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Xerostomía

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Llamamos xerostomía a la sensación de boca seca descrita por una persona ante la disminución o ausencia de saliva en la cavidad oral. También es conocida como asialorrea o hiposalivación. Son múltiples las causas que pueden ocasionar este síntoma, entre ellas la diabetes mellitus, el síndrome de Sjögren o ciertos tratamientos oncológicos (ya sea quimio o radioterapia).

Llamamos xerostomía a la sensación de boca seca descrita por una persona ante la disminución o ausencia de saliva en la cavidad oral.

El papel de la saliva

Antes de profundizar en este síntoma debemos recordar el protagonismo de la saliva en el interior de la boca. La saliva se produce en las glándulas salivares. La síntesis diaria de saliva alcanza los 500 mililitros, de los cuales 200 son secretados durante el proceso de la deglución e ingestión de los alimentos, y los 300 restantes en situaciones de no ingestión.

  • Además de proteger la mucosa que recubre el interior de la boca, tiene un efecto humectante que permite la función de limpieza mediante el arrastre de las bacterias.
  • Asimismo, interviene en la regulación del pH intraoral que interferirá en la formación de caries y enfermedad periodontal (la disminución del pH aumenta el riesgo de infecciones intraorales).

Cómo afecta la xerostomía

La xerostomía es un síntoma frecuente en adultos. Su incidencia aumenta con la edad, siendo mucho más frecuente en mujeres que en hombres. En personas mayores de 60 años alcanza una incidencia del 20% (muy probablemente asociada a la ingesta de fármacos).

Ante la detección de una posible boca seca se deben descartar sus principales causas: una alteración localizada en las glándulas salivares o en el centro salivar del sistema nervioso central, un efecto secundario de un tratamiento o bien una causa sistémica. Así, deberemos descartar enfermedades crónicas (diabetes mellitus no controlada, anemia hemolítica, una infección o una alteración autoinmune…).

Para su estudio la clasificamos en dos subgrupos: reversible e irreversible.

  • Xerostomía reversible: sería secundaria y, por tanto, mejoraría al suspender el agente que la provoca (medicamentos como antihistamínicos, antihipertensivos, diuréticos y quimioterápicos, tabaco, alcohol, estrés, ansiedad…).
  • Xerostomía irreversible: sería primaria y como consecuencia de una lesión irreparable. Sería el ejemplo de pacientes con diagnóstico de síndrome de Sjögren o en tratamiento con radioterapia por una patología neoplásica local (la afectación glandular estará relacionada con la dosis recibida).

Haremos mención especial al síndrome de Sjögren por ser una enfermedad autoinmune crónica con afectación sistémica caracterizada por la presencia de sequedad ocular (xeroftalmía) y oral (xerostomía) secundarias a la infiltración de las glándulas exocrinas secretoras. Se pueden afectar otras glándulas como las del área nasal, faríngea, laríngea y genital. Puede presentarse a cualquier edad, pero ocurre con mayor frecuencia en mujeres entre los 40 y 50 años.

¿Cómo se traduce la disminución de síntesis de saliva en la boca?

La falta de humectación intrabucal puede provocar diversas manifestaciones como dificultad en la masticación, deglución o el habla, alteraciones en el gusto, halitosis, grietas, sobreinfecciones, caries, gingivitis

¿Cómo actuamos ante una posible xerostomía?

Para su estudio se realiza una sialometría o medición de la cantidad de saliva. Una vez confirmada la disminución en la síntesis de saliva debemos estudiar el posible origen. Para ello descartamos las principales causas mediante el empleo de otras pruebas diagnósticas como el ultrasonido, la resonancia magnética, la tomografía computarizada, la biopsia glandular, la sialografía…

Asimismo, podremos estudiar la composición de la saliva. Mediante un estudio cualitativo analizaremos los diferentes componentes y sus concentraciones.

Cuando encontramos la causa desencadenante abordamos su tratamiento específico. Sin embargo, no siempre podemos conocerla, en cuyo caso realizaremos un tratamiento sintomático para mejorar los síntomas del paciente. Para ello prescribiremos sustancias sialogogas (inductoras de la secreción de saliva) y agentes humectantes o sustitutos salivales. Destacaremos el Xylitol por su efecto humectante y bacteriostático añadido.

Otros consejos a tener en cuenta serían:

  • Asegurar una buena hidratación oral de forma constante mediante sorbos de agua. Evitaremos bebidas azucaradas, irritantes orales (café, alcohol, tabaco) y las bebidas ácidas (que puedan ocasionar cambios en el pH).
  • Hidrataremos la mucosa labial con protectores labiales.
  • Siempre que sea posible evitaremos la ingesta de fármacos que afecten a la secreción salival.
  • Evitaremos la exposición a ambientes de baja humedad (aire acondicionado o calefacción central)
  • Utilizaremos humidificadores, sobre todo por las noches, para evitar aumentar la sequedad basal.
  • Insistiremos en la importancia de la higiene oral y de las revisiones periódicas al odontólogo.