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Consejos para tener una piel sana y bonita
La piel es el mayor órgano del cuerpo humano, cuyas principales funciones son proteger al organismo e impedir la entrada de microorganismos y sustancias potencialmente perjudiciales. Una piel sana se caracteriza por un funcionamiento adecuado, asociado a un buen aspecto.
Qué es una piel sana
Una piel sana es la consecuencia de un funcionamiento adecuado como órgano de excreción, sensitivo y estético. Esto incluye cumplir su funcionalidad como órgano barrera, de defensa inmunológica, activador de vitamina D, productor de melanina y regulador de temperatura.
Para ello, debe presentar todas sus estructuras en funcionamiento de manera adecuada, junto con la presencia de un microbioma equilibrado, es decir, la presencia de microorganismos beneficiosos para la piel adaptados a sus condiciones que impidan la aparición de especies patógenas.
De este modo, las características de una piel sana incluirían:
Una correcta hidratación de la piel.
Resistencia y elasticidad.
Tersura y brillo.
Ausencia de manchas y rojeces.
Sin descamación.
Sin exceso de grasa.
Ausencia de patologías de la piel como acné, dermatitis seborreica, dermatitis atópica, psoriasis o rosácea, entre otras.
¿Qué manchas y marcas afectan de forma significativa a la salud de la piel?
En la piel pueden aparecer diversos tipos de manchas que pueden revertir una gravedad variable.
Son especialmente relevantes las manchas que pueden estar asociadas al cáncer de piel. El melanoma es el tipo de cáncer de piel más grave, afectando a las células productoras de melanina. De este modo, los melanomas suelen ir asociados a la aparición de una mancha o lunar con unas características específicas. La técnica del “ ABCDE” es útil para saber si debemos realizar una consulta médica al observar un lunar o mancha de la piel:
A. Asimetría . Si se divide el lunar o la lesión en dos, cada mitad es diferente en forma y tamaño a la otra.
B. Borde irregular . Los bordes de un melanoma son irregulares, borrosos y poco definidos.
C. Cambiante . Se pueden producir cambios de color en la superficie del lunar. Cambia de forma o hay más de un color (marrón, negro, rojizo, etc.).
D. Diámetro . Un diámetro de más de medio centímetro de la lesión debe despertar sospechas.
E. Elevación . La lesión o el lunar cobran relieve.
Cuando alguno de los puntos se cumple, se recomienda acudir al Dermatólogo. Los melanomas suelen estar relacionados con una exposición excesiva a la radiación solar.
Por otro lado, dos de las manchas que suelen aparecer de forma más frecuente en la población y que también están relacionadas con la exposición a la luz solar, incluyen:
El lentigo senil o actínico . Se trata de una respuesta de la piel a la radiación ultravioleta. Afecta a zonas expuestas a la luz del sol como cara, cuello, escote y brazos. Son lesiones que aparecen normalmente a partir de los 60 años relacionadas con una historia de larga exposición solar y quemaduras, aunque pueden aparecer antes.
El melasma . Se trata de manchas irregulares en la cara, cuello y antebrazos. Son manchas marrones de mayor o menor intensidad. Suele aparecer en mujeres a partir de los 20 años, especialmente durante el embarazo o con la toma de anticonceptivos orales. La pigmentación de las manchas se incrementa durante el verano por la mayor exposición solar.
Este tipo de manchas no revisten gravedad, más allá de su afectación estética.
Otro tipo de manchas menos comunes que pueden aparecer en la piel pueden tener causas muy diversas. Entre ellas se incluyen:
Vitíligo. Se caracteriza por la aparición de grandes áreas de despigmentación causada por una enfermedad crónica de la piel de carácter autoinmune.
Dermatitis atópica. La dermatitis puede ser una causa de aparición de manchas en la piel.
Hipomelanosis. La hipomelanosis en gotas es un trastorno de la pigmentación caracterizado por la aparición de manchas blancas en la piel. Suelen ser manchas pequeñas y redondas que aparecen en las áreas más expuestas al sol.
Pitiriasis versicolor. Se trata de una infección superficial de la piel causada por hongos, en concreto por la proliferación de levaduras del género Malassezia, que forman parte de la flora habitual de la piel.
En cualquier caso, todas las manchas que parecen en la piel deben ser valoradas por el Dermatólogo.
Indicadores que definen una piel sana
Para identificar una piel sana es necesario analizar el funcionamiento de sus estructuras. Además, la presencia de los microorganismos adecuados impedirá la aparición de especies patógenas que pueden causar infecciones y el deterioro de zonas específicas de la piel. Otros elementos relevantes son la nutrición e hidratación adecuadas de la piel, tanto a nivel orgánico como de manera tópica. Finalmente, la higiene es fundamental para que la piel tenga salud y muestre un aspecto saludable.
De este modo, los indicadores o parámetros relacionados con una piel sana incluyen:
Ausencia de manchas en la piel, es decir, con un correcto funcionamiento de las células que producen el pigmento, los melanocitos y una correcta protección frente a la radiación solar.
Una piel sin exceso de grasa, con un funcionamiento correcto de las glándulas sebáceas.
Ausencia de rojeces o dilataciones vasculares en la piel, con una adecuada microcirculación de la piel.
Una piel sana es una piel hidratada, tolerante y resistente, es decir con una función barrera preservada.
Una piel libre de patologías. Incide aquí el conjunto de microorganismos y sus genomas que conviven en nuestra piel dando lugar a equilibrado ecosistema que permite el correcto funcionamiento de las estructuras cutáneas.
¿Qué consejos podrías dar para tener una piel saludable?
Para conseguir una piel sana es importante recalcar la importancia de potenciar estilos de vida saludables, incluyendo el control del estrés, ejercicio moderado y adecuado a la edad, alimentación saludable y equilibrada, abstención de tabaco y alcohol, hábitos sexuales sanos y hábitos solares saludables. También es importante controlar factores que influyan negativamente en la salud cutánea, como las agresiones ambientales (microorganismos, factores físicos, químicos, contaminantes, sol y radiaciones), y potenciar sistemas de asistencia sanitaria que permiten y favorezcan un adecuado control dermatológico.
Dentro de los cuidados para que tu piel esté sana y muestre su mejor aspecto se incluyen:
Hidratación e higiene. Limpiar la cara por la mañana y por la noche con un jabón adecuado al tipo de piel. Esto permite eliminar la suciedad y el exceso de grasa antes de aplicar cualquier cosmético.
Mantén la temperatura del agua del baño o ducha templada.
No utilizar cosméticos inadecuados o agresivos.
En el exterior no olvides la fotoprotección. Utiliza protector solar de amplio espectro frente a UVB, UVA y luz visible durante todo el año.
Elige prendas de vestir que eviten la sudoración (transpirables, holgadas, de tejidos naturales).
Visita al dermatólogo al menos una vez al año para detectar todas las alteraciones de la piel y corregirlas mediante un tratamiento dermatológico para conseguir una piel sana y como consecuencia una piel bonita.
Elije bien tus productos
Para mantener una piel saludable y con buen aspecto es esencial utilizar los productos adecuados:
Fórmulas hidratantes y emolientes. La aplicación de sustancias y fórmulas emolientes pueden ser útiles en todas aquellas situaciones en las que la barrera cutánea está alterada. Los emolientes son sustancias de uso externo capaces de aumentar la hidratación, promoviendo la formación de una película que limita la evaporación del agua. Incluyen sustancias como glicerina, siliconas, aceites vegetales, entre otras.
Usa un transformador de la piel, idealmente asesorado por el dermatólogo ya que no todas las pieles ni en todos los momentos del año necesitan lo mismo. El ácido glicólico y el retinol son los principios activos estrella, permitiendo corregir pequeñas manchas y arrugas. También mejoran la hidratación de la piel y aportan resistencia y luminosidad a largo plazo.
Las ceramidas también pueden contribuir a reestablecer la función barrera de la piel.
No renuncies a la calidad.
Ante cualquier afección y para mantener una piel sana y bonita puedes consultar con la especialista en Dermatología Paula Aguayo Carreras aquí .
Dra. Paula Aguayo Carreras
Especialista en Medicina Estética
Dermatóloga experta en Dermatología Estética. Dermatóloga asesora de la marca La Roche-Posay (2020- actualidad). Actualmente trabajo en la Clínica Dermatológica y Estética Dermacenter de Málaga y en el Hospital Regional Universitario de Málaga. Doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada (noviembre 2021). Premio al Mejor Expediente MIR de Andalucía 2019 por el Consejo Andaluz de Colegio de Médicos.
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Bibliografía
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