La radiofrecuencia es un tratamiento estético no invasivo, mediante el cual se produce una rotura de las células grasas en una determinada zona del organismo, utilizando la termoterapia, bajo la influencia de un campo eléctrico. La marca INDIBA es la marca registrada de radiofrecuencia más conocida actualmente. Durante el procedimiento, se coloca una placa de conducción protegida, que asegura que el frio que se aplica sea progresivo, y el cuerpo humano se adapte paulatinamente a él. Se utiliza para el tratamiento de celulitis y adiposidades, y logra actuar a nivel de la dermis profunda, estimulando una mayor reparación tisular.
La radiofrecuencia es un procedimiento inocuo, que actúa por calentamiento local de una zona del cuerpo colocada entre dos placas que transmiten la energía y las vibraciones. Se logra, así, un aumento de temperatura a nivel celular, incrementando la síntesis de colágeno y elastina, actuando asimismo a nivel del ADN celular y estimulando la regeneración celular. En consecuencia, produce una mejora en la elasticidad y firmeza de la piel, ayudando a eliminar toxinas, edemas y células muertas por el envejecimiento.
La radiofrecuencia INDIBA se aplica con dos electrodos metálicos (dos placas metálicas), de las cuales una primera placa conductora de frío permanece sobre la piel del paciente, y una segunda placa, conductora de calor, permanece fija bajo el cuerpo, en la parte posterior de la zona a tratar. De esta forma, actúa por dos efectos, efecto térmico y efecto mecánico.
El calor producido debe ser siempre agradable para el organismo. Se pueden tratar brazos, piernas, muslos, flaccidez abdominal, y celulitis. Es recomendable que se realice en centros autorizados por profesionales capacitados.
Las sesiones duran entre 30 y 35 minutos y, después de éstas, la paciente debe aplicarse compresas frías en las zonas tratadas, y cuidarlas con cremas hidratantes. Se realizarán entre seis y 10 sesiones, cada 20 días, hasta alcanzar una fase de mantenimiento, con una duración total del tratamiento de entre cuatro y 10 meses. Como todo tratamiento estético, debe acompañarse de un estilo de vida saludable, basado en una alimentación sana, para aumentar los efectos obtenidos.
Sirve tanto para mejorar la tonicidad de la piel facial, como para mejorar la celulitis. Es utilizado también en regeneración muscular y articular, durante tratamientos fisioterápicos.
Presenta como efecto adverso el enrojecimiento local de la zona, pero debe controlarse que no se generen contracciones musculares extremas que produzcan la destrucción muscular.
La paciente deberá estar hidratada previamente al tratamiento, ya que esto favorecerá la eliminación de toxinas durante el mismo.
La radiofrecuencia no es recomendable en personas que porten marcapasos, ni que estén embarazadas o en periodo de lactancia, que padezcan cáncer u alguna alteración de la piel, como quemaduras, infecciones, etc.
La radiofrecuencia facial es uno de los últimos avances conocidos para mejorar el aspecto y la tensión de la piel facial, ya que estimula la producción de colágeno y la vasodilatación, incrementando el flujo sanguíneo en la zona tratada, y estimulando una mayor eliminación de toxinas y radicales libres, que provocan el envejecimiento. Con ello se logra, una expresión facial con arrugas más suavizadas, dando un efecto lifting a la cara y cuello. También elimina las ojeras, y arrugas de expresión, mejorando el aspecto global de la piel.
Los efectos de los tratamientos faciales se suelen evidenciar a los 3 o 4 meses de iniciados, con resultados inmediatos. Generalmente, la edad de aplicación en las mujeres oscila entre los 30 y 50 años.