Es más común de lo que parece (cerca de un 3%) que algunos hombres presenten inflamación del tejido mamario. Esta se produce debido a desequilibrios hormonales en los niveles de estrógeno y progesterona, y se conoce como ginecomastia. Puede producirse en uno o ambos senos, y presentarse con sintomatología dolorosa. Tiene un gran componente psicológico, pues muchos hombres aseguran no querer mostrar el torso desnudo en la playa, gimnasio… Para solucionarlo, contamos con soluciones médicas y quirúrgicas.
El paciente se presentará con el tejido glandular inflamado, sensible al tacto, con dolor o secreción en uno o ambos senos. Clínicamente, se manifestará de acuerdo a la etapa de crecimiento por la que el hombre atraviese:
Se presenta con más frecuencia en la adolescencia o edad avanzada, y predispone a su aparición el uso de esteroides anabólicos (en hombres que quieran aumentar la masa muscular a expensa de estas drogas comerciales); enfermedad de Klinefelter; enfermedades renales, hepáticas o tiroideas; consumo de drogas como heroína, metanfetaminas y marihuana; consumo de alcohol; y medicación como diazepam.
El examen físico incluye revisión de genitales, tórax, abdomen y pelvis, con preguntas acerca de sus antecedentes personales y familiares; y se pueden realizar análisis de sangre con perfil hormonal y mamografías para descartar cáncer de mama. En última instancia, se podrán realizar TAC, resonancia magnética (RMN) y biopsia del tejido.
El tratamiento podrá ser médico o quirúrgico, y deberá ser llevado a cabo por un especialista.
En mi experiencia personal, varios pacientes masculinos, de entre 50 y 60 años, me han planteado la posibilidad quirúrgica para resolver de manera definitiva la afección, debido a lo intimidados que se sentían mostrándose en la playa con torso desnudo, a pesar de no tener un grado importante de ginecomastia. El componente psicológico tiene un gran pesar en esta afección, y es prioritario resolverla para evitar complicaciones mayores para el paciente a futuro.
La recuperación es relativamente rápida: el paciente debe llevar una faja durante al menos 15 días, y puede retomar las actividades diarias a las 48 horas de realizado el procedimiento. Se aconseja no hacer grandes esfuerzos durante la primera semana tras la operación, y es preferente realizar el procedimiento en épocas invernales. Las principales complicaciones son el hematoma y la inflamación de la zona. No deben realizarse ejercicios aeróbicos ni levantamientos de pesas hasta pasados los dos meses de la cirugía.
En casos excepcionales, en las mujeres puede aparecer ginecomastia en una mama, o en un tejido mamario, como un todo. Implica factores hormonales, aunque es muy raro que aparezca. Ante cualquier cambio o duda, debe consultarse a un ginecólogo especialista para descartar otras afecciones de mayor frecuencia, como son los fibroadenomas, o la fibrodisplasia glandular mamaria y, en menor medida, el cáncer de mama.