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Evitar que la Rinitis se Convierta en Aguda

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Llega la primavera y, con el buen tiempo, también las dichosas rinitis… Ten presente estos consejos para combatirlas.
Podemos considerar la rinitis como una afección leve y benigna, pero sin banalizarla pues sus síntomas pueden afectar a la calidad de vida de paciente de una manera considerable.

Cómo se produce la rinitis

La mucosa nasal tapiza la superficie interna de la nariz y actúa como barrera de protección y filtro ante agentes externos, provocándose una reacción tisular.

La rinitis se define como una situación de inflamación de la mucosa de las fosas nasales, secundaria a múltiples posibles causas: infecciosas, alérgicas, funcionales, metabólicas, traumáticas, físico-químicas, farmacológicas u ocupacionales, que pueden presentarse de manera aguda o persistir en la cronicidad.

Se considerará rinitis crónica cuando el estado inflamatorio o de irritación de la mucosa nasal persiste más allá de 12 semanas.

La rinitis puede coexistir o complicarse con otras enfermedades respiratorias como sinusitis, asma u otitis media.

Tipos de rinitis

  • Rinitis infecciosas. Pueden ser virales (son las más frecuentes y el 30% están causadas concretamente por los rinovirus) o bacterianas. Representa al menos el 40% de las infecciones respiratorias agudas. En las bacterianas, la rinorrea (secreción nasal) es purulenta y se acompaña, además, de dolor facial y presión, entre otros síntomas. Los rinovirus son responsables de epidemias en colectividades, sobre todo en primavera.
  • Rinitis alérgica o atópica. Es una reacción inmunológica de hipersensibilidad desencadenada generalmente por aeroalérgenos (sustancias suspendidas en el aire que se respira). Dentro de este grupo existen, a su vez, dos subgrupos: la rinitis intermitente y la rinitis persistente y, éstas pueden ser leves, moderadas o graves.  Los alérgenos más habituales son los inhalantes domésticos tales como ácaros, epitelio de animales (gatos, perros, aves, roedores…), esporas de hongos, y pólenes.
  • Rinitis hormonal. Es debida a embarazo, menopausia o alteraciones endocrinas como el hipotiroidismo (déficit de tiroides) o la acromegalia (exceso de hormona del crecimiento), principalmente.
  • Rinitis vasomotora. Es una rinitis no alérgica persistente, con hiperrespuesta nasal a desencadenantes de tipo cambios de temperatura, humedad, humo de tabaco o fuertes olores, que intensifican sus síntomas. Predomina la obstrucción y la rinorrea.
  • Rinitis atrófica. La mucosa nasal se degenera y desgasta, condicionando la presencia de abundantes costras, sequedad, obstrucción nasal, hiposmia (sensación olfativa disminuida) y cacosmia (percepción de mal olor constante). Cuando la rinitis atrófica es crónica y afecta de una forma limitada a la región anterior de la fosa nasal se llama “Rinitis seca” y se da con más frecuencia en ambientes con polvo y secos, en estados de carencia nutricional o anemia.
  • Otros tipos como: rinitis inducidas por medicamentos, rinitis emocionales, rinitis ocupacional…

Signos y síntomas

Los síntomas más característicos son:

  • Congestión u obstrucción nasal.
  • Rinorrea (goteo acuoso nasal persistente).
  • Estornudos.
  • Tos.
  • Prurito (picor).
  • Cefalea (dolor de cabeza por embotamiento).
  • Trastornos del gusto y del olfato.
  • Síntomas faríngeos, oculares, óticos…
  • En el caso de las rinitis infecciosas víricas, el cuadro comienza con una fase prodrómica o de incubación de uno a tres días en la que predominan síntomas inespecíficos tales como astenia (cansancio), mialgias (dolor muscular), junto con irritación faríngea (picor) y la resolución espontánea suele acontecer hacia el décimo día.

DE RINITIS AGUDA A RINITIS CRÓNICA

Algunos de los factores favorecedores, que pueden provocar reagudizaciones que mantienen la inflamación constante de la mucosa, pueden ser:

  • Factores anatómicos: desviación del septo nasal, hipertrofia adenoidea en niños (vegetaciones)…
  • Factores infecciosos concretos.
  • Factores inmunitarios (sistema de defensa).
  • Factores agresores físico-químicos: humos, tabaco, contaminación ambiental, drogas inhaladas, sequedad ambiental, exposición continuada al frío.
  • Factores hormonales o endocrinos.
  • Factores alimentarios: carencias nutricionales y vitamínicas.
  • Padecimiento de enfermedades sistémicas: metabólicas, cardiopatía.
  • Uso de medicamentos: vasoconstrictores…

Diagnóstico

Podremos llegar a establecer el diagnóstico con la historia clínica, realizándose un interrogatorio exhaustivo de los signos y síntomas que se padecen y tras una exploración física minuciosa.

Las pruebas cutáneas positivas a alérgenos pertinentes nos darán pista sobre las rinitis alérgicas.

Tratamiento

Se adoptarán las medidas terapéuticas oportunas en función del tipo de rinitis que se padezca. El objetivo del tratamiento es disminuir los síntomas y usar medicamentos con los menos efectos adversos posibles.

  • La terapia de las rinitis infecciosas virales estará basada en el alivio sintomático del cuadro, al no disponer de medicamentos concretos para su erradicación. Los analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno serán los indicados.
  • Un lavado nasal con agua y sal, ayuda a remover la mucosidad de la nariz.  Normalmente se recomienda antes de aplicarse el medicamento nasal. Disminuye los síntomas de congestión nasal y la secreción nasal posterior, por un corto periodo de tiempo.
  • Los antihistamínicos actúan mediante su acción de sedación central, produciéndose con ello disminución de la rinorrea y los estornudos y, además, facilitan el sueño.
  • Los esteroides inhalados se usan con frecuencia para disminuir la hinchazón y los síntomas: Rhinocort® (budesonide) y Nasonex® (mometasone).
  • Los esteroides orales se usan solamente en situaciones especiales, debido a los efectos adversos. Su médico puede recetarlos por un corto periodo de tiempo (de tres a siete días) para controlar los síntomas más severos.
  • Los descongestivos nasales (oximetazolina) de uso tópico nasal son muy efectivos, aunque precisan control en cuanto a la duración de su uso.
  • Los médicos recomiendan la inmunoterapia (vacunación sistemática de desensibilización) para la rinitis alérgica cuando no hay duda alguna acerca de los alérgenos específicos causantes y la persona no responde bien al tratamiento o los síntomas persisten durante varias estaciones o durante todo un año.

Pronóstico

Podemos considerar la rinitis como una afección leve y benigna, pero sin banalizarla pues sus síntomas pueden afectar a la calidad de vida de paciente de una manera considerable, causando importantes efectos socio-económicos por bajas laborales, escolares…

En los pacientes inmunodeprimidos y de edades extremas puede convertirse en una patología grave que desencadene complicaciones.