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Monocitos altos: ¿Qué niveles son preocupantes?

Análisis clínicos

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Los glóbulos blancos o leucocitos son un tipo de células sanguíneas cuya función es defender al organismo frente a infecciones, agentes patógenos y células tumorales.

Existen varios tipos de leucocitos: linfocitos, eosinófilos, neutrófilos, basófilos y monocitos.

Los valores de glóbulos blancos se pueden expresar en el hemograma (o análisis de sangre) de dos modos: En valor absoluto, es decir, la cifra del total de células que se encuentran en la muestra, o en valor relativo al resto de tipos de linfocitos.

Tienen una morfología muy concreta, aunque en ocasiones se pueden confundir con otros leucocitos .



Monocitos altos: ¿Qué niveles son preocupantes?

¿Qué son los monocitos altos?

Los monocitos son un tipo de leucocitos que son producidos por la médula ósea, desde donde pasan al torrente sanguíneo. Cuando llegan a un tejido específico se transforman en macrófagos, encargados de aislar y eliminar microorganismos. También eliminan células muertas, restos celulares, junto con sustancias extrañas. Se trata de un componente fundamental de la respuesta inmune.

De este modo, los macrófagos se pueden definir como “células limpiadoras” del sistema inmunitario.

Su actuación está mediada a través de dos funciones:

  • La fagocitosis, consistente en capturar y procesar las partículas nocivas para el organismo. Por así decirlo estas células “se comen y digieren” los restos celulares.

  • La presentación del antígeno del germen atrapado a otro tipo de leucocito, los linfocitos, para que puedan reconocerlo y así poder eliminarlo.

En condiciones normales, unos niveles de monocitos altos o monocitosis es una condición que suele ser transitoria, así como poco frecuente y nada específica. Unos niveles altos de monocitos deben de ser comprobados en una segunda determinación con analítica sanguínea.

Para definirse como monocitosis el recuento de monocitos debe ser superior a 1.000 unidades por µl y por encima del 10% de manera relativa.



Causas de los monocitos altos

La monocitosis o monocitos altos se define por un aumento en el recuento absoluto de monocitos, con unos niveles por encima de 1.000 unidades por μl. Es característica en el período de recuperación de neutropenias y en convalecencia de cuadros infecciosos.

La monocitosis relativa se puede deber a una baja del resto de cifras de leucocitos, como los neutrófilos o los linfocitos, indicando enfermedades diferentes a una relacionada propiamente con los monocitos.

Las afecciones que pueden causar un aumento de los monocitos en sangre en su fase de resolución son muy variadas y en la mayoría de las ocasiones no indica un trastorno grave. Entre ellas se incluyen:

  • Infecciones virales (Infección respiratorias, sarampión, mononucleosis, etc.).

  • Infecciones parasitarias (leishmaniosis y toxoplasmosis).

  • Enfermedades inflamatorias crónicas.

  • Patologías autoinmunes.

  • Tuberculosis.

  • Sarcoidosis.

  • Brucelosis.

  • Listeriosis.

  • Paludismo.

  • Enfermedades de la médula ósea.

Unos niveles aumentados de monocitos también pueden indicar la presencia de una hemopatía maligna (leucemias mieloides, linfomas, síndrome mielodisplásico e histiocitosis) y también puede estar asociada a neutropenias crónicas. Este caso es extremadamente infrecuente en comparación con el resto de las causas que pueden elevar la cifra de monocitos.

Los niveles de monocitos también se pueden encontrar disminuidos, siendo esta condición menos frecuente que el aumento de este tipo de células sanguíneas. Las causas pueden ser muy variadas, siendo la más frecuente la infecciosa (tanto viral como bacteriana) y la toma de ciertos fármacos. También puede tener lugar en pacientes que estén en terapia con tratamientos que puedan afectar a la producción celular en la médula ósea, como la quimioterapia o ciertos tratamientos orales.

Para saber el nivel de monocitos en sangre, será necesario la realización de un hemograma o recuento celular sanguíneo a partir de un análisis de sangre.



Valores normales de los monocitos en sangre

Los monocitos suponen normalmente un porcentaje pequeño del total de glóbulos blancos. Si bien los valores normales pueden variar de un paciente a otro, el rango normal de monocitos en sangre oscila entre el 2 y el 10 %.

Ante un aumento llamativo y mantenido de la cifra de monocitos, el médico solicitará un frotis de sangre periférica. Esta prueba consiste en el análisis de la morfología de estas células al microscopio, para comprobar que verdaderamente se trata de monocitos y no de otra célula que pueda simular su forma.


Síntomas de unos monocitos altos o bajos

Esta condición suele ser un hallazgo analítico y normalmente no suelen aparecer síntomas que indiquen la alteración de los niveles de monocitos en la sangre.



Monocitos altos y patologías cardiovasculares

Las enfermedades cardiovasculares y la inflamación crónica de la pared vascular presentan como su principal origen la aparición del proceso de aterosclerosis. Además, la activación de las células del sistema inmunitario está presente en las lesiones ateroscleróticas y favorece su progresión, especialmente los monocitos. Una vez reclutados por el endotelio, gracias a la acción de citoquinas y moléculas de adhesión, adoptan un cambio a un perfil inflamatorio que juega un papel importante en la progresión de la placa aterosclerótica y remodelado miocárdico, origen de problemas cardiovasculares.