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Saco vitelino: ¿Qué es?

Consulta Ginecología

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Para el desarrollo del embrión y del feto, que dará lugar al nacimiento de una nueva vida a los 9 meses, se crean una serie de estructuras capaces de proteger y nutrir al feto durante su desarrollo y que se van modificando conforme avanza la gestación. Una de estas estructuras es el saco vitelino.

Saco vitelino: ¿Qué es?

¿Qué es el saco vitelino?

El saco vitelino (también denominado vesícula vitelina) se trata de una estructura embrionaria con forma de saco o bolsa adjunta al embrión que aparece en las primeras semanas de gestación y que es visible durante las primeras ecografías. Su evolución puede servir como marcador del progreso del embarazo en sus primeras etapas.

Esta estructura tiene el objetivo de transferir nutrientes y oxígeno. Su presencia es fundamental para el desarrollo de la placenta y para establecer una circulación normalizada entre esta y el embrión.

El saco vitelino se encuentra conectado a la abertura umbilical del embrión. Se forma en torno a la cuarta semana de embarazo y está rodeado de una membrana delgada que contiene líquido en su interior y presenta una pared interna rica en vasos sanguíneos.

¿Cuál es la función del saco vitelino?

La principal función del saco vitelino es proporcionar los nutrientes y el oxígeno necesarios para que el embrión se desarrolle. También se encarga de producir las células sanguíneas para la formación de la placenta y las células sexuales que migrarán hacia las gónadas primitivas del embrión para dar lugar al desarrollo de sus órganos sexuales. Además, se encarga de eliminar los desechos metabólicos y el CO2, tratándose de una estructura visible en la ecografía dentro del saco gestacional.

Saco vitelino en la ecografía

En el seguimiento médico del embarazo, la vesícula vitelina puede servir, junto a otros elementos e indicadores, como marcador de la correcta evolución del embarazo durante los primeros tres meses.

La ecografía transvaginal muestra el saco gestacional que puede identificarse ya con 2-3 mm de diámetro a las 2-3 semanas de embarazo (4-5 semanas desde la fecha de la última menstruación). El saco vitelino es la primera estructura que puede identificarse en el interior del saco gestacional. Se identifica como una estructura quística redondeada, de pared fina, dentro del saco cuando este alcanza los 6-8 mm, a partir de las 3,5 semanas de embarazo.

El saco vitelino crece a un ritmo de 1 mm por semana hasta alcanzar 6 mm en la semana 10 y disminuye a partir de entonces, no siendo visible ya a las 12-13 semanas. Con 5 semanas de gestación, es posible observar por ecografía la vesícula vitelina dentro del saco gestacional, confirmando de esta manera que hay embrión y que la gestación es evolutiva (de lo contrario, podría suceder que el embrión no se desarrolle, dejando un saco gestacional vacío). El embrión se observa como una estructura de unos 2-3 mm, junto al saco vitelino. La forma y el tamaño desarrollado del saco vitelino son importantes, ya que pueden indicar que existe algún problema en el desarrollo del embarazo.

Después de cumplir con su función de nutrir, oxigenar y recoger los deshechos del embrión, el saco vitelino suele desaparecer hacia la semana 12 de embarazo. Tras ello, la placenta debe haberse desarrollado adecuadamente para asumir esas funciones.

¿Qué pasa si no desaparece el saco vitelino?

En torno a la semana 12 de embarazo el saco vitelino desaparece, pasando a desempeñar sus funciones la placenta, que hasta ese momento estaba en desarrollo.

Efectivamente, el tamaño puede indicar un problema, especialmente cuando el diámetro del saco es superior a 9 mm o inferior a 3 mm después de la quinta semana. De igual modo, si el saco vitelino no desaparece y sigue estando presente después del primer trimestre de embarazo puede ser indicativo de problemas que suelen desencadenar un aborto natural, habitualmente porque el embrión no se ha podido llegar a desarrollar.