La histerosonografía forma parte integral de la ecografía ginecológica y de las técnicas utilizadas para el estudio de la cavidad endometrial.
La histerosonografía (también denominada sonohisterografía o ecografía de infusión salina) es un procedimiento para la evaluación de la cavidad uterina mediante la introducción de suero salino fisiológico a través del cérvix con ayuda de una cánula. Sirve así para mejorar la visualización del endometrio durante la realización de una ecografía transvaginal.
Se trata de una técnica utilizada para la detección más eficiente de patologías endometriales, incluyendo pólipos, hiperplasias, leiomiomas y cáncer, entre otras. Además, es un procedimiento mínimamente invasivo, de menor duración que una histeroscopia, y que es bien tolerado por la mayoría de las pacientes.
Por otro lado, existen técnicas como la histerosalpingografía, más compleja que la histerosonografía, basadas en la utilización de contraste ecográfico, empleando radiación ionizante, que suele indicarse para evaluar la permeabilidad tubárica de las trompas de Falopio (vital para el correcto desplazamiento del óvulo hasta su implantación en el endometrio) en pacientes con infertilidad.
Su objetivo principal es visualizar la cavidad endometrial con detalle y sin el uso de radiación ionizante o agentes de contraste radiológico como sucede en otras técnicas.
La prueba está indicada en los siguientes casos:
Entre los hallazgos específicos que permite la técnica, los cuales no se podrían encontrar mediante otras técnicas más simples, se encuentran los siguientes:
Se trata del hallazgo uterino anormal más frecuente. Se asocian con sangrado intermenstrual y reducción en las tasas de implantación en casos de fecundación in vitro, aunque también pueden permanecer asintomáticos.
La hiperplasia endometrial se sospecha cuando existe un endometrio irregular. Se trata de un diagnóstico que debe ser confirmado por el estudio histológico de una muestra de tejido endometrial.
Las adherencias intrauterinas son una causa de amenorrea e infertilidad y podrían ser el resultado de una endometritis o infección pélvica. La histerosonografía es una prueba adecuada para el diagnóstico de adherencias intrauterinas.
Las anomalías congénitas uterinas pueden ser causa de abortos recurrentes o infertilidad. La histerosonografía puede proporcionar información precisa sobre anormalidades uterinas y contribuir a su clasificación.
Los leiomiomas son tumores de naturaleza benigna que se producen en el miometrio. En función de su ubicación, tamaño y número las repercusiones clínicas variarán, incluyendo los abortos recurrentes, la infertilidad y las complicaciones obstétricas como el parto prematuro.
Los factores tubáricos son responsables de aproximadamente un tercio de la infertilidad femenina. El estudio de la permeabilidad tubárica es parte de la investigación que se lleva a cabo cuando existen problemas de fertilidad mediante técnicas basadas en la histerosonografía que incorporan otros medios de contraste.
La prueba se lleva a cabo en el momento de la consulta y con un transductor endovaginal de alta frecuencia.
Tras el estudio ecográfico preliminar, se procede a la colocación de un espéculo que permite la visualización del cuello uterino. Luego se realiza una desinfección del orificio cervical externo y la vagina.
A continuación, se lleva a cabo la colocación de un catéter intracervical por el que se introduce, bajo control ecográfico, el líquido estéril (solución fisiológica) que distiende la cavidad uterina.
Con la técnica de visualización en 2D se evalúa la cavidad uterina durante la introducción del líquido. Por otro lado, la ecografía 3D permite además la captura del volumen del útero en pocos segundos, pudiendo almacenar el conjunto de datos para analizarlo una vez finalizado el procedimiento.
La técnica de histerosonografía es especialmente útil para la visualización de patologías intrauterinas. Además, el empleo de medios de contraste (gel-espuma) basados en soluciones de burbujas de aire y suero fisiológico pueden aumentar la precisión del método diagnóstico. Sin embargo, no es eficaz en la determinación y evaluación de la permeabilidad de las trompas de Falopio.
Existen situaciones en las que no se puede llevar a cabo la técnica. Entre ellas se incluyen:
En cuanto a los efectos adversos, los más frecuentes suelen ser el dolor pélvico y los síntomas que incluyen sudoración, náuseas, lipotimias y bajadas de tensión. Estos suelen aparecer en menos del 10% de las pacientes y de forma severa en aproximadamente el 1%.
Los efectos adversos suelen ser más frecuentes en mujeres que todavía no han dado a luz y mujeres que ya han pasado la menopausia.
Otras complicaciones poco frecuentes que dificultan la técnica son la salpingitis o inflamación de las trompas de Falopio, la enfermedad inflamatoria pélvica y la peritonitis.
En cuanto a las contraindicaciones que recomiendan no realizar la prueba se encuentran: