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Verdades y Mentiras de los Alimentos Ecológicos

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Los términos “eco”, “orgánico”, “bio”… están de moda, los encontramos fácilmente en cualquier supermercado y nos remiten a una idea de agricultura o ganadería sostenible. Sin embargo, no todas estas menciones están aceptadas, ni significan lo mismo. La normativa europea establece las pautas que se deben cumplir para poder considerar que un alimento es ecológico, y sólo los productos que las siguen pueden indicarlo en el etiquetado.

Los consumidores tendemos a identificar los alimentos ecológicos con características que no siempre se corresponden con las que establece la legislación. Un alimento o producto ecológico no tiene por qué ser sostenible, de proximidad (km 0) o de temporada.
Todos los alimentos ecológicos deben incluir en su etiquetado la palabra “ecológico”, “orgánico” o “biológico”.

¿Qué es un alimento ecológico?

Un alimento ecológico (o biológico u orgánico) es el producto agrícola que se produce bajo un conjunto de procedimientos denominados “ecológicos que, en general, se basan en evitar el uso de productos sintéticos, como pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales.

[]Actualmente, la agricultura ecológica es una industria fuertemente regulada, que en países como Japón, Canadá o la Unión Europea requiere de certificaciones especiales para poder comercializar sus productos.

La agricultura ecológica y la ganadería ecológica son la base de producción de los alimentos ecológicos y se basan en premisas muy básicas que las diferencian de la agricultura y ganadería convencionales. Una de estas premisas es el cuidado del suelo, al considerarlo como un organismo vivo que hay que alimentar de forma adecuada para mantener la vida del subsuelo que permite que las plantas crezcan sanas.

La ganadería ecológica se distingue por primar el bienestar animal mediante buenas prácticas ganaderas que previenen enfermedades producidas por hacinamientos y la utilización de medicamentos y practicas invasivas.

Según la normativa, sólo pueden denominarse ecológicos los productos agrarios vivos o no transformados (los animales y cultivos), los transformados destinados a la alimentación humana (carne, hortalizas…), los piensos y las semillas.

¿Cómo distinguir un alimento ecológico?

Todos los alimentos ecológicos deben incluir en su etiquetado la palabra “ecológico”, “orgánico” o “biológico”. El etiquetado es obligatorio y en él debe figurar la entidad que avala que se han seguido los estándares exigidos para la producción ecológica. Este logotipo es el utilizado para toda Europa, y facilita que los consumidores de cualquier país miembro puedan reconocer con facilidad el origen ecológico del producto.

Para alimentos ecológicos extracomunitarios el logo es voluntario; la norma exige que deberá especificarse el país de origen y la entidad que certifica que se trata de un alimento ecológico.

¿Los alimentos ecológicos son más saludables?

Con respecto a si los alimentos ecológicos tienen unos beneficios para la salud que no proporcionan los convencionales, es importante señalar que no hay consenso sobre el valor nutricional de los alimentos ecológicos frente al resto. 

Tras revisiones sistemáticas (investigación de alta calidad) entre 2009 y 2012 se concluyó que no hay evidencias en la calidad nutricional entre los alimentos orgánicos y los convencionales, pero el consumo de alimentos ecológicos podría reducir la exposición a pesticidas.

Otras revisiones sistemáticas en 2014 y 2016 concluían, en cambio, que sí hay diferencias significativas en la composición entre alimentos orgánicos y convencionales. Tanto las concentraciones de vitaminas, minerales y antioxidantes como los polifenoles serían más altas en los ecológicos, y contendrían menos residuos de pesticidas.

Pero más que el contenido en nutrientes, el criterio realmente interesante a la hora de elegir un alimento ecológico sería conocer su impacto sobre la salud comparado con alimentos no orgánicos, y sobre esto todavía no hay estudios.

¿Los alimentos ecológicos son más seguros?

Sobre la seguridad de este tipo de productos, el control sanitario debe ser el mismo que el de un alimento convencional, ya que están sujetos a las mismas normas de seguridad. Son seguros, si cumplen con los controles exigidos, exactamente igual que los alimentos convencionales.

Por ello, además de los controles generales que deben pasar todos los alimentos, los ecológicos cuentan con una legislación específica que intenta simplificar y ajustar los controles en función del riesgo y el control del fraude.

¿Ecológico es igual a mejor garantía?

El logotipo de alimento ecológico no garantiza que éste contenga más nutrientes, ya que esto depende de muchos factores, y los requisitos para usar el sello “eco” no lo garantiza.

Tampoco que tenga mejor sabor, esto dependerá del tipo de alimentación de los animales y, en el caso de vegetales, de cuándo se recolectan (punto de maduración). Algunos de ellos pueden darse en la producción ecológica, pero la legislación no lo garantiza, no existe un criterio o indicador que los haga más “ricos”.

No garantiza una mayor seguridad alimentaria ni un menor impacto ambiental. No hay ningún indicador que mida este impacto. No se conoce cómo se gestionan los residuos, qué combustibles se utilizan, los valores de emisiones de CO2… Tampoco hay datos sobre el transporte, el impacto de la producción o la conservación.

El criterio de proximidad (km 0), compra local, de temporada (respetando la estación del año) quizá debería primar ante el criterio de estar en posesión de la certificación ecológica.