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La Importancia de una Detección Precoz de Cáncer de Mama

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Seguro que en algún momento de nuestra vida nos hemos preguntado si algún día nos tocaría a nosotros. Hablamos del cáncer. Y en concreto las mujeres, si padeceríamos un cáncer de mama. Y es que las estadísticas confirman que 1 de cada 8 mujeres tendrá cáncer de mama a lo largo de su vida.  Para no dejarte sólo con este dato, comentarte que el cáncer de mama es una de las pocas enfermedades cancerosas que se pueden diagnosticar precozmente; es decir, antes de que se note algún síntoma, y que las posibilidades de curación de los cánceres de mama que se detectan en su etapa inicial (no diseminados todavía) son prácticamente del 100%.

Se llevan a cabo programas de screening poblacional de cáncer de mama dirigidos a las mujeres de mayor riesgo, que son las que se encuentran principalmente en una edad comprendida entre los 50 y los 65 años, mediante la realización de mamografías seriadas, con una frecuencia de cada 1 o 2 años.

¿SABÍAS QUÉ?…

Hasta cuatro de cada 10 cánceres pueden prevenirse. Sigue leyendo para conocer los consejos necesarios para conseguirlo.

Frecuencia

El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres (aunque no hay que olvidar que los hombres también pueden padecerlo) y el tercero en frecuencia en la población general. Se diagnostican más de 1’5 millones de nuevos tumores al año y, además, se ha observado un aumento en el número de casos diagnosticados en los últimos tiempos.  Este tipo de cáncer es más frecuente que aparezca en los países desarrollados, probablemente porque varios de los factores de riesgo observados en el padecimiento de la enfermedad se presentan en el estilo de vida occidental.

Síntomas

Si se aprecia cualquier anomalía en la mama, ya sea un bulto, ya sea dolor, algún tipo de secreción por el pezón o cualquier otro síntoma que preocupe, se debe consultar siempre al médico y/o ginecólogo para que pueda estudiarlo y valorarlo.

La importancia de la detección precoz

En las diferentes comunidades autónomas se llevan a cabo programas de screening poblacional de cáncer de mama dirigidos a las mujeres de mayor riesgo, que son las que se encuentran principalmente en una edad comprendida entre los 50 y los 65 años, mediante la realización de mamografías seriadas, con una frecuencia de cada 1-2 años.

Otros métodos complementarios a la mamografía son la exploración física, realizada periódicamente por el médico o por la propia mujer, aunque se aconseja que no debe ser éste el único procedimiento diagnóstico a realizar.

Se ha podido demostrar que, gracias a la realización de campañas de diagnóstico precoz de cáncer de mama, la mortalidad por esta enfermedad ha disminuido de una forma significativa, al menos cuando se realiza en la edad de mayor incidencia (por encima de los 50 años).

Factores de riesgo

Algunos de los factores de riesgo descritos, que se han asociado al padecimiento de la enfermedad, son los siguientes:

  • Edad: la probabilidad de padecerlo aumenta con los años: a más edad, más riesgo, principalmente una vez que se han cumplido los 55 años. la edad de aparición más frecuente es alrededor de los 65 años.
  • Herencia genética: existe mayor riesgo de padecerlo si se tienen familiares de primer grado que hayan padecido o padezcan el mismo cáncer.
  • Hormonas: las hormonas femeninas (estrógenos, progestágenos), que definen el ciclo menstrual femenino, juegan un papel importante en la generación de la enfermedad. Así, tener la primera menstruación antes de los 12 años y la menopausia pasados los 55 años, junto con el hecho de no tener hijos o no dar lactancia materna, aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama, debido a que la glándula mamaria se ve sometida a la influencia de las hormonas femeninas durante más ciclos menstruales a lo largo de la vida.  de la misma manera, el uso de medicamentos anticonceptivos y algunos de los tratamientos de terapia hormonal sustitutiva (THS), que sirven para paliar los síntomas asociados a la menopausia (p.ej. sofocos, sequedad vaginal, etc.), pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de mama. a mayor tiempo de uso, mayor riesgo.
  • Algunos contaminantes ambientales.
  • Tabaco.
  • Consumir exceso de alcohol.
  • Características personales: el tipo de mamas puede ser un factor a tener en cuenta. El riesgo de cáncer de mama aumenta en hasta cuatro veces en aquellos casos de mamas muy densas con respecto a las que son más grasas.

SI LA GENÉTICA SE “ESTROPEA”

En el caso del 90-95% de las personas que acaban padeciendo cáncer, éstas han nacido con una buena genética hasta que, debido a la influencia de factores externos, al simple paso del tiempo (dando lugar al envejecimiento) o a causa de errores genéticos que se pueden producir en la replicación normal del ADN ocurrida en todos los seres vivos, la genética “se estropea” y acaban apareciendo mutaciones que, en última instancia, provocarán la división celular alterada y descontrolada que da origen al “cáncer”.

Algunos de estos factores que predisponen a padecer la enfermedad no se podrán modificar, como es el caso de la edad, las características personales o la herencia genética, entre otros ejemplos, pero en otros sí podremos, y llevando a cabo una serie de consejos de vida sana sencillos se puede llegar a reducir la probabilidad de padecer cáncer de mama hasta en un ¡30%!

Decálogo de consejos para reducir el riesgo de cáncer de mama

  • No fumes (fumar afecta al padecimiento de cáncer de mama y se ve involucrado en la génesis de hasta 16 tipos de tumores diferentes).
  • No bebas exceso de alcohol (incluso 1-2 bebidas alcohólicas al día aumentan el riesgo, con respecto a las personas que no consumen nada de alcohol y si ya son 3-4 bebidas/día, el riesgo aumentado es elevadísimo, de hasta el 50%).
  • Adelgaza (la obesidad, especialmente aquella adquirida en la vida adulta, aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama después de la menopausia).
  • Haz ejercicio (la vida sedentaria aumenta claramente el riesgo de padecer la enfermedad, especialmente en etapas postmenopáusicas).
  • Come sano (la dieta mediterránea variada es una buena aliada, rica en hortalizas, frutas y verduras, sin olvidarse de las bondades que presenta el famoso aceite de oliva).   
  • Da lactancia materna (la lactancia materna tiene muchos efectos beneficiosos: cuanto más tiempo se da el pecho, menos riesgo de cáncer de mama. Se reduce el riesgo un 4% por cada 12 meses de lactancia, aunque éstos no sean seguidos).
  • Vacúnate y vacúnalos.
  • Participa en los programas de detección precoz del cáncer.
  • Protégete del sol.
  • Protégete de los contaminantes ambientales y de las sustancias cancerígenas presentes en el puesto de trabajo.

Tratamiento

Si finalmente se acaba padeciendo cáncer, el tratamiento incluye tres vertientes diferenciadas: la cirugía, la radioterapia y la administración de fármacos (como la quimioterapia, por ejemplo). Estas terapias pueden ser usadas individualmente o pueden combinarse entre ellas en un mismo paciente.

Principalmente, la ubicación, el tamaño y la fase de desarrollo en que se encuentre el tumor, además de siempre tener presente la salud de base del paciente, condicionarán la estrategia terapéutica.