Las fiestas navideñas son unas fechas donde las celebraciones se centran en la mesa y la comida adquiere un gran protagonismo. En estos festines culinarios se suelen ingerir alimentos que no consumimos habitualmente, con un exceso de grasa y de azúcar, provocando en muchas ocasiones distensión, dolor de estómago y la incómoda acidez. Además, las bebidas con gas o alcohol que muchas veces acompañan a estos platos todavía agravan más las molestias.

La acidez aparece muchas veces por una saturación en el tracto digestivo que afecta a su buen funcionamiento. Es debido a que en poco tiempo ingerimos grandes cantidades de alimentos, difíciles de digerir, lo que provoca una hipersecreción ácida del estómago. Durante la digestión lo normal es que el cardias o válvula que separa el esófago del estómago permanezca cerrado pero, en algunos casos, parte de los ácidos del estómago suben hacia el esófago debido a un mal cierre de la válvula o cardias. Cuando esto sucede se produce la sensación de quemazón o ardor.
Qué podemos hacer para combatir la acidez
La dieta puede ayudar a combatir la acidez y ciertos alimentos pueden ser nuestros aliados para evitar su aparición. Aunque también es importante conocer los alimentos que predisponen a su aparición para evitar su consumo. Seguir estos consejos puede ser de ayuda:
- Intenta prescindir de ciertos alimentos y bebidas que pueden provocar acidez por ser más irritativos, y favorecer así los síntomas propios del reflujo. Cabe señalar que no todas las personas tienen la misma sensibilidad ni responden igual. Aun así destacan sobre todo los alimentos fritos o con un elevado contenido en grasa (mantequilla, quesos grasos, carnes grasas, embutidos grasos, salsas grasas y pastelería o postres grasos como turrones, polvorones y chocolate), comida muy condimentada o con muchas especias, comida muy picante y los cítricos, el tomate o la salsa de tomate.
- Además, ciertas bebidas pueden agravar el problema de acidez por su acción irritativa (bebidas alcohólicas, gaseadas, bebidas con cola o café). Tampoco se aconseja finalizar la comida con una infusión de menta ya que la menta es un alimento carminativo que provoca una estimulación de la secreción de ácido y favorece el reflujo. Una opción saludable, para después de las comidas es tomar una infusión digestiva (hinojo, comino y anís).
- Evita ingerir comidas muy copiosas y disminuye la cantidad de comida en el plato. Así lograremos que nuestro estómago produzca menos cantidad de ácidos digestivos. Masticar bien la comida también favorece el proceso digestivo y además evita la entrada o producción de gases.
- Acostúmbrate a ingerir los alimentos a temperatura templada, porque si los tomamos muy fríos o muy calientes irritan la pared del estómago.
- Evita llevar ropa muy ajustada o cinturones muy apretados en la cintura para no presionar el estómago y prevenir así la aparición de reflujo.
- Procura no realizar ejercicio intenso justo después de comer porque predispone la aparición de acidez estomacal. El ejercicio moderado después de comer favorece la digestión.
- No te vayas a dormir antes de las dos o tres horas después de comer e intenta recostarte sobre el costado izquierdo para favorecer el vaciado gástrico. También ayuda elevar el cabecero unos 15 cm, pero no con almohadas porque solo se logra una hiperflexión del cuello. Para elevar toda la parte superior y favorecer que el ácido gástrico se mantenga en el estómago es preferible elevar las patas del cabecero con unos bloques o tacos de madera.
- Tomar probióticos después de excesos o comidas copiosas puede ayudarnos a equilibrar el sistema digestivo ya que estos microorganismos ayudan a restaurar la flora del intestino o microbiota y favorecen la digestión. Se pueden aportar a través de la alimentación como los yogures con bífidus.
- Los días siguientes se recomienda llevar una alimentación más ligera para no sobrecargar el sistema digestivo, a base de fruta, verdura, cereales integrales y carne magra o pescado blanco.
Ejemplos de dos días con una dieta más ligera
1er DÍA DIETA LIGERA |
DESAYUNO | Yogur natural o vaso de leche semidesnatado o bebida vegetal (soja o avena sin azúcar añadido) 2-3 biscotes integrales con tomate y aguacate |
MEDIA MAÑANA | Infusión digestiva Fruta (a escoger entre: 2 rodajas de piña, ¼ papaya, 1 naranja, 1 manzana o 1-2 kiwis) |
ALMUERZO O COMIDA | Crema de Apio, Puerro, Calabaza, unas gotitas de limón Pechuga de pollo a la plancha con limón Infusión digestiva |
MERIENDA | Yogur natural sin azúcar Fruta (a escoger entre: 2 rodajas de piña, ¼ papaya, 1 naranja, 1 manzana o 1-2 kiwis) |
CENA | Crema de espárragos (verdes o blancos), cebolla, brócoli, unas gotitas de limón Merluza o rape al vapor con hierbas provenzales Infusión digestiva |
2º DÍA DIETA LIGERA |
DESAYUNO | Yogur natural o vaso de leche semidesnatado o bebida vegetal (soja o avena sin azúcar añadido) 2-3 cucharadas de copos de avena |
MEDIA MAÑANA | Infusión digestiva 3 nueces o 5-6 almendras o 5-6 avellanas |
ALMUERZO O COMIDA | Crema de calabacín, nabo o repollo, zanahoria, cebolla y unas gotitas de limón. Merluza o rape al vapor con hierbas provenzales Infusión digestiva |
MERIENDA | Yogur natural sin azúcar o bebible Fruta (a escoger entre: 2 rodajas de piña, ¼ papaya, 1 naranja, 1 manzana o 1-2 kiwis) |
CENA | Ensalada de escarola, tomate cherry y queso fresco Infusión digestiva |