Las amígdalas faríngeas, tonsilas faríngeas, adenoideas o vegetaciones son un tejido linfoide que fabrica sustancias inmunitarias contra las infecciones. Se encuentra situado en la parte posterior de la nariz.
Nos defiende de los patógenos que entran en nuestro organismo por las fosas nasales y por la boca.
Los catarros y las infecciones respiratorias hacen que aumenten de tamaño, siendo más frecuente en edad escolar (3-6 años). En algunos casos, esa hipertrofia origina obstrucción del paso del aire por la cavidad nasal produciendo síntomas como ronquidos, moqueo persistente, pausas de respiración durante el sueño, falta de concentración e infección de oídos.
Cuando esto sucede es necesario consultar con el pediatra para su estudio.
Es una prueba de imagen con rayos X que permite estudiar diferentes zonas de la anatomía de la nariz y boca (adenoides y amígdalas palatinas) y así detectar si existen problemas de permeabilidad y funcionalidad en la vía aérea.
Es una prueba no invasiva y que no requiere ningún contraste.
Consiste en la realización de una radiografía con una proyección lateral del cráneo y cuello. Para ello el paciente se coloca con la boca cerrada para respirar por la nariz y con el cuello extendido. Como en cualquier radiografía, se deben retirar todos los objetos metálicos que puedan alterar la imagen y comprometer la eficacia diagnóstica.
El nivel de radiación que se aplica es muy bajo.
Las mujeres embarazadas deben advertir de su estado antes de que les realicen una radiografía simple de cabeza para valorar el riesgo para el feto.
En etapa escolar es frecuentes padecer infecciones respiratorias que hacen que el tejido linfoide de las adenoides crezca y se hipertrofie, ya que está trabajando para acabar con los patógenos y por eso crece.
Cuando este crecimiento produce obstrucción de la vía área pueden existir problemas de salud como rinorrea, otitis de repetición, apneas nocturnas, ronquidos, voz gangosa, irritabilidad y falta de concentración.
Tras una historia clínica detallada y ante la sospecha de una hipertrofia adenoidea es necesario realizar exploraciones complementarias. Las adenoides no se observan a simple vista, por lo que se puede utilizar:
La extracción quirúrgica de las adenoides hay que valorarla como tratamiento cuando existe hipertrofia adenoidea con otros síntomas:
Las decisiones sobre el tratamiento quirúrgico deben individualizarse de acuerdo con los posibles beneficios y riesgos, el curso natural de la enfermedad y los valores y preferencias de la familia y el niño.
La radiografía lateral de cavum era una prueba muy solicitada para descartar la hipertrofia adenoidea.
Actualmente y según una revisión reciente (Preevid 19) se concluye que “en niños con sospecha de hipertrofia adenoidea el examen endoscópico de la nasofaringe parece ser el método más preciso y el que mejor se correlaciona con la gravedad de la enfermedad en lo que respecta a la estimación del tamaño adenoideo”. “Respecto al papel de la radiografía lateral de “cavum” en niños con sospecha de hipertrofia adenoidea, se indica que no sería necesaria su realización y que para la confirmación diagnóstica lo mejor sería la visualización directa de las adenoides”. “No obstante consideran que se podría utilizar como estrategia diagnóstica en la evaluación de los niños con sospecha de hipertrofia adenoidea, fundamentalmente cuando no cooperan para la endoscopia o en los que no es posible su realización”.
Por lo que con los métodos diagnósticos actuales y según la últimas revisiones estaría indicada la radiografía lateral de cavum en sospecha de hipertrofia adenoidea en niños no colaboradores.
Las amígdalas faríngeas, tonsilas faríngeas, adenoideas o vegetaciones son un tejido linfoide que se encuentra en la nasofaringe.
Junto con las amígdalas palatinas y linguales forman el anillo linfático de Waldeyer. En su superficie se produce una gran cantidad de sustancias inmunitarias, constituyendo una importante barrera frente a las infecciones.
Aumentan muy rápidamente durante los primeros años y se atrofia en la adolescencia.
Es la extirpación o extracción quirúrgica de las glándulas adenoides.
Esta cirugía se realiza bajo anestesia general y de forma ambulatoria, por lo que la gran mayoría de los pacientes pueden volver a su domicilio en unas horas.