La gripe es una infección vírica aguda que produce, de manera general, una inflamación del aparato respiratorio con síntomas en la nariz, garganta y pulmones y, a veces, se pueden confundir con procesos respiratorios de vías altas de origen vírico o bacteriano.
Los síntomas de la gripe varían desde leves a otros más graves e, incluso, en algunos casos, puede provocar la muerte. Estos pueden ser:
En recién nacidos y lactantes, los síntomas son poco característicos y difícil de reconocer a simple vista como son:
En niños de 1 a 5 años, los síntomas suelen ser:
Otros síntomas generales son:
El tratamiento para la gripe es, de manera general, para aliviar los síntomas.
Los fármacos más empleados son el paracetamol y el ibuprofeno para bajar la fiebre cuando esta supera los 38ºC.
No administrar antibióticos, salvo indicación médica, debido a que la gripe es una enfermedad vírica y no bacteriana.
No se debe dar ácido acetil salicílico (Aspirina) en los procesos gripales por su relación con el Síndrome de Reye (síndrome cerebral agudo súbito y alteración en la función hepática).
Tampoco se deben dar antitusivos o antiinflamatorios por los efectos colaterales que tienen, salvo en casos concretos.
Otras medidas a tomar son:
La gripe es una enfermedad muy contagiosa que se transmite de persona a persona a través del aire por la tos, los estornudos o simplemente al hablar. Las partículas que se expulsan pueden alcanzar el sistema respiratorio, llegando incluso a los alvéolos pulmonares.
También quedan impregnadas en las manos, ropa, juguetes u otros objetos favoreciendo la transmisión y contagio de la enfermedad.
Mientras duren la tos y los estornudos, existe riesgo de contagio, por lo que es muy importante tomar medidas de prevención como, por ejemplo:
Se puede diagnosticar un caso de gripe en el niño cuando los síntomas que tiene coincide con la presencia de un brote o epidemia en ese momento en la población donde resida.
Es importante hacer un diagnóstico diferencial con un resfriado común, ya que comparte los síntomas como afectación más leve de garganta, faringe e irritación de ojos y que puede cursar con o sin fiebre, pero con una duración de convalecencia de tan solo de 3-4 días.
El cuadro gripal causa una afectación más agudizada del estado general del niño, mayor temperatura y con una duración de 7-10 días.
Una de las pruebas de laboratorio utilizadas para el diagnóstico de la gripe es el aislamiento y cultivo de una muestra de la mucosidad nasal o faríngea expectorada, pero se trata de un proceso lento porque tarda varios días en obtenerse los resultados.