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Melanoma Metastásico

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El melanoma es un cáncer causado por el crecimiento incontrolado de unas células de la piel llamadas melanocitos, que son las encargadas de dar el color a la misma, produciendo la melanina. Se ha descubierto que la causa principal del melanoma es la exposición incontrolada al sol en las pieles muy claras. Se suele manifestar por una peca irregular, con diferentes colores, y de crecimiento rápido. Es un cáncer que puede afectar a gente joven, y es crítico diagnosticarlo pronto, antes de que se haya extendido, ya que provoca una alta mortalidad.
El tratamiento del melanoma tendrá una parte quirúrgica, un tratamiento adyuvante y, por último, un tratamiento de las metástasis, si las hubiera.

¿De qué depende que un melanoma se extienda por el cuerpo dando metástasis?

Aunque el comportamiento del melanoma es muy impredecible, en general distinguimos los melanomas “finos”, que no llegan a invadir en profundidad la dermis, de los “gruesos”, que descienden en profundidad a la dermis. Los primeros suelen tener buen pronóstico, y solamente extirpándolos con un margen de seguridad adecuado el paciente está curado. En cambio, los segundos pueden haber diseminado sus células a los ganglios linfáticos, a la sangre o a otros órganos en el momento de ser operados, con lo cual el paciente ya tiene una enfermedad a distancia que hay que detectar y tratar. En la actualidad, se considera que un melanoma es grueso y tiene peor pronóstico cuando la invasión de la dermis (el llamado “índice de Breslow”) es de más de 0,75 mm. No se puede saber la profundidad de un melanoma hasta que no es extirpado y analizado al microscopio.

Si el melanoma se extiende, ¿hacia dónde lo hace?, ¿y cómo se puede saber?

Se considera que el melanoma es un tipo de cáncer que puede extenderse tanto a través del sistema linfático como por la sangre, o por la piel próxima, por lo que puede dar metástasis en la misma piel, en los ganglios y en otros órganos, como el cerebro o el pulmón. Cuando un melanoma es extirpado y la biopsia informa de un grosor elevado, habitualmente se realiza la técnica del “ganglio centinela”. Se inyecta una sustancia radiactiva o un tinte en la zona del tumor. Esta fluye a través de los conductos linfáticos hasta el ganglio o los ganglios linfáticos centinela (el primer ganglio o ganglios linfáticos hasta donde es probable que el cáncer se disemine). Se extraen sólo aquellos ganglios marcados con la sustancia radiactiva o tinte. Se observa al microscopio para ver si hay células cancerosas.

Además, en los melanomas metastásicos se emplean para el estudio de la extensión del tumor pruebas como la TEP (tomografía de emisión de positrones) o TC (tomografía computerizada).

De cara al abordaje del melanoma diseminado o metastásico, ¿qué lo hace diferente a otros cánceres?

El melanoma es un tumor que habitualmente es poco sensible a la radioterapia y la quimioterapia convencionales, y se hace muy rápidamente resistente a los tratamientos, por lo que hay que seguir otras estrategias, en concreto tratamientos que hoy el día están basados en la inmunoterapia y la terapia dirigida.

¿Qué es la inmunoterapia?

Consiste en modular al sistema inmunitario para que luche contra las células del tumor. En la actualidad contamos con dos tipos de medicamentos: los anti-PD1 y los anti-CTLA4. Otros fármacos que se usan contra el melanoma metastásico de esta manera son el interferón y la interleuquina-2. Muchos otros medicamentos que actúan mediante estas u otras vías están en estudio, así como vacunas anti-melanoma.

¿Y la terapia dirigida?

En este momento podemos saber la genética de las células del melanoma en cada paciente, mediante un análisis de ciertas mutaciones. Si el melanoma presenta una mutación de un gen llamado BRAF, podemos emplear medicamentos que inhiben las señales que este gen envía a la célula para hacerla crecer. Este tipo de tratamiento es muy ventajoso, ya que sólo frena el crecimiento de las células malignas que nos interesan, sin dañar al resto de las células del cuerpo, como la quimioterapia o la radioterapia tradicionales. Existen ensayos clínicos en marcha buscando más mutaciones y medicamentos de este tipo.

¿Qué efectos secundarios tienen estas terapias?

Los efectos secundarios existen, pero no son similares a los que produce la quimioterapia tradicional, como la caída del pelo o las infecciones. En cambio, estos tratamientos pueden provocar reacciones de tipo inmunológico, como colitis o problemas neurológicos.

¿Hay otros medios para luchar contra las metástasis

Efectivamente, hay más opciones de tratamiento. Cuando las metástasis son abordables, se pueden extirpar por cirugía convencional o tratarse con radioterapia. En algunos casos también se emplea la quimioterapia tradicional.