La obesidad es un proceso crónico que tiene múltiples causas y en cuyo tratamiento están implicadas modificaciones dietéticas y de estilo de vida (ejercicio), terapias psicológicas y tratamientos farmacológicos que, en conjunto, pueden conseguir pérdidas de peso alrededor del 10% a medio plazo, hecho que reduce algunas de las comorbilidades asociadas a la obesidad.
Sin embargo, a largo plazo estos tratamientos pueden perder eficacia ya que, si no hay un buen establecimiento de hábitos, el peso se puede volver a recuperar en un plazo inferior a cinco años. Por ello, las técnicas quirúrgicas mejoran las expectativas de pérdida de peso a largo plazo y además conllevan una mejoría de las comorbilidades y de la calidad de vida de los pacientes.
Los criterios de selección de pacientes candidatos a cirugía bariátrica son:
La cirugía bariátrica actúa sobre los mecanismos anatómicos para reducir la ingesta alimentaria y a su vez influir en la regulación fisiológica a través del equilibrio entre las sensaciones de hambre/apetito.
No obstante, los cambios metabólicos posteriores a una cirugía dependerán del tipo de técnica utilizada, entre las que destacamos:
Técnicas restrictivas
Su objetivo es reducir el volumen útil del estómago, consiguiendo una saciedad precoz y prolongada que contribuye a modificar el hábito alimentario. Entre las técnicas restrictivas, destacamos:
Técnicas mixtas
Son aquellas en las que se actúa, por una parte, reduciendo el estómago, y por otra parte, haciendo una derivación del intestino (mediante asa en Y-de-Roux). Entre las técnicas mixtas, destacamos:
Ante este abanico de posibilidades, el cirujano debe valorar individualmente qué técnica utilizar para cada paciente según su grado de obesidad, sus expectativas, su compromiso de cambio de hábitos a largo plazo o sus comorbilidades presentes. No obstante, la técnica quirúrgica “ideal” será aquella que cumpla con los siguientes requisitos:
La cirugía bariátrica constituye una herramienta eficaz en pacientes con obesidad mórbida refractaria al tratamiento médico. Además, el éxito de una cirugía bariátrica radica en una buena elección de la técnica acorde con las características de cada paciente. Sin embargo, estas técnicas quirúrgicas, pueden conllevar ciertos riesgos o complicaciones que varían según el tipo de técnica utilizada y que mostraremos en el esquema siguiente:
Principales técnicas |
Ventajas |
Inconvenientes/complicaciones |
Posibles candidatos |
Gastroplastia vertical anillada |
-No modifica la fisiología digestiva. -Técnica sencilla y de bajo riesgo quirúrgico. -La banda gástrica es ajustable y es una técnica reversible. |
-Reflujo gastroesofágico. problemas locales de la banda (estrechamiento, migración, infección, etc.) -Menor pérdida de peso. -Poca efectividad a largo plazo. -Vómitos e intolerancia alimentaria dilatación y herniación gástrica (en banda gástrica). |
-IMC 35-45. -Pacientes jóvenes. -Alta capacidad de colaboración. |
Banda gástrica ajustable |
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By-pass gástrico en Y-de-Roux (BPG) |
-Buena pérdida de peso -Buena calidad de vida (no malnutrición ni deficiencias severas de vitaminas / minerales) -En el caso de DBP: no requiere restricciones en la ingesta de alimentos |
-Fístulas. -Estenosis anastomosis gastro-yeyunal. -Alto riesgo de úlceras 8hemorragias digestivas). -Obstrucción intestinal. -Síndrome de Dumping. -En algunos casos, déficit de hierro y vitamina B12. |
IMC 40-52 no “picoteadores” |
Derivación biliopancreática (DBP) |
Diarrea, flatulencias, esteatorrea colelitiasis, malnutrición proteica, hiperparatiroidismo, secundario, osteoporosis, anemia, déficit de B12, déficit de oligoelementos, síndrome de Dumping |
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Cruce duodenal (CD) |
-Buena pérdida de peso -Integridad del estómago -No síndrome Dumping -No requiere restricciones calóricas |
-Cirugía muy compleja. -Diarrea esteatorrea. -Déficit de vitaminas liposolubles (A, D, E, K). |
Una vez el cirujano especialista haya decidido qué tipo de cirugía es más adecuada en cada caso, se deben realizar pruebas en las que se valora el perfil analítico (control de vitaminas y minerales o descartar la presencia de Helicobacter pylori para erradicarlo), el estado respiratorio y se descarta la posibilidad de presentar una apnea obstructiva del sueño (aunque no existan síntomas claros) porque se pueden mejorar las condiciones respiratorias (con fisioterapia) antes de la cirugía.
Por último, hay que tener en cuenta que todas las personas sometidas a una cirugía bariátrica deben llevar a cabo unas pautas concretas de alimentación ya que dichas técnicas promueven una reducción de la ingesta calórica total y selectiva intolerancia a ciertos alimentos, hecho que puede provocar déficits nutricionales. Por ello, la dieta deberá proporcionar todos los nutrientes necesarios para satisfacer, por lo menos, las cantidades mínimas diarias recomendadas, con un aporte de volumen reducido y, si es necesario, se deberá valorar la suplementación con vitaminas y oligoelementos.
Siempre deberemos tener en cuenta que para minimizar o evitar estas deficiencias nutricionales, es necesario un estricto control y seguimiento médico-nutricional, así como la aceptación y el compromiso por parte del paciente de mantener las directrices marcadas por el equipo multidisciplinario.