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Tabaco y Salud

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El consumo de tabaco o tabaquismo se considera una enfermedad crónica. Según datos aportados por diferentes sociedades y organismos médicos, el tabaquismo afecta a aproximadamente a entre el 23-25% de la población en España. La mayoría son fumadores diarios y la edad con porcentaje más alto de fumadores es el grupo de entre 25 a 34 años.

Las sustancias tóxicas del tabaco atraviesan la placenta. Se contraindica el consumo de cigarrillos durante el embarazo por el riesgo para el bebé.

Adictivo y tóxico

Un dato importante es que se trata de una enfermedad adictiva, en la que se una dependencia de uno de los productos del tabaco: la nicotina. Esto provoca que si se inicia a edades tempranas se perpetúe el hábito a lo largo de muchos años.

Muchos estudios realizados sobre el tema han demostrado que el tabaco contiene una gran cantidad de sustancias tóxicas que son las responsables de los efectos nocivos sobre la salud.  Se han detectado más de 4.000 sustancias químicas en el humo, muchas de ellas tóxicas, siendo la nicotina el componente mayoritario. Los carcinógenos (abundantes en el tabaco) son aquellas sustancias que están implicadas en el desarrollo del cáncer.

Destacan como principales sustancias tóxicas por su papel en el desarrollo de enfermedades la nicotina, el monóxido de carbono, alquitranes, nitrosaminas y sustancias oxidantes. Además, contiene gases irritantes y metales que, aunque se encuentran en dosis relativamente bajas, tienen importantes efectos perjudiciales sobre la salud del fumador y de las personas que lo rodean.

Efectos del tabaco sobre la salud

Se considera al tabaco como el principal causante de muerte prematura, debido a las enfermedades provocadas por su consumo. Es, además, la principal causa de muerte evitable en el mundo. Alrededor de la mitad de los fumadores fallecerá por una causa secundaria al tabaco.

Según las Organización Mundial de la Salud (OMS) su consumo es responsable del 12% de la mortalidad mundial (siete millones de muertes anuales) y en España, los datos del Ministerio de Sanidad muestran que causa más de 50.000 muertes al año.

Es importante saber que la toxicidad existe, aunque el consumo sea bajo, con lo cual siempre es desaconsejable.

Problemas cardiovasculares

El tabaco es uno de los principales factores de riesgo de los problemas cardiovasculares por el efecto que causa sobre la pared arterial, lo que comporta un mal riego sanguíneo y la aparición de coágulos sanguíneos. El papel nocivo de la nicotina es fundamental pues provoca un aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca. Por otro lado, el monóxido de carbono actúa de forma negativa sobre la circulación sanguínea dificultándola, estrechando los vasos y aumentando el riesgo de formación de coágulos sanguíneos.  

La enfermedad cardiovascular se manifiesta en forma de embolias en diversos territorios del organismo (sobre todo cerebrales), enfermedades del corazón (infarto de miocardio y angina de pecho) e hipertensión arterial.  

Neoplasias

Muchas neoplasias o tumores malignos tienen una clara relación demostrada con el consumo de tabaco. Se debe a la presencia de sustancias carcinógenas entre las que destacan el benceno, el tolueno y las nitrosaminas (derivadas de la nicotina). Así, el tabaquismo aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, boca, laringe, nariz, vejiga, páncreas, colon, recto, estómago, esófago, riñón y cérvix.

Problemas respiratorios

El tabaquismo también está implicado en el desarrollo de enfermedades respiratorias graves, de hecho, es la causa directa.

El tabaco es responsable del 80% de los casos de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).  La EPOC es una enfermedad respiratoria crónica muy frecuente en la población adulta y se produce por las lesiones provocadas en el árbol respiratorio por la inhalación de una sustancia tóxica, generalmente el tabaco. El tabaco provoca el engrosamiento de los bronquios, la destrucción de los alveolos y el aumento en la producción de moco, todo ello conlleva una obstrucción al flujo aéreo y una dificultad para respirar. También el tabaco es un agravante del asma.

Embarazo

Las sustancias tóxicas del tabaco atraviesan la placenta. Se contraindica el consumo de cigarrillos durante el embarazo por el riesgo para el bebé de bajo peso, parto prematuro y malformaciones como el labio leporino. También es más frecuente el aborto espontáneo.  

Otros

∙    Envejecimiento cutáneo.

∙    Esterilidad y disfunción sexual (impotencia).

∙    Pérdida del sentido del gusto sabor.

∙    Mala cicatrización de las heridas.

∙    Problemas bucales (de las encías, coloración de los dientes, caries…)

∙    Síndrome de muerte súbita del lactante (bebés expuestos a tabaquismo pasivo).

∙    La simple exposición al humo del tabaco provoca irritación ocular, irritación nasal, tos, estornudos, molestias en la garganta, expectoración, ahogo e infecciones respiratorias.