Dos millones de mujeres en España sufren endometriosis, una dolencia silenciosa, incapacitante y que genera muchísimo sufrimiento, impactando, muy negativamente, en la calidad de vida de las mujeres que la padecen. Actualmente, asociaciones como la AEE (Asociación Endometriosis España), fundada en 2002, lucha para hacer visible esta enfermedad, ofrecer información de calidad y conectar a las mujeres que la sufren.
¿Qué es?
Es una enfermedad no contagiosa que consiste en el crecimiento benigno del tejido endometrial (el que reviste el interior de la matriz) fuera del útero, llegando a órganos como los ovarios, la pelvis, las trompas de Falopio y los intestinos.
El tejido endometrial fuera de lugar continúa comportándose como lo haría normalmente: se engrosa, se descompone y sangra con cada ciclo menstrual. Como este tejido que está fuera de su lugar habitual no tiene manera de salir del cuerpo, queda atrapado (a diferencia del endometrio, que se expulsa en cada menstruación). Esta situación puede irritar los tejidos circundantes y desarrollar tejido cicatricial y adherencias (bandas anormales de tejido fibroso que puede hacer que los tejidos pélvicos y los órganos se adhieran unos a otros).
A pesar de su frecuencia, no sabemos qué la causa, si bien hay diversas teorías que podrían explicar su aparición y se sabe que tiene una carga hereditaria importante.
¿Es una enfermedad moderna?
Probablemente, no. Desde la antigüedad los textos médicos describen a mujeres con dolor pélvico, esterilidad y alteraciones menstruales. Antes, se agrupaban estos desórdenes bajo el nombre de “asfixia de la matriz”, dificultando la distinción entre endometriosis y otras enfermedades ginecológicas.
- En Grecia, se pensaba que el dolor menstrual se debía a un desplazamiento del útero en la pelvis femenina, por lo que los galenos de la época suspendían a las mujeres boca abajo con la intención de recolocar el útero en su posición. Los tratamientos más curiosos eran prescritos para tratarla: cerebro de liebre (para cortar la menstruación), granados, alquitrán o la orina de un toro o de un hombre. Algunos de estas medicinas, aunque a primera vista desagradables, podrían haber sido eficaces. Los granados contienen fitoestrógenos que podrían ejercer un efecto antiproliferativo sobre los implantes de endometriosis, y la orina masculina o los testículos machacados contienen testosterona, siendo una terapia hormonal antiestrogénica.
- La historia más oscura de esta enfermedad fue la quema de brujas en la Edad Media. Muchas de ellas, posiblemente padecían endometriosis, ya que, en archivos históricos, hay descripciones de mujeres acusadas de brujería y ejecutadas en la hoguera porque presentaban sangrados cíclicos en su ombligo, algo típico de la rara endometriosis umbilical, o «menstruaciones aberrantes» con «convulsiones».
- La primera descripción de un caso de endometriosis es de 1690, por el médico alemán Daniel Shroen. Sin embargo, en los siglos siguientes, a las mujeres con síntomas de endometriosis (dolores menstruales e infertilidad) se les diagnosticaba de «histeria«.
- En 1860, el médico, patólogo, filósofo y político austriaco Carl Von Rokitansky publicó una descripción detallada de la endometriosis, identificando la enfermedad como cúmulos de tejido endometrial.
- El término endometriosis se acuñó en 1927, cuando el ginecólogo John A. Sampson lo usó en sus publicaciones y citó la menstruación retrógrada como posible causa.
- Fue en 2013 cuando se creó la primera guía para informar y concienciar a la población.
Síntomas de la endometriosis
La endometriosis es una entidad muy particular, que afecta de manera muy dispar a las mujeres que la padecen. Unas pueden ver afectada su calidad de vida y otras estar asintomáticas.
La intensidad del dolor no es, necesariamente, un indicador de la gravedad de la endometriosis. Algunas mujeres con endometriosis leve tienen dolores intensos, mientras que otras con endometriosis avanzada tienen poco o ningún dolor.
A veces, esta enfermedad se confunde con otras afecciones que también provocan dolor pélvico, como la enfermedad inflamatoria pélvica o los quistes ováricos.
Los síntomas de la endometriosis serían:
- Dismenorrea o dolor menstrual: la mujer presenta menstruaciones muy dolorosas, dolor intenso en la zona baja de la espalda que irradia al abdomen. Es lo que llamamos una dismenorrea secundaria. Suele ser la primera manifestación de la endometriosis. Además, es un dolor que aumenta con el tiempo.
- Dispareunemia: presencia de muchísimo dolor durante o después de las relaciones sexuales. La penetración vaginal puede presionar alguna zona con afectación por endometriosis: ovarios, techo vaginal y ligamentos uterosacros.
- Sangrado uterino anómalo: algunas mujeres presentan pequeñas pérdidas durante el ciclo menstrual no relacionadas con la menstruación.
- Dificultad durante la micción (orinar) y/o la defecación.
- Problemas reproductivos: alrededor del 30-40% de las mujeres afectadas no pueden quedarse embarazadas, presentan infertilidad, siendo este motivo de consulta la manera más frecuente de diagnosticar la enfermedad.
- Menorragia: sangrado excesivo durante la menstruación.
- Síntomas digestivos: episodios de diarrea y estreñimiento, gases o náuseas que pueden confundirse con un colon irritable.
- Abortos: las mujeres con endometriosis pueden presentar un riesgo mayor de aborto, que disminuye una vez tratada y corregida la enfermedad.
- La endometriosis suele desarrollarse varios años después de comenzar con la menstruación. Los signos y síntomas de la endometriosis cesan durante el embarazo y terminan de forma permanente con la menopausia, a menos que se esté tomando estrógenos.
Cuándo se debe consultar con el médico
Se debe consultar siempre que se sospeche de su presencia y se padezcan los síntomas descritos. La endometriosis es difícil de tratar, por lo que un diagnóstico precoz y un tratamiento multidisciplinar, así como una comprensión clara de lo que te sucede, puede favorecer el control de síntomas.
¿SABÍAS QUE…?
Según un reciente estudio publicado en la revista del Brigham and women’s hospital, vinculado a la universidad de Harvard, la endometriosis podría ser la causante de muchos infartos que a día de hoy sufren mujeres muy jóvenes, por debajo de los 40 años.