Pablo estaba jugando un partido de baloncesto con los amigos y al realizar un pase de balón con el brazo extendido por encima de su hombro, sintió un fuerte dolor en el hombro derecho.
Visita la consulta porque ha pasado un mes desde el partido y sigue teniendo dolor. Pablo nos cuenta que durante el día le duele el hombro de forma constante, este dolor le despierta por las noches si duerme sobre este hombro y siente que el brazo está débil cuando sujeta algún objeto pesado.
También tiene dificultad cuando levanta el brazo por encima de la cabeza y cuando lo lleva hacia atrás para ponerse la chaqueta.
Las lesiones de hombro son muy comunes en los deportes como el baloncesto, donde el gesto deportivo más común es levantar los brazos por encima de los hombros. En esta posición determinadas estructuras de la articulación son más susceptibles de lesión, es el caso del Labrum o rodete glenoideo. Esta estructura se sitúa en la articulación glenohumeral (articulación del hombro) cuya función es dar estabilidad entre el húmero y la cavidad glenoidea de la escapula.
Cuando el brazo se sitúa hacia atrás por encima del hombro (rotación externa) y se realiza un movimiento rápido e incontrolado, por ejemplo al recepcionar un balón desde arriba o al realizar un pase, el rodete glenoideo puede sufrir desgarros o arrancamientos, si esta lesión se produce en la parte más alta del rodete la denominamos lesión de SLAP.
En el caso de Pablo la posición de su brazo en el momento en el que sintió el dolor hace sospechar de una posible lesión del labrum. Además, cuando realizamos los test correspondientes observamos una posible lesión a nivel del tendón del músculo supraespinoso.
Después de la primera sesión recomendamos a Pablo visitar a un traumatólogo especialista en hombro para que confirme el diagnostico.
El Doctor decide realizar una artroresonancia cuyo diagnostico concluye que tiene:
“Una lesión de SLAP en labrum posterior. Rotura parcial de la superficie articular del tendón del supraespinoso distal”
Una vez verificada la lesión el doctor propone a Pablo la operación quirúrquica por vía artroscópica. Hasta la fecha de la operación recomienda realizar sesiones de fisioterapia con el fin de flexibilizar los tejidos y recuperar los movimientos del hombro. De esta forma, facilitamos el proceso quirúrgico y acortamos el periodo de rehabilitación después de la cirugía.
El objetivo principal en las sesiones de fisioterapia antes de la operación quirúrgica es:
Después de 8 sesiones de tratamiento, Pablo ha recuperado el 90% de la movilidad de su hombro, la inflamación se ha reducido y la resistencia es mayor, sin embargo en momentos puntuales aún persiste el dolor.
Aunque la recuperación de Pablo ha sido favorable y el Doctor se plantea retrasar la cirugía finalmente se decide llevar a cabo la operación quirúrgica.
Después de la operación Pablo debe llevar un cabestrillo durante 4 semanas las 24 horas del día, incluida la noche. Sólo podrá quitarlo para realizar ejercicios sencillos y muy controlados con el fin de relajar los tejidos del hombro y evitar la formación de adherencias a corto-medio plazo.
FASE DE REHABILITACIÓN.MOVILIZACIÓN PROGRESIVA
Han pasado 15 días y proceden a retirar los puntos de sutura.
El protocolo establece comenzar la rehabilitación a partir de las 4 semanas después de la intervención quirúrgica pero el Doctor decide adelantar la fecha y comenzar después de la retirada de puntos.
Una inmovilización prolongada puede ocasionar adherencias y rigidez en la articulación, entorpecer el periodo de rehabilitación y retrasar la recuperación. Sin embargo, comenzar la rehabilitación antes de los tiempos establecidos puede aumentar el proceso inflamatorio y retrasar la cicatrización de los tejidos.
El objetivo principal en esta segunda fase es:
Las 2 primeras semanas:
FASE DE REHABILITACIÓN. ESTABILIDAD Y RESISTENCIA
Una vez conseguida la movilidad completa del hombro continuamos realizando:
Una vez que la articulación del hombro está estable y funcionalmente recuperada Pablo debe trabajar el gesto deportivo que originó la lesión para poder volver a jugar al baloncesto sin riesgo de lesión.
Artículo escrito por Patricia de Maya. (Fisioterapeuta)