Los glóbulos blancos o leucocitos son células que tienen la capacidad de abandonar el torrente sanguíneo para defender al organismo contra infecciones y agentes patógenos. También se enfrentan a las células tumorales. Un tipo específico de leucocitos son los eosinófilos, cuyo número puede verse aumentado por causas muy diversas.
Como los eosinófilos forman parte de los glóbulos blancos, vamos a tener en el hemograma dos resultados diferentes: uno expresado en porcentaje (el cual se refiere a la proporción respecto del resto de glóbulos blancos como neutrófilos, monocitos, basófilos y linfocitos) y otro en valor absoluto que hace referencia al número total de este tipo de células.
Los eosinófilos son un subtipo de glóbulos blancos cuya función consiste en regular la respuesta inflamatoria, además de atacar a las sustancias reconocidas como extrañas que son potencialmente dañinas para el organismo.
Su aumento se puede producir ante reacciones alérgicas (ambientales o medicamentosas), infecciones por parásitos, y mucho mas infrecuente por cierto tipo de tumores.
Normalmente, la elevación de la cifra de eosinófilos suele ser transitoria y tiende a normalizarse cuando el motivo que la está produciendo se resuelve.
Su diagnóstico se realiza mediante un análisis de sangre por medio de un hemograma. Normalmente suele ser un hallazgo incidental al solicitar esta prueba por otro motivo.
En el caso de no tratarse la causa subyacente y no resolverse este aumento, esta inflamación puede producir daños en distintos órganos, aunque esto último es excepcional.
La leucocitosis o aumento de glóbulos blancos se produce en caso de infección. También si hay una inflamación, estrés físico o emocional, quemaduras e insuficiencia renal, entre otras situaciones. Su elevación, tanto en valor absoluto como en valor relativo (%) no siempre indica una enfermedad subyacente y debe de repetirse en diferentes determinaciones separadas al menos 12 semanas.
La leucocitosis no siempre indica malignidad, ya que el tratamiento con corticoides o la extirpación del bazo también pueden hacer que el número de leucocitos aumente.
Por otro lado, para el estudio del aumento de los eosinófilos o eosinofilia no solamente hay que estudiar el número total de eosinófilos, sino del resto de glóbulos blancos y su morfología.
En la siguiente tabla se expresan los valores normales en porcentaje de cada tipo de glóbulos blancos o leucocitos. Estos niveles son orientativos y deben ser interpretados por un profesional sanitario.
RECUENTO DE LEUCOCITOS | ||
Glóbulos blancos | Valores normales | Algunas posibles causas del aumento |
Neutrófilos | 45 al 75% | Infecciones bacterianas. |
Linfocitos | 15 al 45% | Infecciones virales, tuberculosis. |
Monocitos | 0,5 al 10% | Infecciones virales. |
Eosinófilos | 0 al 3% | Parasitosis, alergias, asma. |
Basófilos | 0 al 2% | Infecciones virales, tuberculosis, alergias. |
La elevación de la fracción de los eosinófilos puede estar causada por diversos motivos:
El síndrome hipereosinofílico es una patología poco común en la que no se identifica la causa de los niveles elevados de eosinófilos. La producción de estos eosinófilos se produce por una mutación en la médula ósea, responsable de la fabricación de las células de la sangre, produciendo niveles muy elevados en sangre periférica y dañando distintos órganos.
La enfermedad puede afectar al corazón pudiendo provocar un fallo cardíaco y a otros órganos como el bazo, el sistema nervioso central y los pulmones. También puede provocar la aparición de erupciones cutáneas.
Para disminuir los niveles de eosinófilos altos, en primer lugar, es necesario identificar la causa de su incremento. Para ello es fundamental realizar una historia clínica completa, junto con las pruebas diagnósticas necesarias que esclarezcan la causa de la eosinofilia.
Cuando se identifica la patología causante, el tratamiento de la misma puede determinar la normalización de los niveles de eosinófilos. De igual modo, cuando la causa viene dada por el tratamiento con un medicamento, su finalización determinará la normalización del número de células eosinófilas.
Los eosinófilos altos por alergia es una de las situaciones más frecuentes que explican su elevación.
De este modo, la rinitis y conjuntivitis alérgicas, el asma y la dermatitis atópica son causas comunes del aumento de los eosinófilos en el organismo.
En este caso, la aparición de síntomas alérgicos asociados a una elevación de los niveles de eosinófilos en sangre suele ser un indicador de la existencia de una alergia.
Si existe sospecha de que la causa de la eosinofilia es una alergia, se derivará al paciente a la consulta de alergología donde se realizará una historia clínica detallada y se llevarán a cabo las pruebas adecuadas para identificar el agente alergénico involucrado y el tipo de patología alérgica.
En definitiva, para comprobar los niveles de leucocitos en sangre es necesario realizar una analítica. No es necesario ayunar para la realización de esta prueba y un resultado aumentando de manera aislada, en la mayoría de las ocasiones, no es suficiente para realizar un diagnóstico, siendo necesaria la repetición de la prueba 12 semanas después.