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Qué Debes Saber sobre la Miopía

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A medida que has cumplido años, has ido sumando dioptrías, ¿por qué? Eres miope y quieres saber si tus hijos también pueden serlo… Son preguntas habituales que intentaremos resolver en este artículo y que interesarán a muchos, pues la prevalencia de miopía en la población es de hasta el 25%.
Se produce una disminución de la agudeza visual lejana, con buena visión próxima. Los miopes suelen hacer guiños de párpados para mejorar la agudeza visual, lo cual puede ocasionar dolores de cabeza

Las ametropías

El desarrollo de la visión se produce de forma progresiva desde el nacimiento hasta alcanzar los 8-9 años de edad y, durante este periodo de “plasticidad”, la función visual se caracteriza por ser reversible, es decir, puede volver atrás o regresar. Por esta razón, cualquier anomalía ocular que en el periodo inicial de la vida dificulte el estímulo visual de la retina provocará una detención del desarrollo visual, e, incluso, una regresión de la función existente en el momento de la aparición de la misma.  A este proceso de paro o recesión de la función visual, se le conoce como ambliopía.

En el ojo normal, también llamado emétrope, el foco de la imagen se forma en un punto que coincide exactamente sobre la retina, produciéndose una imagen nítida sin necesidad de usar mecanismos de acomodación ocular.  En el ojo con defecto de refracción (ojo amétrope) el foco de la imagen de un objeto del exterior no coincide con la retina, dando lugar a una imagen poco nítida y hace necesaria la aparición de fenómenos de acomodación ocular para conseguir que esa imagen se vuelva nítida. Las ametropías pueden ser la hipermetropía, la miopía o el astigmatismo.

¿Qué pasa en el ojo miope?

Por el mayor tamaño del globo ocular del que sería deseable, los rayos luminosos que inciden en el ojo miope, procedentes de un objeto situado en el infinito, se enfocan por delante de la retina y, por tanto, formando una imagen borrosa. Contrariamente a lo que ocurre en el ojo hipermétrope, en el miope el mecanismo de acomodación no compensa el defecto de visión y, al no disponer de ningún otro mecanismo compensatorio que contrarreste el defecto de refracción, la agudeza visual del ojo disminuye claramente en la visión de lejos. El niño ve mal aunque los defectos sean leves (-0,5 a 1 dioptría).

Tipos de miopía

Existen distintos tipos diferenciados de miopía:

  • La miopía benigna o simple: afecta al 10% de la población y suele aparecer en edad escolar. Va aumentando gradualmente para detenerse al terminar la etapa de crecimiento.  Su evolución es benigna y no suele superar las 5-6 dioptrías.
  • La miopía maligna o degenerativa: representa entre un 1% y un 4% de los miopes. Suele iniciarse muy precozmente y aumentar a lo largo de toda la vida. Generalmente es superior a 6 dioptrías. Se trata de una enfermedad degenerativa de la retina.
  • La miopía transitoria del lactante: es poco frecuente y se debe a una excesiva curvatura natural, propia de los primeros años de vida, en la córnea y el cristalino, que se va aplanado de forma espontánea a medida que uno crece. Con ello, se consigue que el defecto llegue a corregirse parcial o completamente.
  • La miopía secundaria: se produce como consecuencia de otra enfermedad (un glaucoma congénito, por ejemplo).

Causas

En general, las ametropías tienen un origen hereditario multifactorial, aunque se expresa de forma muy diferente en cada persona. Por lo tanto, debe descartarse, siempre, que existan antecedentes familiares de este tipo de patologías.

La causa más frecuente de miopía es la debida a una longitud axial del globo ocular (una longitud antero-posterior del ojo) más grande de lo normal. Con menos frecuencia, se produce por la existencia de mayores curvaturas de las que serían deseables en la córnea o el cristalino, entre otros motivos.

Síntomas

Se produce una disminución de la agudeza visual lejana (“de lejos”), con buena visión próxima (“de cerca”). Los miopes suelen hacer guiños de párpados para mejorar la agudeza visual, lo cual puede ocasionar dolores de cabeza. También es muy frecuente el enrojecimiento ocular y la blefaritis crónica (inflamación de los párpados). En la miopía maligna se pueden hallar alteraciones en la prueba del fondo de ojo, como lesiones degenerativas en la retina más periférica predisponentes al desprendimiento de retina, o bien hemorragias.

La escuela es donde los defectos visuales se manifiestan de forma evidente, ocasionando un bajo rendimiento escolar.

Cómo se diagnostica

El diagnóstico de los defectos de refracción deberá ser realizado por el oftalmólogo. Desde la consulta del pediatra se deberá derivar al niño al especialista ante la sospecha de la existencia de alguno de estos defectos oculares.

La determinación de la agudeza visual mediante métodos subjetivos es posible a partir de los tres años de edad. Son pruebas o métodos subjetivos, los llamados “optotipos” (objetos/dibujos/letras) que deben situarse a cinco metros de distancia del niño y, a ser posible, en un ambiente con condiciones de buena iluminación y con el niño lo más tranquilo posible. Algunos de ellos son los “optotipos de Allen” o los “optotipos de Pigassou”, que se explorarán primero haciendo que el niño mire con ambos ojos y posteriormente con cada ojo por separado.  También puede ser utilizada a partir de los cuatro años de edad la clásica prueba de la “E de Snellen”: se presentan diversas letras “E” en diferentes posiciones y de distintos tamaños y el niño debe identificar su posición señalando con los dedos o colocando una “E” grande a su lado en la misma posición. Con esta exploración simple se pueden diagnosticar fácilmente todas las miopías, ya que éstas cursan con una clara disminución de la agudeza visual, siendo claramente necesaria la colaboración del paciente.

Además de todo lo especificado, el oftalmólogo, previa administración de colirios que tienen la finalidad de provocar la parálisis medicamentosa del sistema de acomodación ocular, puede realizar pruebas como la llamada “esquiascopía”, sin precisar respuestas del paciente a pruebas subjetivas.

Es muy importante tener presente que la agudeza visual del niño pequeño no está completamente desarrollada y que los resultados, por tanto, podrán variar con el paso del tiempo.

Tratamiento

La corrección óptica de las ametropías se realizará con lentes esféricas o cilíndricas, que pueden ser positivas (convexas) o negativas (cóncavas), dependiendo del defecto de refracción a tratar.

En el caso concreto de la miopía, el tratamiento se basa en la aplicación de cristales correctores negativos (divergentes, cóncavos). En los niños más pequeños y en defectos importantes se recomienda el uso de las gafas todo el día para asegurar el buen desarrollo visual. Los niños más mayores y con miopías leves pueden utilizar las gafas solamente para la visión lejana. En la miopía maligna deben realizarse controles periódicos de fondo de ojo.

Qué pronóstico tiene

Respecto a la evolución de los defectos de refracción (ametropías) en general, aunque no siempre se cumple, se puede admitir que el ojo del niño es hipermétrope en el momento del nacimiento y tiende hacia la normalidad (la emetropía) durante la etapa del crecimiento y desarrollo, sin acabar de conseguirla con plenitud, ya que el patrón refractivo del ser humano es ligeramente hipermétrope.  Partiendo de este esquema evolutivo, las hipermetropías tienden a mejorar con el paso del tiempo, las miopías empeoran y los astigmatismos se mantienen relativamente estables.

Conforme el niño crece, la miopía tiene a crecer por el aumento de tamaño del globo ocular, generalmente hasta pasados los 20 años. En la miopía maligna, puede ir aumentando durante toda la vida. En general, se dice que la ambliopía es recuperable hasta los cinco años, difícilmente se recupera a partir de esta edad y es prácticamente irrecuperable a partir de los 9-11 años. Por esta razón tiene tanta importancia llevar a cabo la detección y tratamiento precoz de las anomalías que pueden causar ambliopía (defectos de refracción, opacidades, estrabismos, etc.).

En la época de aprendizaje escolar, si mejora el rendimiento visual, paralelamente mejora el rendimiento escolar. El porcentaje de defectos de refracción que se detectan entre los niños más avanzados y los más atrasados en la adquisición de contenidos dentro de una misma aula, evidencian que entre los que presentan más dificultades hay un tanto por ciento más elevado de defectos de refracción que en el grupo de los más avanzados.