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Osteopatía: Tipos, Lesiones, Beneficios y Contraindicaciones

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En nuestro país, el ámbito de la osteopatía no está del todo definido. Se trata de una disciplina cuyos estudios no están reglados en forma de diplomatura independiente (a diferencia de otros países como Francia). Es por ello que, en España, no es preciso disponer de otros estudios para realizar un curso específico de esta formación. Vamos a ver qué hay que tener en cuenta al acudir al osteópata.
La osteopatía se podría definir como una disciplina terapéutica que engloba un conjunto de intervenciones manuales.

¿Qué es exactamente?

La osteopatía se podría definir como una disciplina terapéutica que engloba un conjunto de intervenciones manuales (sobre todo manipulaciones) y cuya finalidad sería identificar y resolver las disfunciones del aparato locomotor y/o de las vísceras.

Se basa en el holismo, un principio que interpreta que el cuerpo funciona como una unidad. Contempla que todos los sistemas del cuerpo trabajan conjuntamente y están relacionados entre sí y, por tanto, los trastornos en un sistema pueden afectar el funcionamiento de los otros. Basándose en este principio el osteópata aborda manualmente las disfunciones del cuerpo, que actuarían como estímulos para aquellos órganos y vísceras con función alterada provocando una respuesta orientada a recuperar la normalidad del cuerpo de forma global.

Se trataría, pues, de manipular el cuerpo desde fuera para esperar una respuesta interna que regule el buen funcionamiento de forma integral.

Con cautela…

Debemos ser cautelosos en cuanto a la opción osteopática. En primer lugar, porque debemos ser valorados médicamente para conocer nuestra patología antes de solicitar un tratamiento y, en segundo lugar, porque los tratamientos de la osteopatía no tienen una indicación adaptable a todo tipo de público y patología. Esto significa que haya que acudir con reparos al osteópata, sino que hay que asegurarse de que lo hacemos a uno bien referenciado, conocedor de la patología a tratar y de las limitaciones terapéuticas, como ocurre en el resto de especialidades.

¿Cuándo es recomendable acudir a un osteópata?

Mi recomendación es que, si tienes unos problemas osteomusculares, acudas inicialmente a la visita de un traumatólogo para que te valore y estudie. Normalmente se requiere alguna prueba complementaria para afinar el diagnóstico. Una vez dispongas de un diagnóstico definitivo, tu médico te indicará las opciones terapéuticas indicadas en tu caso. En general, en fase aguda suele recomendarse tratamiento sintomático. Posteriormente, estaría indicada la recuperación osteomuscular. Es aquí donde podríamos contemplar un proceso de rehabilitación, fisioterapia u osteopatía. Elegir una u otra opción dependerá básicamente del proceso a tratar: no es lo mismo el abordaje de una lumbociatalgia aguda con un dolor invalidante irradiado a la pierna que el tratamiento de una contractura crónica por posturas forzadas. El primer caso es competencia absoluta del traumatólogo mientras que el segundo sería del fisioterapeuta y/o del osteópata, según tu elección.

¿Qué campos de acción tiene la osteopatía?

Ya sabemos que el tratamiento osteopático incide en el masaje y las manipulaciones físicas del tejido muscular y huesos (sobre todo la columna vertebral como cervicalgias, dorsalgias y lumbalgias agudas y crónicas y tendinopatías como el codo de tenista y de golfista).  Otros campos serían el sistema visceral y el cráneo (su pretensión es abarcar todo tipo de patologías como pueden ser migrañas, vértigos, desarreglos hormonales y menstruales, dolores intercostales, dolores pélvicos, esguinces, etc.).

El motivo más frecuente de consulta en osteopatía es el dolor vertebral.

¿Cuál es la base de los tratamientos del aparato locomotor?  

Como hemos comentado, el principio de la osteopatía se basa en buscar el origen del dolor que no siempre coincide con la zona donde tenemos los síntomas. Para un osteópata, en muchas ocasiones la zona dolorosa es un reflejo del dolor originado en otra zona (ubicada por encima o por debajo de la región que presenta los síntomas). Por ello persiguen tratar las zonas “origen” para aliviar el dolor reflejado en la zona del dolor. No existe suficiente evidencia científica que soporte esta base. Sin embargo, ¿quién no conoce a alguien que haya acudido a un osteópata con buenos resultados?

Por supuesto, tengo que añadir que las manipulaciones osteopáticas deben contraindicarse en procesos que afecten a la densidad ósea por el alto riesgo de fractura con consecuencias fatales como pueden ser: cáncer óseo, enfermedad reumática, fracturas y luxaciones, malformaciones del esqueleto y osteoporosis.

  • En cuanto a la osteopatía para el tratamiento de patología visceral pretende abordar síntomas de hernia de hiato, estreñimiento, trastornos digestivos biliares (vesícula biliar), trastornos menstruales (dolor menstrual o desarreglos). Normalmente esta terapia se basa en masaje centrado en la pared abdominal y de resultados científicamente inciertos.
  • Tenemos que hacer especial mención a la opción de la osteopatía durante el embarazo cuya finalidad, más que terapéutica de alivio de síntomas, va encaminada a la adaptación progresiva de los cambios físicos y fisiológicos que se suceden durante el embarazo. Es una opción, aunque te aconsejo que lo consultes con tu ginecólogo, si es tu caso.
  • Respecto a la osteopatía craneal persigue el alivio de síntomas y la disminución de la intensidad de dolor en las crisis de la migraña, la cefalea, la sinusitis, la rinitis, etc. Se basa en la liberación de la tensión de los músculos cráneo-cervicales y el masaje de las zonas gatillo.

Por tanto, como ocurre con cualquier otra praxis, el osteópata debe asumir sus competencias y limitaciones. Este tipo de opciones terapéuticas no eximen de la visita médica de la especialidad oportuna para controlar la evolución de la patología. Es decir, si vas a un osteópata no quiere decir que dejes de ir al médico.

Garantías

Para finalizar quería mencionarte la RESOLUCIÓN 2/2009 aprobada por el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España sobre la resolución de la Osteopatía en relación al ejercicio profesional del Fisioterapeuta. Defiende, muy celosamente, que el ejercicio de la Osteopatía debería exigir la titulación de Diplomado o Graduado Universitario en Fisioterapia como requisito indispensable. Manifiesta, a su vez, que toda regulación profesional de la Osteopatía debería recoger en su postulado la obligatoriedad de la obtención previa del título oficial vigente para el ejercicio profesional de la Fisioterapia.

Si bien muchos fisioterapeutas titulados e incluso médicos optan por practicar la osteopatía y se forman para ellos, también se ponen a aplicar esta técnica otras personas sin conocimiento previo en esta competencia (por tratarse de un estudio de acceso directo). Así, un osteópata puede tener amplios conocimientos y una base sólida (respaldada por una Licenciatura o una Diplomatura) o bien puede ocurrir que su formación sea exclusivamente un curso de Osteopatía específico sin ninguna base previa. En España, la Osteopatía no está reconocida como una actividad profesional independiente. Su práctica terapéutica no está incluida en el Código de la Sanidad Pública y el Código de la Seguridad Social. Algunas universidades la incluyen como asignaturas de distintos estudios de grado como Fisioterapia y Podología.