o evasión, los antecedentes familiares con trastorno de ansiedad, el sexo (las mujeres tienen mayor posibilidades de padecer agorafobia), la edad, tener trastorno de pánico u otras fobias, tener un temperamento ansioso o nervioso, atravesar sucesos estresantes en la vida tales como el maltrato, la muerte de un padre o un ataque.
Entre las complicaciones de la agorafobia están:
No hay manera segura de prevenir la agorafobia. Sin embargo, la ansiedad tiende a aumentar aún más si se evitan situaciones a las que se tiene miedo:
La agorafobia pertenece a las especialidades de Psiquiatría y Psicología, ambas encargadas de diagnosticar y tratar problemas de salud mental de diferentes maneras.
Una fobia es un miedo irracional, intenso, y persistente hacia un objeto o situación específica, que limita la vida de la persona que lo padece, debido a que evita a toda costa este tipo de objetos y/o situaciones.
La fobia o miedo a los espacios cerrados se llama claustrofobia.
Sí, existen muchos tratamientos para superar una fobia. La manera más efectiva para ello es exponerse a lo que se teme de una manera segura y controlada, de forma gradual y repetida. De esta manera se aprenderá a controlar la ansiedad y el miedo. Con cada exposición el paciente se sentirá más seguro y con más dominio de sí mismo.