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Prevención y mejora de la diabetes tipo 2

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Hay 415 millones de personas con diabetes en todo el mundo y la Federación Internacional de Diabetes alerta de que, en el año 2040, uno de cada diez adultos padecerán la enfermedad, lo que supondrá 642 millones de personas. En España, la mayoría de los pacientes padece la diabetes tipo 2, que suele aparecer a partir de los 30-35 años, y el 70% podría prevenirse con una alimentación equilibrada, ejercicio físico y una vida saludable sin tabaco ni alcohol.

La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica en la que los niveles de azúcar (o glucosa) en la sangre están aumentados.

¿Qué es la diabetes?

La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica en la que los niveles de azúcar (o glucosa) en la sangre están aumentados. A la glucosa que circula por la sangre se le llama glucemia.

El aumento de glucemia es el resultado de defectos en la secreción de insulina, en su acción o en ambas. La insulina es una hormona fabricada en el páncreas y que permite que las células utilicen la glucosa de la sangre como fuente de energía.

Un fallo de la producción de insulina, de la acción de la misma, o de ambas cosas, genera un aumento de los niveles de glucosa en la sangre (hiperglucemia). De no controlarse adecuadamente, a largo plazo, la presencia continua de glucosa alta en la sangre puede provocar alteraciones en la función de diversos órganos, especialmente los ojos, los riñones, los nervios, el corazón y los vasos sanguíneos.

Tipos de diabetes

La OMS (Organización mundial de la salud) reconoce tres formas de diabetes mellitus: tipo 1, tipo 2 y diabetes gestacional.

Características de la Diabetes tipo 1

  • Suele aparecer en gente joven, normalmente por debajo de los 35 años
  • Enfermedad autoinmune, provoca un déficit absoluto de insulina
  • Presentación brusca con sintomatología variada: intensa sensación de sed, aumento del volumen de orina, cansancio, aumento del apetito, pérdida de peso…
  • No existe relación con el estilo de vida: sedentarismo, sobrepeso u obesidad, tabaco, mala alimentación…
  • Tratamiento obligatorio con insulina
  • No se puede prevenir

Características de la Diabetes tipo 2

  • Es la forma más común de diabetes
  • Se presenta en personas de edad adulta, aunque cada vez hay más jóvenes, a partir de los 30-35 años.
  • De origen no inmunológico, se caracteriza por una resistencia a la acción de la insulina asociada a un fallo progresivo en la secreción pancreática de insulina.
  • Los síntomas son menos evidentes que la de tipo I y no suelen producir ninguna molestia, salvo cuando se producen complicaciones. 
  • Los factores de riesgo que la favorecen son la obesidad, el sedentarismo, la mala alimentación y la falta de ejercicio físico. 
  • Puede haber un factor genético o hereditario
  • El tratamiento inicial es mejorar el estilo de vida con una correcta alimentación e instaurando una rutina de ejercicio físico. Si aun así no se llega a controlar la glucemia, será necesario el tratamiento farmacológico oral, insulínico o ambos.

¿Cómo se diagnostica la diabetes?

El diagnóstico se basa en uno o más de los siguientes datos:

  • La presencia de síntomas típicos de la diabetes acompañados de unos niveles de glucosa en sangre en cualquier momento del día igual o mayor a 200 mg/dl.
  • Niveles de glucosa en sangre en ayunas iguales o superiores a 126 mg/dl confirmados en dos o más ocasiones.
  • Alteraciones en el resultado de una prueba especial que se llama Sobrecarga oral de glucosa (SOG). Esta prueba consiste en dar de beber 75 g de glucosa disueltos en agua y después determinar el nivel de azúcar en sangre a las dos horas.  Valores por encima de 200 mg/dl son diagnósticos de diabetes. Cuando los valores se sitúan entre 140 y 199 mg/dl, hablamos de intolerancia a la glucosa, que se considera un paso previo a la diabetes. Esta prueba sólo se realiza cuando los apartados anteriores no han sido suficientes para establecer el diagnóstico.

Complicaciones por un mal control de la enfermedad, ¿cómo prevenirlas?

La diabetes puede provocar lesiones en los órganos como consecuencia del exceso continuado de glucosa (azúcar) en la sangre. La complicación más importante son las enfermedades cardiovasculares, que constituyen la principal causa de mortalidad prematura entre los diabéticos, pero no son las únicas:

    • Microangiopatía diabética.
    • Nefropatía, insuficiencia renal.
    • Neuropatía diabética.
    • Complicaciones del pie.
  • Retinopatía diabética.

Para prevenir estas complicaciones se debe:

  • Controlar los niveles de glucosa en sangre.
    • Medir los niveles de glucosa capilar en los dedos.
    • Medir la hemoglobina glicosilada en un análisis.
    • Cumplir correctamente con el tratamiento.
  • Evaluar las posibles complicaciones durante las visitas médicas:
    • Examen del fondo del ojo.
    • Examen diario de los pies.
    • Control de la tensión arterial.
    • Detección de proteínas en la orina.
  • ​Prevenir las complicaciones cardiacas: abandonar el tabaco, controlar la hipertensión, controlar la glucosa en sangre, etc.

¿Cómo mejorar la glicemia del diabético tipo 2?

La convivencia con la diabetes se asienta sobre tres pilares básicos: la alimentación, el ejercicio físico y el tratamiento farmacológico.

  • Los pacientes diabéticos (y no diabéticos) deben llevar una dieta sana, variada y equilibrada. 
  • Los horarios de comidas deben ser regulares y sin saltarse ninguna ingesta para evitar posibles hipoglucemias o bajadas de azúcar. Por este motivo, es fundamental realizar una merienda y un tentempié a media mañana.
  • En caso de hipoglucemias, conviene tener a mano siempre azúcar (un sobre), una bebida azucarada o una fruta con tal de facilitar la recuperación del nivel de glucosa en sangre lo antes posible.
  • Se recomienda una alimentación rica en fibra. Retrasa el vaciamiento gástrico y disminuye la absorción de los hidratos de carbono y los lípidos, reduciendo las glucemias de después de una comida. Se aconseja el consumo de alimentos ricos en fibra: verduras, fruta entera (no en forma de zumo), legumbres, cereales integrales (opciones integrales de: cereales sencillos de desayuno como los copos de avena, pan, pasta o arroz integral).
  • Se debe controlar la cantidad y el tipo de grasa en la dieta. Se sustituirán los alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol por otros con grasas mono y poliinsaturadas. Las grasas saturadas son las presentes en alimentos como los lácteos enteros, carnes grasas, charcutería, vísceras, carnes grasas. Se aconsejará el consumo de aceite de oliva, pescado blanco y azul, aves de corral, frutos secos, aguacate, semillas y derivados lácteos semidesnatados.
  • Se debe seguir una dieta libre de alimentos ricos en azúcares o hidratos de carbono simples (azúcar, miel, mermelada, zumo de fruta, bebidas azucaradas, refrescos, golosinas, bollería, chocolate y derivados) y controlada en alimentos ricos en azúcares complejos o absorción lenta (cereales, patata, legumbres).
  • La práctica de ejercicio físico regular (al menos 150 minutos por semana) ha demostrado mejorar el control de la glucemia, los factores de riesgo cardiovascular y el perfil lipídico, así como facilitar la pérdida de peso y aumentar el grado de bienestar.
  • También es altamente recomendable dejar de fumar, ya que el tabaquismo actúa como factor de riesgo cardiovascular.

La medicación es un complemento para aumentar el efecto de la alimentación y del ejercicio, constituyendo los distintos fármacos orales y/o insulina la base farmacológica en la diabetes tipo 2. El autocontrol en el hogar mediante análisis regulares y el seguimiento médico son fundamentales para prevenir y retrasar la progresión de complicaciones serias relacionadas con la enfermedad y reducir la mortalidad.

¿Se puede prevenir la diabetes tipo 2?

Como ya se ha comentado anteriormente, los factores de riesgo que favorecen la diabetes tipo 2 son la obesidad, el sedentarismo, la mala alimentación y la falta de ejercicio físico. Estos son factores modificables y dependen de uno mismo, por lo tanto, sí podemos prevenirla (siempre y cuando no haya un factor hereditario, ya que en ese caso sería un factor no modificable).