Durante años la práctica del ejercicio físico en el embarazo ha sembrado dudas sobre el tipo, intensidad y duración del ejercicio, o si existe riesgo para la gestante o el feto. Es cierto que, para garantizar una práctica segura, se deben respetar unos parámetros debido a los cambios que experimenta el cuerpo durante dicho periodo. La práctica del método Pilates durante el embarazo, se ha implantado durante los últimos años como un ejercicio físico ideal para las gestantes ya que se adapta a sus necesidades y cumple con los beneficios necesarios durante esta etapa.
Durante el embarazo se producen muchas modificaciones anatómicas y físicas, y el cuerpo de la embarazada se encuentra en una adaptación continua. La pelvis y el útero se agrandan y la musculatura del suelo pélvico y del abdomen se elongan a causa de las hormonas del embarazo (relaxina) para poder albergar al feto. El método Pilates fortalece la musculatura del abdomen, columna y suelo pélvico sin riesgo de comprometer las articulaciones con una carga excesiva, razón por la cual se ha convertido en un método revolucionario dentro del mundo premamá.
Se trata de un sistema de acondicionamiento físico en el cual se trabaja el cuerpo de forma global. Se pretende fortalecer la musculatura, desde la más profunda a la más periférica, a través de la conciencia corporal y la postura, realizando movimientos lentos y controlados acompañados por la respiración. Es un ejercicio anaeróbico, lo que quiere decir que es una actividad de fuerza en tiempos cortos con el objetivo de reforzar la musculatura y aumentar el equilibrio y la flexibilidad.
Joseph Hubertus Pilates fue su creador a comienzos del siglo XX en EEUU, desarrolló esta disciplina influenciado por sus conocimientos en yoga, artes marciales, fisioculturismo y la anatomía del cuerpo humano. Se hizo popular dentro del mundo de la danza, por lo que era y sigue siendo una práctica muy común entre los bailarines. No obstante, a pesar de que el método tiene más de 70 años, su práctica y reconocimiento en Europa es reciente.
El método se practica en el suelo sobre colchonetas, bajo supervisión de un profesional que puede ser un instructor o fisioterapeuta especializado, que dirige el movimiento y corrige la postura. Las clases se imparten en grupos reducidos o de forma individual a fin de conseguir mejores resultados y evitar posibles lesiones derivadas de una mala ejecución. Con los ejercicios se pretende conseguir un equilibrio muscular, reforzando la musculatura debilitada, en este caso la del abdomen, espalda y suelo pélvico que será uno de los motores durante el parto y flexibilizando la musculatura acortada sin sobrecargas de las articulaciones, lo que permite que la práctica sea agradable y sin riesgos.
El inicio de la práctica variará según la condición física de la mujer. Si ya se practicaba de forma habitual y el embarazo se desarrolla normalmente es posible continuar ya que los ejercicios se irán adaptando en función de la evolución del embarazo. No obstante, para mujeres primerizas en el método, se recomienda comenzar a final del primer trimestre cuando las molestias de los primeros meses de embarazo desaparezcan.
Cualquier duda o molestia deberá ser transmitida siempre al instructor o al fisioterapeuta para intentar encontrar una alternativa a la postura o rebajar la intensidad del ejercicio.
La práctica del método Pilates estaría contraindicada en gestantes con hipertensión o con afecciones cardiacas, abortos habituales, placenta previa, hiper o hipotiroidismo, fatiga extrema, obesidad excesiva. En todo caso, la práctica del ejercicio en el embarazo siempre debería estar indicada por un médico y supervisada por un profesional especializado.
Haz nuestro test de embarazo y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.