Los medicamentos antivirales pueden aliviar los síntomas provocados por el virus influenza que causa la gripe y acortar el periodo de duración de la enfermedad. Es importante para que haga efecto el antiviral que se inicie dentro de los primeros dos días de aparición de los síntomas. También es importante destacar que el tratamiento oportuno con los antivirales reduce las complicaciones relacionadas con el virus influenza como otitis y neumonías, disminuye el número de hospitalizaciones y la necesidad de administrar antibióticos, así como las tasas de insuficiencias respiratorias y hospitalizaciones.
En la actualidad existen cuatro medicamentos antivirales aprobados para niños durante la temporada de gripe 2019-2020:
Si el niño presenta algún síntoma que incluya fiebre, cansancio extremo, dolor de cabeza, tos seca, dolor de garganta, secreción, mucosidad o congestión nasal y fiebre, deben acudir al médico para realizar examen físico y analítica pertinente para descartar la enfermedad y, si es positivo, aplicar el tratamiento de manera temprana y oportuna. Si los medicamentos son usados de manera precisa, no afectan la salud de los niños, pueden prevenir complicaciones y acortan el tiempo de duración de la enfermedad.
Como todos los medicamentos tienen efectos secundarios, por eso es importante prevenir esta enfermedad con la aplicación de la vacuna estacional administrada oportunamente. Posibles efectos secundarios:
Ante la sospecha de contagio por el virus influenza, debemos acudir al médico, quien realizará las pruebas pertinentes para descartar la enfermedad, si estas pruebas resultan positivas, se debe iniciar tratamiento, en la medida de lo posible, en los dos primeros días de iniciados los síntomas.
A nivel mundial, se utiliza sobre todo Oseltamivir, más conocido como Tamiflu, que se puede indicar en niños a partir de las 2 semanas de vida. Si solo tiene cápsulas, las podemos abrir y mezclarlas con alguna bebida dulce espesa y darle el medicamento de esa manera.
Los medicamentos antivirales no reemplazan a la vacunación, que es la mejor manera de prevención de la enfermedad en sí y de las complicaciones graves. Los antivirales son una segunda línea de defensa que trata la enfermedad.
Lo ideal sería prevenir la gripe con la colocación de la vacuna estacional a la población de riesgo antes del inicio de la temporada de la enfermedad. En casos de brotes de gripes en entornos donde las personas tienen riesgo de complicaciones, los antivirales ayudan a reducir el riesgo de complicaciones y hospitalizaciones, en estos casos incluso se deben tomar, aunque se hayan vacunado con la antigripal.