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Qué Obtenemos con la Punción Lumbar

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La punción lumbar es un procedimiento utilizado para obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo (en adelante LCR) o barrera física que rodea al encéfalo y a la médula espinal. Entre las funciones del LCR está proteger al encéfalo y la médula de lesiones frente a los movimientos bruscos, transportar nutrientes, eliminar sustancias de desecho y ayudar a mantener la presión a un nivel constante dentro del cráneo.

Para realizar una punción lumbar es necesario tener firmado el consentimiento informado por parte del paciente en el que se le informa de forma detallada de la técnica a realizar y de sus posibles complicaciones. Es muy importante que el paciente sea conocedor, en todo momento, de lo que se le va a realizar, así como su finalidad. No olvidemos que una punción es una técnica invasiva que puede ocasionar no sólo incomodidad sino también pánico en aquellos pacientes con belonefobia (fobia a las agujas).
La punción lumbar se debe realizar en condiciones de máxima asepsia, con material estéril, así como mascarilla y guantes.

¿En qué casos indicamos una punción lumbar?

La indicación prínceps de una punción lumbar es la confirmación diagnóstica de una infección del sistema nervioso central, aunque también es útil en casos de hemorragia subaracnoidea, cáncer, enfermedades desmielinizantes y en la enfermedad de Guillen-Barré.

¿Cuándo realizamos una punción lumbar urgente?

Cuando sospechamos una infección grave del sistema nervioso central (meningitis o encefalitis). Los síntomas que nos harán sospechar son: fiebre, cefalea, vómitos y signos meníngeos (como rigidez de nunca). En el resto de casos se opta por la realización de un TAC craneal en primer lugar. Posteriormente, podemos realizar una punción lumbar para completar el estudio cuando ya disponemos de un diagnóstico por imagen, por ejemplo, en caso de una hidrocefalia o de una esclerosis múltiple.

Otra indicación de la punción lumbar sería la administración de determinados fármacos que deban actuar directamente en el sistema nervioso central (por ejemplo, antineoplásicos).

A pesar de que no existen contraindicaciones absolutas para la realización de una punción lumbar debemos tener especial precaución en algunos casos como pueden ser la existencia de signos inflamatorios o infecciosos en el lugar donde está prevista la inyección (podría suponer un foco de infección del LCR) o en caso de un paciente muy inestable o con alteración de la coagulación (podríamos provocarle un sangrado).

¿Cómo se realiza una punción lumbar?

Se debe realizar en condiciones de máxima asepsia, con material estéril, así como mascarilla y guantes. Normalmente, el paciente es colocado en posición fetal (de lado). Se infiltra un poco de anestesia en el lugar donde vamos a realizar la punción para minimizar las molestias en el paciente. Las agujas de punción lumbar pueden tener diferente calibre dependiendo de si son para adultos o para niños. Al obtener la muestra de LCR se colocará en un tubo estéril que será analizado en el laboratorio. Podemos extraer hasta 40 ml sin riesgo de complicaciones. Tras la punción retiramos la aguja y colocaremos un apósito estéril en la zona de la punción. El paciente deberá permanecer en posición supina (estirado boca arriba) durante unas y beber mucho líquido para facilitar su recuperación. Es muy importante advertir de la posible cefalea post-punción dado que aparece con relativa frecuencia.

¿Tienes curiosidad por saber en qué lugar realizamos la punción?

El lugar específico de punción es entre las vértebras lumbares L3 y L4 en adultos o entre L4 y L5 en niños[.. ¿Por qué a este nivel? Para minimizar el riesgo de lesión medular (en adultos la médula termina entre L1 y L2 y en niños entre L2 y L3).

Una vez que la muestra está en el tubo y antes de enviarla al laboratorio examinamos su aspecto macroscópico. En condiciones normales el LCR normal es claro como el agua y se vuelve turbio en las infecciones.

¿Quieres saber qué analizamos del LCR en el laboratorio?

Miramos el contenido celular, el nivel de glucosa (la concentración de glucosa en el LCR oscila entre 45-80 mg/dl, aproximadamente el 60-70% de la glucemia plasmática) y la concentración de proteínas, entre otras cosas.

Como dato curioso, decirte que en caso de meningitis el valor de glucosa en el LCR está disminuido y las proteínas aumentadas, aunque pueden existir otras posibles causas.

¿Tiene alguna complicación?

Como hemos adelantado, a pesar de que la PL es un procedimiento relativamente seguro, no está exento de complicaciones, aunque se extremen las precauciones. De entre las posibles complicaciones destaca, por su mayor frecuencia, la cefalea post-punción. Aparece entre el 10% y el 30% de los casos. Cursa con cefalea frontal y occipital que suele aparecer entre las 12 y las 24 horas de la punción. Su duración media es de unos cinco días. El dolor empeora de pie y mejora al estirarnos. Puede acompañarse de náuseas, vómitos y mareo. Su tratamiento es el reposo y los analgésicos por vía oral. Debe consultarse con el médico si no evoluciona favorablemente. Otras posibles complicaciones pueden ser una meningitis (poco frecuente), un sangrado o un dolor de tipo ciático.

A pesar de tratarse de un procedimiento mínimamente cruento, aporta una información médica relevante en pacientes con sospecha de patología del sistema nervioso central. Así, si no está contraindicada por algún motivo especial, es una prueba diagnóstica solicitada frecuentemente en el estudio de enfermedades neurológicas.