Todas las personas presentan un número variable de lunares en la piel, aunque no cumplen una función específica. Además, dependiendo del número y la forma, pueden determinar un mayor riesgo de sufrir un melanoma. También influye en ello el tipo de piel, la predisposición genética y la exposición al sol, entre otros factores.
Es importante seguir la evolución que pueden experimentar los lunares y manchas de la piel, ya que una peca maligna puede evolucionar hacia la expansión con metástasis si no se diagnostica a tiempo.
Muchas de las dudas que pueden surgir con respecto a la salud de la piel se pueden solucionar fácilmente consultando con un Dermatólogo.
Los lunares o nevus son pequeños crecimientos cutáneos, generalmente oscuros, que se desarrollan a partir de los melanocitos, células que producen el pigmento que da color a la piel (melanina).
Los lunares pueden variar de tamaño, desde puntos minúsculos hasta coloraciones de más de 2 cm de diámetro. Normalmente no suelen ser mayores de medio centímetro.
Su forma también es variada, pudiendo ser planos, abultados, lisos, rugosos, etc. Su coloración puede variar desde el color carne, hasta el negro, pasando por el amarillo, el rojo, el marrón y el gris azulado.
Todas las personas presentan un número variable de lunares. Los congénitos están presentes desde el nacimiento, aunque los lunares también pueden ser adquiridos y aparecer a lo largo de la vida.
El melanoma es el tipo de cáncer de piel más peligroso que en sus inicios puede parecer un simple lunar.
En España se diagnostican al año más de 6.000 casos nuevos de melanoma de piel, según la Sociedad Española de Oncología Médica. Se trata de uno de los tumores que más está aumentando debido a los hábitos de exposición solar y a un mayor diagnóstico. El melanoma puede aparecer a cualquier edad y la exposición al sol es uno de sus principales factores de riesgo. Es algo más frecuente en mujeres.
Sin embargo, los cánceres más comunes en la piel son los carcinomas de células basales y de células escamosas. Normalmente, no producen metástasis, por lo que no se propagan a otras partes del cuerpo. El melanoma, a no ser que sea extirpado en un estadio inicial, es más frecuente que produzca metástasis y tiene un peor pronóstico.
Por otro lado, la mayoría de melanomas aparecen sobre la piel normal (solo un 20-25% surgen de un lunar ya existente).
Para la identificación de un melanoma es recomendable examinar la piel de forma periódica, especialmente en pacientes con factores de riesgo que tengan muchos lunares o manchas irregulares.
Los lunares no son en sí peligrosos, si bien pueden aumentar el riesgo de padecer melanoma en personas que tienen muchos lunares adquiridos. También pueden tener un mayor riesgo las personas que presentan lunares de nacimiento de gran tamaño y las que tienen antecedentes familiares de melanoma.
Otros factores que incrementan el riesgo de melanoma incluyen:
Las personas con mayor riesgo deben observar periódicamente los cambios que puedan producirse en los lunares y acudir periódicamente al dermatólogo.
Los lunares atípicos son lunares benignos, pero que presentan un aspecto anómalo. Determinan un mayor riesgo de desarrollar melanoma y la tendencia a tenerlos suele ser hereditaria.
En principio, las personas de piel clara, con muchos lunares, con historial familiar y con nevus atípicos deben acudir al dermatólogo de forma periódica.
La técnica del ABCDE puede ser útil para saber si debemos realizar una consulta médica, si alguno de los puntos se confirma:
Otras señales de alarma que deberían ser motivo de consulta con un dermatólogo son:
Muchas de las dudas que pueden surgir con respecto a la salud de la piel se pueden solucionar fácilmente consultando con un Dermatólogo.
La dermatoscopia digital es una técnica que permite al dermatólogo, mediante un examen sencillo, visualizar y analizar las características de una lesión cutánea o lunar, determinando el color, forma, estructura, evolución, etc.
Se realiza en la propia consulta del dermatólogo y se lleva a cabo gracias al dermatoscopio, un instrumento óptico que permite tomar fotografías de alta definición y almacenarlas digitalmente para valorar la evolución de las lesiones dérmicas en consultas posteriores.
La técnica presenta una elevada sensibilidad y especificidad en la evaluación y seguimiento de lunares, así como en el diagnóstico precoz de tumores cutáneos. Ello permite su tratamiento de forma rápida en fases iniciales.
El procedimiento es inocuo y no provoca molestias para el paciente.
Savia pone a tu disposición la Dermatoscopia Digital, una técnica que permite analizar los lunares y la estructura de la piel para identificar posibles tumores.