Existen muchas afecciones benignas de la piel que no ponen en riesgo la salud, pero que pueden tener un elevado impacto estético. Entre ellas se encuentran los siringomas.
Los siringomas o hidradenomas eruptivos son pequeños tumores benignos de la piel procedentes de la porción intradérmica de los conductos de las glándulas sudoríparas. Suelen afectar a mujeres jóvenes.
Se caracterizan por la aparición de pápulas de forma redondeada, firmes al tacto, habitualmente de 1 a 3 mm de diámetro, del mismo color de la piel o un color ligeramente más claro (amarillento o rosado). Pueden aparecer en cualquier zona de la piel, aunque suelen localizarse en diferentes partes del cuerpo, especialmente en los párpados (habitualmente en el párpado inferior o justo debajo de él). También pueden afectar al cuello, tronco, abdomen y los genitales. Menos común es su aparición en mejillas, frente, pecho, axilas, palmas de las manos y en el cuero cabelludo.
Los siringomas que aparecen en torno a los ojos suelen presentarse de forma simétrica en ambos ojos.
Las erupciones pueden aparecer en un número variable y suelen agruparse, formando placas.
Esta afección suele ser asintomática, si bien en ocasiones puede provocar picor.
La consecuencia más importante de los siringomas es su afectación estética.
Las causas que están detrás de la aparición de siringomas no son del todo conocidas. Sin embargo, existe una clara predisposición a padecerlas en determinadas personas.
Debido a que los siringomas en la zona vulvar son más frecuentes en adolescentes, mujeres en edad reproductiva y embarazadas, se considera como posible agente causal un componente de origen hormonal.
En cuanto a la causa hereditaria, se ha descrito un patrón de herencia autosómica dominante.
Otras teorías causales apuntan a procesos inflamatorios crónicos de la piel con implicación autoinmune.
Además, puede haber diferentes factores que pueden contribuir a un mayor riesgo de padecer siringomas:
Los siringomas, dependiendo de las características morfológicas y la zona en la que aparecen, se pueden diferenciar en:
Los siringomas a menudo se pueden confundir con otras afecciones de la piel, incluyendo el xantelasma, el tricoepitelioma múltiple, los quistes de millium, el granuloma anular, las verrugas planas, sarcoidosis e hiperplasia de las glándulas sebáceas, entre otras.
El especialista en dermatología deberá realizar las pruebas necesarias para conseguir un diagnóstico distintivo.
En la vulva, se ven afectados los labios mayores de forma simétrica causando muchas veces un picor intenso. Se han descrito tres formas de presentación clínica: la más frecuente con múltiples pápulas simétricas, una variante milioide donde coexisten quistes de millium y siringomas y una tercera con aspecto de liquen simple crónico con eritema y erosiones.
En el pene suelen ser lesiones asintomáticas, múltiples o solitarias. Su localización más frecuente es el dorso y la cara lateral del cuerpo del pene. También pueden extenderse por la zona escrotal.
Los siringomas son afecciones benignas que no requieren de tratamiento. Sin embargo, este se puede acometer para la eliminación de los siringomas por motivos meramente estéticos.
Entre los tratamientos disponibles para eliminar los siringomas se incluyen:
Ninguno de estos tratamientos se considera absolutamente satisfactorio y tampoco evitan las recidivas.