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Qué Debes Saber sobre los Juanetes

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¿Sabías que el primer dedo del pie se llama Hallux? De ahí el nombre de Hallux Valgus. Lo primero que tenemos que saber es que ese nombre hace referencia a los conocidos juanetes, también llamados bunios. Se trata de una deformidad que afecta al primer metatarsiano del pie y al primer dedo junto a la articulación que los une. A pesar de ser muy frecuente en adultos también puede aparecer en niños en cuyo caso recibe el nombre de Hallux Valgus congénito (aparece antes de los 15 años).
El juanete provoca una incongruencia articular y una afectación de toda la articulación entre el metatarsiano y la primera falange del primer dedo, por lo que se verá afectada tanto estética como funcionalmente.

¿En qué consiste?

Esta deformidad afecta al primer dedo del pie que está desviado y orientado hacia la cara externa mientras que el primer metatarsiano estará desviado y orientado hacia el borde interno del pie. Esto provoca una incongruencia articular y una afectación de toda la articulación entre el metatarsiano y la primera falange del primer dedo, por lo que se verá afectada tanto estética como funcionalmente (pues el acto de caminar se verá alterado).

Una enfermedad multicausal

Al tratar de buscar posibles causas asociadas concluimos que se trata de una deformidad de origen multicausal. Vamos a citar algunos factores asociados a su alta prevalencia:

  • Genética y herencia: numerosos estudios confirman la existencia de predisposición familiar entre padres e hijos. Se cree que no se hereda la deformidad, sino la funcionalidad del pie.
  • Calzado: es el factor más estrechamente relacionado con la aparición de esta deformidad. Los zapatos que más la favorecen son los apretados y en forma de punta, así como los de tacón. Como curiosidad, en personas que suelen caminar descalzas, es menos frecuente la aparición de juanetes.
  • Influencia hormonal y biotipo: podríamos considerar diferentes aspectos que favorecen una mayor incidencia en mujeres: la forma del pie (más estrecha), la laxitud ligamentosa (más común en mujeres), la disminución de niveles de relaxina en la menopausia (hormona que confiere laxitud a los ligamentos), etc.
  • Alteración en el apoyo podal: los pacientes que presentan un apoyo podal alterado y son portadores de plantillas u ortesis son candidatos a tener otras deformidades asociadas.

¿Qué síntomas presentará la persona afecta de Hallux Valgus?

Los motivos de consulta más frecuentes serán el dolor y la deformidad. El dolor estará localizado específicamente en la primera articulación metatarsofalángica, que puede irradiarse a la planta del pie por una alteración del apoyo durante la marcha.

La mejor manera de explorar esta deformidad es con el paciente de pie (en bipedestación) dado que en situación de carga se acentúa, mientras que se reduce al no apoyar. También analizaremos las posibles deformidades asociadas en los dedos contiguos, el arco plantar y la orientación y el apoyo del talón.

Conforme se hace más marcada la deformidad aparecerán otros síntomas locales que dificultarán la marcha, así como el uso de su calzado habitual, formándose de esta manera un círculo vicioso: se tenderá al uso de zapatillas de suela blanda que empeorará el apoyo podal y aumentará la deformidad y el dolor.

¿Cómo llegamos al diagnóstico de Hallux Valgus?

El diagnóstico comienza con una exhaustiva exploración clínica, y se corrobora con unas radiografías del pie en diferentes proyecciones que evidenciarán las conocidas deformidades.

Estableceremos el grado de afectación. Para ello disponemos de diferentes clasificaciones, como puede ser la Escala de Mánchester:

  • Grado 1: no deformidad
  • Grado 2: deformidad leve
  • Grado 3: deformidad moderada
  • Grado 4: deformidad severa

¿Cuál será el tratamiento más indicado?

Existen dos alternativas terapéuticas: el tratamiento conservador y el tratamiento quirúrgico.

  • El tratamiento conservador se propone en los estadios iniciales. El traumatólogo y el podólogo son los profesionales implicados más estrechamente en las enfermedades de los pies. En general, se opta inicialmente por un tratamiento conservador, salvo que el paciente presente un grado 4 o deformidad severa en cuyo caso se propone tratamiento quirúrgico directamente.

Es primordial que una persona con Hallux Valgus use plantillas para corregir el apoyo podal.  

Existen otros tratamientos como los separadores nocturnos (corrigen la posición del primer dedo durante el sueño), las ortesis de silicona (que funcionan como un separador interdigital) y las llamadas juaneteras (protegen de la fricción con el calzado).

Recomendaremos evitar tacones altos y calzado acabado en punta.

  • Cuando el tratamiento conservador es insuficiente para controlar los síntomas se optará por el siguiente eslabón terapéutico: la cirugía. Se recomendará en función del dolor, el grado de afectación, la edad, la actividad del paciente y las manifestaciones clínicas para el paciente. No estaría indicado intervenir un Hallux Valgus por motivos únicamente estéticos.

Las técnicas quirúrgicas para la cirugía del Hallux Valgus en la actualidad son menos agresivas.

El tratamiento estrella es la osteotomías o sección ósea del primer metatarsiano, pero existen muchas otras opciones destinadas a corregir la desviación del primer dedo y alinear el primer metatarsiano. Los resultados son buenos pero el postoperatorio pde ser doloroso.

¿Y QUÉ ES EL HALLUX VARUS?

Para finalizar te quería mencionar otra deformidad que afecta al dedo gordo del pie, pero mucho menos frecuente: el Hallux Varus. Como su nombre indica es la deformidad antagonista al juanete y se caracteriza por la desviación de dedo gordo del pie hacia la parte interna del mismo.

La mayoría de estas deformidades tiene indicación quirúrgica tras años de evolución, pero muchas de ellas mejoran con tratamiento ortopédico. No dudes en acudir al podólogo si observas un desgaste irregular en la suela de tus zapatos o tienes tendencia a desviar el pie durante la marcha.