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Qué Debes Saber sobre las Vacunas en Bebés

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Las vacunas son el segundo avance, tras el lavado de manos, que más vidas ha salvado. Es una de las herramientas de prevención más potentes que tenemos y que más sufrimiento y muerte ha evitado en el último siglo. Incluso, hay enfermedades, como la viruela, que ya no existen gracias a la vacunación masiva de la población.
Actualmente, hemos logrado disponer de las vacunas para prevenir de manera eficaz muchísimas enfermedades infantiles potencialmente graves.

Importancia de las vacunas y para qué sirven

En la antigua China, el médico era “excelente” cuando realizaba una gran tarea en prevención y sus clientes no enfermaban gracias a sus cuidados.

Actualmente, hemos logrado disponer de las vacunas para prevenir de manera eficaz muchísimas enfermedades infantiles potencialmente graves. Los más beneficiados son, justamente, los más débiles: niños y bebés que no tienen un sistema inmune maduro y fuerte.

Es cierto que, tras el nacimiento, los bebés disponen de un regalo materno de inmunoglobulinas que recibieron en el embarazo y que siguen ingiriendo durante la lactancia. Pero este arsenal defensivo, llamado inmunidad pasiva, decrece de manera dramática en los primeros meses de vida.

En resumen, son muy importantes para la salud porque protegen no sólo a las personas vacunadas, sino a toda la comunidad en la que viven, al conseguir que algunas enfermedades desaparezcan.

LAS PRIMERAS INMUNIZACIONES Y POR QUÉ SE LLAMAN “VACUNAS”

El médico británico Edward Jenner inventó la primera vacuna contra la viruela en 1796. Observó que la vaccina o viruela de las vacas podía transmitirse a los ordeñadores, quienes podían contagiarse, pero si había epidemia de viruela en la comunidad, ellos no resultaban afectados. Jenner ideó su investigación (inmunización e inoculación de linfa infectada de viruela vacuna) tras escuchar a una lechera de su pueblo decir: «yo no cogeré la viruela mala porque ya he cogido la de las vacas».

De este experimento, que cambió el rumbo de la medicina, nació el nombre de vacuna.

Cómo funcionan

Las vacunas son fruto de la investigación científica. Investigarlas cuesta muchísimo esfuerzo y sólo se ponen unas pocas veces en la vida, disminuyendo el gasto farmacéutico al evitar que las personas enfermen. Su objetivo no es enriquecer a las compañías farmacéuticas, si no reducir la morbi-motalidad de algunas enfermedades infecciosas, sobre todo en la población infantil.

Su funcionamiento es sencillo, son versiones debilitadas o inactivadas de los virus o bacterias responsables de determinadas infecciones. En las vacunas, estos microorganismos pierden su capacidad de virulencia, pero continúan con la capacidad de provocar una respuesta inmunitaria en el cuerpo. Esta respuesta se manifiesta en la creación de anticuerpos específicos frente a la enfermedad que causan. Los anticuerpos son proteínas que permanecerán durante toda la vida de la persona. Son la memoria del sistema inmunológico, si el agente infeccioso entra en el cuerpo tras la vacunación, lo reconocerán y lo atacarán para eliminarlo y evitar la enfermedad.

Tipos de vacunas

Hay cuatro tipos de vacunas:

  • Vacunas de virus vivos atenuados: los virus están muy debilitados, de manera que no causan enfermedad, solo generan inmunidad. Ejemplos: la triple vírica o la vacuna de la varicela.
  • Vacunas de microorganismos inactivados: se inocula una parte (proteínas) del virus o de la bacteria. Ejemplo: vacuna de la gripe.
  • Vacunas toxoides: se utiliza la toxina que produce el virus o bacteria, de manera que nos hace inmunes a los efectos dañinos de la infección y no a la infección en sí. Ejemplos: el tétanos o la difteria.
  • Vacunas biosintéticas: se inoculan sustancias artificiales similares a pedazos de los agentes infecciosos. Ejemplo: la vacuna conjugada del Haemophilus Influenzae tipo B (Hib).

¿Son seguras las vacunas?

Hay que saber que el riesgo de no vacunar es infinitamente mayor que el de vacunar. Hay muy pocos casos descritos de alergia a las vacunas o de relación con enfermedades graves. Todas las vacunas tienen posibles efectos secundarios. Sin embargo, la mayoría son reacciones leves y temporales como fiebre o dolor en la zona del pinchazo. La máxima precaución que se debe tomar es no vacunar con vacunas de virus vivos a los niños inmunodeprimidos o a las mujeres embarazadas

¿Qué reacciones vacunales deben preocuparme?

  • Una reacción alérgica grave: lesiones en la piel, dificultad para respirar, hinchazón de cara, lengua o extremidades, debilidad, mareo o pérdida de conocimiento. Este tipo de reacciones pueden suceder inmediatamente tras la vacunación u horas más tarde.
  • Fiebre muy alta.
  • Observar cambios de comportamiento no habituales.

El calendario vacunal: cómo funciona

El calendario de vacunación es la secuencia cronológica de vacunas que se administran a toda la población de un país o área geográfica. Su objetivo es obtener una inmunización adecuada frente a las enfermedades para las que se dispone de una vacuna eficaz.

Cada año las sociedades pediátricas elaboran un calendario con las vacunas recomendadas para el año entrante. Es una forma de realizar una revisión exhaustiva de las estrategias preventivas en la población infantil. Algunas vacunas son de dosis única y otras necesitan un refuerzo o, lo que es lo mismo, varias dosis. Dada la fragilidad de los lactantes, el generar inmunidad temprana a agentes infecciosos potencialmente graves, ha salvado muchas vidas.

Las vacunas que debo poner a mi hijo

En 2018 el comité de expertos de la AEPED (Asociación Española de Pediatría) ha establecido el siguiente calendario vacunal. Este puede sufrir alguna modificación según la Comunidad Autónoma.

Las vacunas se empiezan a aplicar a los dos meses de edad.