Tratamiento próximamente disponible en Savia.
La grasa tiende a acumularse en diferentes zonas de nuestro cuerpo y su distribución difiere en función del sexo. Mientras en las mujeres suele localizarse en caderas, muslos y rodillas, en los hombres lo hace en la zona del abdomen y los flancos. Además de las consecuencias estéticas, los cúmulos de grasa hacen que la piel de la zona afectada pierda tersura y uniformidad. Esta deformidad de la epidermis se traduce en la aparición de la celulitis o piel de naranja, la piel adquiere cierta rugosidad imitando la apariencia exterior de esta fruta. La liposucción o lipoescultura es el tratamiento que nos permite eliminar la grasa localizada, aunque su aplicación es relativamente reciente.
Esta técnica revolucionó la medicina estética y es una una de las intervenciones quirúrgicas más demandadas para mejorar la apariencia física, moldear la figura y eliminar las imperfecciones de la piel. Este tratamiento, solicitado tanto por mujeres como por hombres, se puede aplicar a todas las zonas previamente mencionadas, pero también en otras muchas en las que también puede haber cúmulos de grasa. Es el caso del óvalo facial o el cuello, resultando además especialmente adecuado para eliminar la antiestética papada.
La extracción de la grasa y el tejido adiposo se realiza mediante una cánula y una máquina de vacío. Desde su aparición, esta técnica quirúrgica ha evolucionado notablemente y, hoy en día, el tamaño de las cánulas se ha reducido considerablemente con el objetivo de minimizar las marcas de la intervención. Además, estos avances también han permitido optimizar los resultados obtenidos con el tratamiento.
Sin embargo, es necesario remarcar que la liposucción no es un tratamiento contra la obesidad. En ningún caso sirve para controlar el peso del paciente. Simplemente se trata de una técnica que nos permite aspirar la grasa más difícil de erradicar. La que no desaparece con una dieta adecuada y saludable y/o la práctica de ejercicio físico.
Las diferencias entre estos dos conceptos generan cierta confusión y no es de extrañar, ya que podemos encontrar multitud de artículos profesionales que hablan de ellos como sinónimos. Pero, profundizando un poco más, podemos destacar la principal diferencia. La definición de lipoescultura consiste en un tratamiento que permite remodelar la figura del paciente. Para ello, es importante eliminar la grasa localizada allí donde sobra, de ahí la confusión. Sin embargo, en ocasiones también implica utilizar esa misma grasa extraída para inyectarla en otras zonas deprimidas, aportándoles volumen y cambiando notablemente la apariencia general.
La confusión radica en que la lipoescultura se vale siempre de la liposucción para conseguir el objetivo final de moldear la silueta.
La intervención consiste en aspirar la grasa localizada en diferentes zonas corporales: mejillas, cuello, brazos, abdomen, cadera, nalgas, muslos, rodillas, tobillos, etc. El primer paso será disolver la grasa corporal y, posteriormente, se aspira mediante una cánula y una máquina de vacío. Esta sencilla acción permite recuperar la apariencia previa de la zona afectada y mejorar la calidad y la apariencia de la piel.
Como ya hemos visto en el caso de la lipoescultura, es bastante habitual combinar este tratamiento con otras intervenciones estéticas como la abdominoplastia o algunas técnicas de rejuvenecimiento facial. Se aplicará anestesia local y sedación o anestesia general dependiendo de la cantidad de grasa que se vaya a extraer, el tamaño de la zona tratada o de si se va a realizar más de un tratamiento de forma simultánea. La decisión final sobre la mejor solución para cada paciente dependerá del cirujano plástico, quien realizará un estudio previo a la intervención.
En cuanto a los resultados, no serán visibles desde el primer momento. Normalmente, saltan a la vista transcurridos seis meses de la aplicación del tratamiento. Los efectos suelen ser estables y perduran en el tiempo, pero es importante adquirir hábitos saludables: comer de manera adecuada y practicar deporte con regularidad. Cuestiones básicas para tener una vida sana y evitar los cambios bruscos de peso corporal.
En definitiva, la liposucción y la lipoescultura son técnicas muy seguras y efectivas para acabar con los cúmulos de grasa localizadas en diferentes zonas corporales. Este tejido adiposo deforma la figura corporal y, además, influye en una apariencia anormal de la piel, dando lugar a la celulitis y otros problemas cutáneos. En cualquier caso, esta intervención quirúrgica debe realizarse en un quirófano debidamente equipado con un equipo sanitario cualificado. En estas condiciones es una técnica segura y altamente efectiva.
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