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Puerperio, Recuperación del Aparato Reproductor tras el Parto

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Después del parto es importante respetar los tempos y tener una serie de precauciones y realizar las acciones necesarias para que todo vuelva “más o menos” a quedar como estaba antes del embarazo.

El embarazo es un proceso fisiológico, pero que supone una importante sobrecarga física para la mujer.

Qué pasa en el embarazo

El embarazo es un proceso fisiológico, pero que supone una importante sobrecarga física para la mujer:

  • Durante la gestación es normal un incremento de peso de 10-12 Kg, en los mejores casos, pero no es infrecuente un aumento mucho mayor. Este peso de más lo carga la espalda, las rodillas y los tobillos de la embarazada causando frecuentes dolores de espalda.
  • La distensión abdominal y el volumen que carga la embarazada en su abdomen hace que la musculatura abdominal se distienda y muchas veces los músculos abdominales se separan de la línea media, además el centro de gravedad del cuerpo se adelanta con lo que la columna vertebral debe arquearse para mantener la estabilidad.
  • El útero que contiene el feto aumenta de tamaño a medida que avanza el embarazo llegando hasta debajo de las costillas al final de la gestación
  • Los ligamentos entre los huesos de la pelvis adquieren cierta laxitud para permitir un mínimo juego entre ellos que facilite el paso del feto a través suyo en el momento del parto.
  • La vagina se engrosa para permitir su estiramiento durante el parto y todos los órganos pélvicos se congestionan por la presión que ejerce el útero gestante

Todos estos cambios culminan en el momento del parto en el que la presión ejercida por las contracciones uterinas empujará el feto hacia el exterior por la vagina. Esto puede comportar, en ocasiones, el descenso de los órganos pélvicos o lesiones ocasionadas por el feto en su expulsión. Y en caso de cesárea, también los músculos abdominales se verán afectados por la intervención.

La recuperación tras el parto

  • El primer paso de la recuperación postparto es buscar la manera de que la madre descanse tanto como sea posible, se alimente bien, y duerma el número suficiente de horas, aunque sea de forma interrumpida por la lactancia y los cuidados del bebé.
  • Se aconsejan suplementos vitamínicos, una buena dieta y hidratación y antiinflamatorios en los primeros días del puerperio.
  • Y una vez terminado el puerperio inmediato, después de los primeros días-semana empezar un plan de recuperación para que la musculatura abdominal y pélvica recupere su anatomía y fuerza.

Este plan lo dividiremos en las medidas a tomar durante el puerperio inmediato y el tardío:

  • En el puerperio inmediato, durante la primera semana postparto:

Las recomendaciones empiezan por los cuidados necesarios para una correcta cicatrización de la episiotomía o cesárea siguiendo los consejos del médico

Evitar actividad física innecesaria pues el cuidado del recién nacido ya constituye suficiente carga, evitando cargar peso, estar mucho tiempo de pie o andar demasiado, aunque a la vez es conveniente una mínima movilización de las piernas para evitar problemas vasculares y no estar demasiado en cama.

La lactancia materna es muy beneficiosa para madre e hijo, pero hay que procurar tener una buena postura pues favorece los dolores de espalda que ya son frecuentes por el simple hecho de la readaptación de la columna a que nuevamente se ha desplazado el centro de gravedad del cuerpo. También favorece el restreñimiento, que hay que evitar para no hacer descender más los órganos pélvicos el soporte de los cuales ya está debilitado por el parto. Hay que recomendar un abundante aporte de líquido.

Después de los primeros días del parto ya podemos empezar a hacer ejercicios de Kegel para tonificar el suelo pélvico y aplicar el mismo concepto de este ejercicio al hacer cualquier contracción abdominal: cargar un peso, toser, estornudar…

Y no realizar ningún ejercicio abdominal tradicional ni mantener relaciones sexuales durante los primeros 40 días

Los ejercicios de Kegel consisten en contraer voluntariamente la musculatura del suelo pélvico como si quisiéramos interrumpir el chorro de orina durante la micción. Mantener esa contracción unos segundos y aflojar, repetir 10-15 veces, y intentar realizar esta maniobra de forma rápida contraer-aflojar-contraer-aflojar sin mantener la tensión también 10-15 veces, realizando estas series dos o tres veces al día

  • En el puerperio tardío, desde la semana hasta el final de la cuarentena:

Seguir las recomendaciones anteriores incrementando nuestra actividad física y los ejercicios de Kegel, y a partir de la cuarentena ya se pueden iniciar los ejercicios abdominales hipopresivos, que consisten en contraer los músculos abdominales hacia el interior del abdomen, trabajando mucho la respiración y el diafragma, sin que haya movimiento. En esta fase un fisioterapeuta especializado podrá valorar el estado de la musculatura abdominal y pélvica y dirigir estos ejercicios, y en ocasiones añadir algún tratamiento adicional específico como electroterapia, terapias manuales o técnicas de biofeedback.

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