En la actualidad, se da gran relevancia a cómo manejamos las emociones. Es importante valorar como nos sentimos y la importancia de ello para nuestra vida. Además, es evidente que cada persona tiene un grado distinto de emocionalidad y una capacidad distinta para gestionar sus emociones.
Hay personas que debido a su capacidad empática y a sus experiencias vitales son personas altamente sensibles, lo que por un lado se puede considerar una virtud. Y aunque les permite una mayor vinculación, también supone que los acontecimientos del día a día les afecten con mayor intensidad.
Las personas altamente sensibles, suelen ser personas inteligentes y presentan una serie de características que las convierten en especiales y peculiares.
El término ‘Persona Altamente Sensible’ (PAS) hace referencia a la persona que es más susceptible frente a los estímulos con gran carga emotiva o que generan mucho estrés.
Son personas “esponja” pues se imbuyen de todo lo que les rodea, debido a una capacidad empática extraordinaria. Esto a veces puede sobrecargar su sistema cognitivo por la cantidad de información que tratan de procesar. Esto puede suponer que se saturen o se cansen emocionalmente de forma más rápida que otras personas.
Así mismo, presentan una mayor capacidad de respuesta emocional. Son capaces de apoyar y comprender a su entorno de una manera más precisa. En definitiva, son el mejor amigo que alguien puede tener. Esta forma de vivir las emociones se traduce en una empatía muy desarrollada hacía las personas, pero también hacia los animales y la naturaleza en general.
Ser una persona altamente sensible es una característica personal y no implica padecer un trastorno psicopatológico. Sin embargo, si nos sucede a nosotros es importante saber por qué, para poder gestionarlo de la mejor manera. Algunas estimaciones sitúan este rasgo de personalidad en el 20% de la población.
Con personas PAS puede ser necesario aprender técnicas de gestión emocional, que nos permitan desarrollar la inteligencia emocional. Les pueden ayudar a comprender mejor sus diferencias con los demás y de qué manera valorar sus virtudes.
De la misma manera, se trata de personas que necesitan sentirse escuchadas y desahogarse para procesar toda esa carga emocional que recogen en su “mochila”. Por esto, un acompañamiento por parte de un profesional de la psicología puede ser de gran valor para este tipo de personas, sin que eso suponga estar “enfermo”.
Las personas altamente sensibles poseen ciertos rasgos que las distinguen fácilmente:
Suele ser bastante sencillo identificar una PAS, como consecuencia de su especial modo de comportarse. Algunos rasgos que te pueden servir para identificarlas y poder comprenderlas incluyen:
Las personas altamente sensibles aprecian con facilidad las sutilezas que para otros pasan desapercibidas. Esta capacidad extraordinaria para experimentar sensaciones y emociones las convierte en personas con una vida interior a menudo poco comprendida. Si conoces a alguien que coincida con estos criterios, te invitamos a que te sientes y los escuches, ellos te lo agradecerán enormemente y tu podrás aprender una forma distinta de valorar tu entorno.