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Estreñimiento Infantil y Más

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El estreñimiento es un problema que no conoce de edades, pues afecta tanto a niños como a adultos. En la consulta de pediatría, en concreto, es uno de los motivos de consulta más frecuentes.
El estreñimiento crónico en los niños suele aparecer como una prolongación de un episodio agudo.

El estreñimiento infantil

En el recién nacido parece que la media de deposiciones diarias oscila entre cuatro a seis. Pero este número varía en función de si el bebé toma lactancia materna (puede realizar una deposición en cada toma) o bien si es alimentado con fórmula (el número de deposiciones diarias puede disminuir). Podemos concluir que la normalidad deposicional en un recién nacido puede oscilar desde 12 deposiciones diarias a una frecuencia deposicional muy baja, cada 3-5 días con heces de consistencia blanda que no se acompañan ni de molestias abdominales ni de esfuerzo defecatorio. Tanto en un supuesto como en el otro, hablaríamos de normalidad y no de diarrea ni de estreñimiento. Con la edad va disminuyendo la frecuencia de las deposiciones y, a los 4 años, la media es de una a dos deposiciones al día y, a partir de ahí́, asemejarse a la frecuencia en el adulto, que oscila de tres deposiciones al día a tres deposiciones a la semana.

¿SABÍAS QUE…?

Actualmente, las asociaciones pediátricas establecen el estreñimiento como un concepto que no se relaciona exclusivamente con la frecuencia de las deposiciones, sino que se valora las características de las mismas (tamaño y dureza) y otras manifestaciones asociadas a la defecación, como el dolor.

Estreñimiento orgánico y funcional

El estreñimiento más habitual es el funcional, es decir, el que no se justifica por ninguna causa física o no es secundario a otra enfermedad. Si el estreñimiento tiene una causa física, se le llama estreñimiento orgánico.

Las enfermedades asociadas más frecuentes y que son causa de estreñimiento orgánico en los niños son:

  • Lesiones en la región ano-rectal: fisuras o hemorroides.
  • Enfermedad celíaca.
  • Alergia alimentaria.
  • Diverticulitis.
  • Efectos secundarios de fármacos: antihistamínicos, anticomiciales (para el dolor neuropático), ibuprofeno, entre otros.
  • Parálisis cerebral.
  • Tumores cerebrales.
  • Neuropatías.
  • Enfermedad de Hirschsprung.
  • Miopatías.
  • Síndrome de Down.
  • Hipotiroidismo.
  • Insuficiencia renal.

¿Cómo se diagnostica el estreñimiento funcional?

Los criterios diagnósticos del estreñimiento funcional en el niño se establecen según la edad:

Lactantes y niños menores de 4 años

Presencia de dos o más criterios al menos una vez a la semana por un periodo mínimo de un mes:

  • Dos o menos defecaciones semanales.
  • Al menos un episodio de incontinencia fecal semanal (en niños continentes).
  • Historia de retención fecal.
  • Defecaciones dolorosas o heces duras.
  • Presencia de masa fecal en el recto.
  • Deposiciones muy voluminosas que obstruyen el váter.

Niños mayores de 4 años y adolescentes

Presencia de dos o más criterios al menos una vez a la semana por un periodo mínimo de dos meses:

  • Menos de tres deposiciones a la semana.
  • Al menos un episodio de incontinencia fecal semanal.
  • Defecación dolorosa.
  • Actitudes retentivas para evitar la defecación.
  • Heces de gran diámetro en el recto o palpables a nivel abdominal.
  • Deposiciones muy voluminosas que obstruyen el váter.

Factores y causas que pueden favorecer el estreñimiento en el niño

El estreñimiento crónico en los niños suele aparecer como una prolongación de un episodio agudo. Los factores que pueden desencadenar un episodio de estreñimiento en los niños son:

  • Inicio de la leche de fórmula: cambia la consistencia de las heces y las endurece.
  • Dieta pobre en fibra.
  • Beber pocos líquidos.
  • Exceso de lácteos.
  • Ayuno prolongado.
  • Enfermedades febriles.
  • Inmovilidad o sedentarismo.
  • Inicio de la escuela o cambios en su rutina diaria, como unas vacaciones.
  • Lesiones en la zona ano-rectal (fisuras).
  • Retirada del pañal: se puede acompañar de comportamientos que evitan o retienen las heces, sobre todo en niños todavía inmaduros para retirar el pañal.

¿Son necesarias las pruebas complementarias para estudiar el estreñimiento infantil?

Sólo serían necesarias cuando se sospecha un estreñimiento orgánico, es decir, que la causa del mismo es debida a otra enfermedad. En estos casos, además de una exploración física completa, el pediatra o gastroenterólogo solicitará pruebas de imagen (radiografía de abdomen), una analítica (para descartar, por ejemplo, problemas hormonales o celiaquía) o un test del sudor (si se sospecha fibrosis quística).

El tratamiento del estreñimiento crónico funcional

En un primer momento lo que más interesa es vaciar o evacuar las heces retenidas. Para ello el médico receta unos fármacos laxantes que lo que hacen es desempacar las heces y facilitar su expulsión. Este tratamiento suele pautarse durante 3 o 6 meses hasta que el niño o el adulto adquiera un hábito intestinal regular y sin molestias. La medicación se irá retirando paulatinamente.

En ocasiones podemos estar tentados a implementar una solución rápida y drástica para aliviar los síntomas del estreñimiento, como la aplicación de enemas o supositorios. Hay que recordar que lo más importante es la reeducación del intestino y que estas medidas serían sólo aplicables en casos extremos y puntuales.

Las medidas higiénicas deben formar parte del tratamiento. Como, por ejemplo:

  • Aprovechar el reflejo gastro-cólico e ir al baño tras cada comida.
  • Darse el tiempo necesario para ir a defecar sin distractores.
  • Mantener una correcta postura: pies apoyados en el suelo o, aún mejor, en una banqueta para mantener una mayor flexión de las piernas.
  • En los niños, llevar un váter portátil y protectores desechables para los inodoros fuera del hogar, pueden favorecer la evacuación.

La dieta y el ejercicio: bases en el tratamiento del estreñimiento

  • La fibra es una de las sustancias que provienen de la dieta y que mejor ayuda a combatir el estreñimiento. Eso sí, debemos acompañarla de agua para que aumente el bolo fecal y este sea más fácil de expulsar.
  • Una adecuada alimentación acompañada de la práctica habitual de ejercicio físico son el tratamiento base del estreñimiento.
  • Los lácteos suelen ser una de las causas del estreñimiento, por lo que es recomendable no superar los 500 ml de leche al día.
  • Algún remedio casero, como tomar un vaso de agua tibia en ayunas, puede ser de ayuda.
  • Realizar ejercicio físico suave, como caminar o nadar durante 30 minutos, consigue fortalecer la musculatura intestinal que interviene en el reflejo de la defecación.

El estreñimiento durante el embarazo

Los cambios hormonales durante la gestación, sobre todo, el aumento de la progesterona, ocasionan que el movimiento intestinal se enlentezca. Esto no es más que un mecanismo de defensa del cuerpo, ya que los intestinos están íntimamente en contacto con el útero y, sus movimientos bruscos, podrían perjudicar el crecimiento del feto. A medida que el feto crece, este ocupa mayor espacio en el abdomen de la mamá favoreciendo que los intestinos no se muevan adecuadamente y, favoreciendo, el estreñimiento.

Otros factores como una dieta con poca fibra, la insuficiente ingesta de líquidos, el estrés o la presencia de hemorroides, pueden provocar la aparición de estreñimiento durante el embarazo.

La base del tratamiento, como hemos comentado con anterioridad, es la dieta rica en fibra, la ingesta de líquidos y el ejercicio moderado. Los fármacos deben ser empleados con precaución durante la gestación y siempre deben ser recetados por el médico.