La afasia es un trastorno del lenguaje caracterizado por una dificultad de producir o comprender el lenguaje tanto escrito como hablado. Está provocada por una lesión cerebral en una persona que anteriormente podía hablar con normalidad. Puede causar problemas con cualquiera o todas las siguientes destrezas: la expresión, la comprensión, la lectura y la escritura. La edad media en que suele presentarse este problema es a los 60 años, es decir, que la mayoría de las personas que tienen afasia son adultos de mediana edad o mayores, pero cualquier persona puede tenerla incluso los niños pequeños. Afecta más a hombres que a mujeres, y aproximadamente una de cada 1 de cada 3 personas se ven afectadas por una pérdida prolongada del habla, y es más común en los adultos que sufrieron un derrame. El tipo de afasia que se presenta y la gravedad de la misma dependerán de la parte del cerebro que sufrió el daño y de la magnitud del mismo.
Los tipos de afasia que podemos destacar van a depender del área del cerebro que esté afectada, como son:
La causa más frecuente de afasia es el daño cerebral que resulta de un accidente cerebrovascular, es decir, el bloqueo o la rotura de un vaso sanguíneo en el cerebro. La falta de presencia del suministro de sangre al cerebro produce la muerte de las células cerebrales o daño en las regiones encargadas de controlar el lenguaje.
El daño cerebral producido por una lesión grave en la cabeza, es decir, un traumatismo craneoencefálico, un tumor, una infección del sistema nervioso o un proceso degenerativo también puede producir afasia. En estos casos, la afasia generalmente ocurre con otros tipos de problemas cognitivos, como problemas de memoria o confusión.
Entre los síntomas que puede presentar una persona con afasia están:
Si el daño cerebral es leve, el paciente puede recuperar las habilidades del lenguaje sin tratamiento alguno. Sin embargo, la mayoría de los pacientes se somete a la terapia del habla y del lenguaje para recuperar sus habilidades y complementar sus experiencias de comunicación.
Existen numerosos tipos de tratamiento para las personas con afasia. El tipo de tratamiento dependerá de las necesidades y los objetivos del paciente. En la actualidad, se están estudiando ciertos medicamentos para el tratamiento de la afasia. Se trata de medicamentos que pueden aumentar el flujo sanguíneo al cerebro, mejorar la capacidad de recuperación de este, o ayudar a reemplazar las sustancias químicas agotadas en el mismo.
Para el diagnóstico de la afasia se deberá realizar una resonancia magnética o tomografía computarizada para confirmar la lesión en el cerebro y conocer su ubicación exacta. Por lo general, el médico también evalúa la capacidad de comprender y producir el lenguaje, haciendo pruebas para ver cómo el paciente sigue órdenes, contesta preguntas, nombra objetos y mantiene una conversación.
El factor principal desencadenante de la afasia es una lesión cerebrovascular y los traumatismos craneoencefálicos principalmente en niños. Hemos de tener en cuenta además los derrames cerebrales y los tumores, y también enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
Los factores de riesgo más comunes de la afasia son: edad, sexo, hipertensión arterial, diabetes mellitus, tabaquismo, alcoholismo, obesidad y colesterol.
La afasia puede generar numerosos problemas en la calidad de vida porque la comunicación es una parte importante de esta. La dificultad en la comunicación puede afectar a numerosos aspectos de la vida de los pacientes. Entre estos aspectos están:
Es un trastorno neurológico que ocurre de repente, sin aviso, aunque no se puede evitar. Pero se puede prevenir de la siguiente manera:
En las afasia, el diagnóstico debe ser hecho por el neurólogo, que es quien atiende las enfermedades del cerebro y del sistema nervioso. Pero el profesional idóneo para la rehabilitación del lenguaje es el logopeda, que es quien se encarga de evaluar, diagnosticar y tratar los problemas del lenguaje.
La afasia sensitiva es un tipo de afasia que se caracteriza por el lenguaje fluido, con parafasias de distinto tipo y una severa afectación de la comprensión.
La afasia motora es un tipo de afasia no fluida o expresiva y se caracteriza por patrones de articulación del habla difíciles de entender. Se caracteriza por la casi imposibilidad para lograr una producción verbal fluida.
La afasia de broca o afasia motora, se caracteriza por una expresión verbal muy afectada y una compresión mejor, pero que también está afectada. Puede resultar de una lesión que afecta principalmente el lóbulo frontal del cerebro. Es común que las personas con afasia de Broca tengan debilidad o parálisis del brazo y la pierna derecha. Esto es porque el lóbulo frontal donde está la lesión también controla los movimientos del cuerpo.
La diferencia entre afasia y disfasia es que la afasia es un trastorno del lenguaje caracterizado por una dificultada para producir y comprender el lenguaje tanto escrito y hablado, mientras que la disartria es un trastorno del habla caracterizado por dificultades en todos los niveles del habla. Afecta la lengua, los labios, el paladar, las cuerdas vocales, la laringe y la respiración.
La afasia de Wernicke puede resultar de un daño al lóbulo temporal del cerebro. Las personas con afasia de Wernicke pueden hablar en oraciones largas y completas que no tienen sentido, añadiendo palabras innecesarias e incluso inventando palabras.