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Reducción de Pecho: Cirugía, Recuperación y Resultados

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La reducción de pecho, o mamoplastia, es el procedimiento quirúrgico mediante el cual se extrae tejido graso, tejido mamario y piel en el mismo acto quirúrgico, para disminuir el tamaño de las mamas en mujeres con mamas prominentes. Su objetivo es, por tanto, lograr unas mamas más pequeñas, ligeras y firmes.
Las cicatrices son visibles, pero fácilmente ocultables. Pueden darse problemas de cicatrización en fumadoras.

¿Quiénes suelen someterse a una reducción de pecho?

Se realiza en todas aquellas mujeres que presenten problemas físicos, como dolores de espalda y cuello. Lo ideal es realizarla en pacientes a partir de los 18 años, aunque pueden evaluarse casos individuales que requieran intervención antes de esa edad. No se recomienda su realización en mujeres que pretendan amamantar.

Visita prequirúrgica

En la visita prequirúrgica se deben disipar todas las dudas. Es aquí cuando el cirujano realiza una evaluación del volumen de la mama, aspecto y firmeza de la piel. La evaluación de cada caso es particular, y las técnicas a utilizarse, también. En este momento, las dudas que pueda tener la paciente han de quedar resueltas, y limitar expectativas a un plano real de cómo quedarían las mamas. Es ideal que la mujer no fume, no esté programando embarazos próximos, ni beba demasiado alcohol.

El procedimiento

  • El procedimiento implica ingreso hospitalario de al menos 24 a 48 horas.
  • La anestesia que se utiliza es anestesia general. El procedimiento suele durar entre dos y cuatro horas. Las cicatrices resultan de la extracción de grasa, piel y tejido mamario, y suelen ser peri-areolares (circundando la areola), seguidas de una cicatriz en forma de T inferior (una cicatriz vertical y una cicatriz horizontal desde la areola, resultando una T invertida, en forma de ancla).
  • La areola puede o bien recolocarse, conservando su inervación y sensibilidad, o bien reinsertarse, generalmente en procedimientos de reducción mamaria de tamaño gigante. Existen diferentes técnicas, pero ésta es una de las más utilizadas.
  • Ésta siempre debe realizarse en un ambiente estéril, quirúrgico adecuado, por un cirujano plástico cualificado.

La recuperación

  • Se dejarán dos drenajes, uno en cada mama, hasta que el débito por los mismos sea de 50 cc o menor. Entonces, se retirarán, y se colocará un vendaje para el postoperatorio inmediato, el cual se retirará el primer día y se colocará el sujetador ortopédico. Es ideal que la primera visita al cirujano sea dentro de los dos a cuatro días posteriores a la cirugía.
  • En los controles posteriores en consulta, se controlará la evolución de las cicatrices, y su mejoría, lo cual depende en gran medida de los cuidados extremos que lleve la paciente.
  • Las cicatrices son visibles, pero fácilmente ocultables. Pueden darse problemas de cicatrización en fumadoras, por lo cual se desaconseja que se fume al menos durante los 30-60 días previos a la intervención.
  • Posterior a la cirugía, la paciente no debe realizar esfuerzos durante los primeros 30 días, ni tampoco actividad física, ya que deberá cuidar mucho la cicatrización.
  • Deberá utilizar día y noche un sujetador anatómico especial, indicado por el cirujano. Esto evitará deformaciones e inflamaciones en el postoperatorio.

La recuperación total se produce al cabo de un año de la cirugía y es entonces cuando las mamas adquieren volumen y aspecto definitivo, algo que puede verse alterado por los cambios de peso o embarazo durante este periodo, por lo que no se aconsejan.

Si las expectativas fueron realistas, la paciente quedará totalmente satisfecha. Pueden utilizarse simuladores previos, en 3D, para dar a la paciente una dimensión del aspecto final que tendrá.

Siempre deberá evaluarse cada caso en particular, alergias, medicación ingerida, intervenciones previas, y hábitos para descartar la presencia de complicaciones durante y posteriores a la cirugía, que resulten de una ineficiente anamnesis en la visita pre-quirúrgica.