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Qué Debo Saber Sobre la Anestesia

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¿Te van a operar y quieres saber un poco más sobre la anestesia? Tu “ángel de la guarda” en una cirugía es el médico anestesista. Él/ella se mantendrá en la cabecera de la mesa de operaciones, durante el transcurso de la misma, controlando de forma diligente tu tensión arterial, tu frecuencia cardiaca, la actividad cerebral, la respiración, la saturación de oxígeno en tus células, la temperatura dentro y fuera de tu cuerpo, la hidratación, las dosis de antibiótico… En definitiva, ¡todo!
No todas las intervenciones quirúrgicas en el caso de la Pediatría (niños) precisan de anestesia general. Depende de varios factores.

Sobre la anestesia

  • Anestesia es una palabra de origen griego que significa “insensibilidad”.
  • Antestesiología es la especialidad de la Medicina dedicada al alivio del dolor y al cuidado completo e integral del paciente quirúrgico, antes, durante y después de la cirugía.
  • Anestesista o anestesiólogo es el médico que practica la Anestesiología y Reanimación.

Tipos de anestesia

Existen tres tipos principales de anestesia:

  • Anestesia local: en este tipo sólo se elimina la sensibilidad dolorosa de una pequeña zona del cuerpo, mientras el paciente continua consciente. Es muy frecuente su uso, por ejemplo, en Odontología.
  • Anestesia locoregional: en ella se elimina la sensibilidad de una región y/o de uno o varios miembros del cuerpo. Puede ser:
    • Troncular: de un nervio o plexo nervioso.
    • Neuroaxial: actúa bloqueando el impulso doloroso a nivel de la médula espinal (que se halla en el interior de la columna vertebral), y, ésta, a su vez, puede ser:
      • Epidural o peridural: se introduce el anestésico en las proximidades de la médula, en el espacio epidural, es decir, sin perforar las capa más externa que protege la médula espinal (duramadre),  sino por fuera de ella.
      • Intradural o raquídea: se perforan las dos capas más externas que protegen la médula espinal (duramadre y aracnoides), liberándose el anestésico en el espacio subaracnoideo donde se mezcla con el líquido cefalorraquídeo que baña todo el Sistema Nervioso Central (encéfalo y médula espinal).
    • Otras como, por ejemplo, la regional intravenosa.
  • Anestesia general: se produce un estado de inconsciencia mediante la administración de fármacos hipnóticos (que inducen el sueño), por vía intravenosa, inhalatoria o ambas a la vez. Actualmente se realiza una combinación de varias técnicas, en lo que se llama “anestesia multimodal”.

La anestesia general persigue varios objetivos:

  • Analgesia o abolición del dolor, para lo cual se emplean fármacos analgésicos.
  • Protección del organismo frente a reacciones adversas causadas por el dolor, como por ejemplo, la reacción vagal (desmayo).
  • Pérdida de conciencia mediante fármacos hipnóticos o inductores del sueño, que duermen al paciente, evitan la angustia y suelen producir cierto grado de amnesia (abolición de los recuerdos).
  • Relajación muscular mediante fármacos relajantes musculares, para producir la inmovilidad del paciente, la resistencia de las cavidades abiertas por la cirugía y permitir la ventilación mecánica mediante aparatos respiradores, que aseguran la oxigenación.  

¡ATENCIÓN!

No todas las intervenciones quirúrgicas en el caso de la Pediatría (niños) precisan de anestesia general. Depende de varios factores, siendo el más importante la edad del paciente. A edades muy tempranas en las que no se producirá colaboración por parte del niño/a durante la intervención, la anestesia local no puede plantearse por cuestiones de confort y seguridad.

Tipos de fármacos utilizados en la anestesia

  • Fármacos hipnóticos: por vía intravenosa se utilizan el propofol, tiopental, midazolam, ketamina… Por vía inhalatoria se usan los compuestos halogenados (halotano, isoflurano…) y el óxido nitroso N2O.
  • Fármacos analgésicos mayores: opioides naturales (morfina) o sintéticos (fentanilo, petidina…).
  • Fármacos bloqueadores neuromusculares (miorelajantes): los derivados del curare (tubocurarina, pancuronio, atracurio, vecuronio, cisatracurio), succinilcolina…
  • Otras sustancias: anticolinérgicos (atropina); benzodiacepinas (midazolam, diazepam…)

Riesgos a destacar de la anestesia

  • Despertar intraoperatorio (DIO).

Es el estado en el que el paciente es consciente de los hechos ocurridos durante una operación bajo anestesia general y se debe a una administración de cantidad insuficiente de anestesia. Ocurre tan sólo en el 0’1-0’2% de casos (es decir, 1 o 2 casos por cada mil pacientes anestesiados).  En este cuadro la persona es capaz de tener percepciones auditivas (las visuales son raras), sentir la parálisis y/o el  dolor, provocándole todo ello  angustia, desamparo, indefensión o pánico. A medio plazo puede llegar a provocar trastornos psicológicos/psiquiátricos. Afortunadamente, la tecnología médica siempre avanza y en la actualidad se dispone de máquinas que valoran la profundidad de la anestesia, reduciendo notoriamente la posibilidad de aparición de este cuadro clínico aterrador, mediante la realización de un electroencefalograma al paciente, que permite valorar su nivel de inconsciencia.

  • Alergia y shock anafiláctico
  • Paro cardiaco y muerte: por múltiples causas. Hoy en día la anestesia está relacionada con 1 de cada 300.000 decesos aproximadamente.

Efectos secundarios de la anestesia

Los más frecuentes son:

  • Las náuseas y los vómitos: suceden tras la operación. Pueden provocar deshidratación y dehiscencia de las suturas (separación de los puntos de sutura) por la presión ejercida con el vómito.
  • Cefaleas (dolor de cabeza): principalmente en los tipos epidural e intradural se observa este molesto efecto secundario. Se debe a la pérdida de líquido cefaloraquídeo por el punto de punción de la aguja.
  • Dolor y hematomas en las zonas de punción de la anestesia.
  • Confusión mental: Es temporal y suele aparecer en personas mayores.
  • Síndromes de abstinencia: en los pacientes alcohólicos, p.ej.

RECUERDA…

  • La clave de una buena anestesia se basará en el uso de pocos fármacos y que sean bien conocidos.
  • Existe una considerable variabilidad interindividual en los requerimientos anestésicos previos a una intervención quirúrgica en la población. Se sabe que algunas diferencias son genéticas.
  • Hay cirugía especialmente delicada, como la torácica, la de corazón, la abdominal superior o la de urgencia, mientras que, entre las más “sencillas” están la ocular, la de mama, las endoscopias…