Durante la infancia enfermamos con frecuencia. Nuestro sistema inmune es más vulnerable y, a la vez, se hace más fuerte tras cada virus o bacteria vencida. Afortunadamente, la mayor parte de las enfermedades en los niños son benignas y forman parte de un proceso normal. Pero no es extraño ver a padres muy preocupados en la consulta porque tienen la sensación de que su hijo está constantemente enfermo, formulando la pregunta: ¿tendrá bajas las defensas?
¿Las enfermedades de los niños de ahora son las mismas que las de nuestros abuelos?
Muchas de las enfermedades del siglo pasado ya no están presentes o, con mucha menos frecuencia, en nuestro medio. Enfermedades como el sarampión, la polio, la rubeola o la parotiditis se dan de manera anecdótica en nuestros hijos gracias a las vacunas.
¿Por qué enferman?
Los niños enferman tanto porque su sistema inmunitario (el sistema que se encarga de las defensas frente a procesos infecciosos) aún está inmaduro. A esto debemos sumarle que no saben de medidas preventivas como: el lavado de manos, taparse la boca al toser o evitar chupar los objetos de otros. A medida que van creciendo, su sistema inmunitario se fortalece y estas infecciones disminuyen.
El inicio de la guardería o el colegio es el desencadenante de múltiples infecciones. En el bebé con hermanos mayores, este proceso puede aparecer antes, ya que los hermanos “traen” consigo virus y bacterias a la casa.
Donde hay muchos niños juntos, hay demasiados virus y bacterias y, por lo tanto, son un blanco fácil. Es por eso tan importante que los niños enfermos no acudan al colegio: hay que evitar el contagio y hay que ofrecer al niño el cuidado que se merece.
En la mayoría de casos, los niños no están bajos de defensas, sino que están interaccionando con los microorganismos del entorno, infectándose y fortaleciendo su sistema inmunológico.
¿Cuáles son las vías de contagio de las enfermedades infecciosas?
- Vía fecal-oral: los microorganismos se eliminan por las heces (diarrea) y el contagio se produce al tocar las heces con las manos y llevárselas a la boca. Esto puede ocurrir entre niños o bien con los cuidadores, si no tienen una correcta higiene tras cambiar los pañales: el lavado de manos.
- Vía respiratoria: al toser, estornudar o hablar se expulsan gotas de secreciones respiratorias llenas de gérmenes que pueden ser inhalados por los demás. Esto ocurre, por ejemplo, en las infecciones respiratorias.
- Contacto con la piel: a través de objetos que comparten o el contacto estrecho de persona a persona, se pueden contagiar enfermedades como la sarna, los piojos o infecciones de la piel.
A continuación, repasamos las enfermedades más frecuentes en la infancia:
Enfermedades del aparato respiratorio
- Faringitis y amigdalitis: tienen causa vírica o bacteriana y ocasionan la inflamación de la faringe o las amígdalas, respectivamente. Provocan tos, dolor de garganta, fiebre y malestar general. En el caso de que sean bacterianas deben tratarse con antibióticos.
- Catarro común: es la enfermedad más frecuente en la infancia. Es debida a virus y ocasiona tos, mucosidad abundante, congestión nasal y fiebre moderada. Puede complicarse con otros procesos como otitis, bronquiolitis o sinusitis. Al tratarse de una virosis, los antibióticos no son necesarios.
- Gripe: es una enfermedad respiratoria que puede ser grave y que es muy frecuente en niños. Es provocada por un virus, por lo que los antibióticos no son necesarios. Ocasiona malestar, fiebre alta, mucosidad nasal, tos y, en los niños pequeños, puede ocasionar también, diarrea y vómitos.
- Bronquiolitis: es una inflamación de la vía aérea debida a virus y que afecta a menores de dos años. Ocasiona tos, fiebre y dificultad para respirar. En niños menores de seis meses puede ser muy grave debido a la infección por el Virus Respiratorio Sincitial.
- Otitis media aguda: es una infección muy común en los niños. Puede ser causada por virus o bacterias. Los síntomas son: dolor en el oído y fiebre.
Enfermedades del sistema digestivo
- Gastroenteritis infecciosa: es la aparición de diarrea debida a la infección de un virus o una bacteria. Los rotavirus son los virus que con mayor frecuencia afectan a los niños menores de cinco años. Bacterias como la salmonella pueden ocasionar diarreas graves. El mayor peligro de la gastroenteritis en la deshidratación del niño por la pérdida de líquidos en la diarrea y vómitos.
- Giardiasis: es muy común en los niños menores de cinco años. Se transmite a partir del contacto con otros niños, en las guarderías o en la escuela. Provoca diarreas durante varias semanas, inapetencia, náuseas, molestias abdominales y fiebre baja. Hay que tratarla con medicinas específicas para curarla.
- Oxiuros (parásitos): son parásitos muy frecuentes en los niños que ocasionan picor en el ano y la vagina, sobre todo por la noche. Es importante tratar a todo el núcleo familiar.
Enfermedades de la piel y exantemáticas (a las que se acompaña un sarpullido)
- Exantema súbito (roséola o sexta enfermedad): es una enfermedad aguda y benigna causada por un virus que afecta a niños menores de dos años de vida. Se caracteriza por fiebre seguida de una erupción en la piel que coincide con la desaparición de la fiebre.
- Eritema infeccioso (megaloeritema, quinta enfermedad o virus de la bofetada): es una enfermedad benigna causada por un virus. Su síntoma más característico es erupción característica en las mejillas que hace que parezca que al niño le han abofeteado la cara. Afecta a los niños en edad preescolar o escolar.
- Varicela: es una enfermedad infecciosa muy contagiosa causada por el virus Varicela-Zoster (familia de los herpes). Se caracteriza por la aparición de vesículas que, al cabo de unos días, se rompen y se forma una costra. Causan un picor muy intenso y fiebre. Su curso es benigno, pero puede complicarse en ciertos casos: neumonía o sobreinfección de las lesiones cutáneas.
- Impétigo: es una enfermedad infecciosa causada por bacterias (estafilococos o estreptococos). En este caso los antibióticos son necesarios. Las bacterias entran en de la piel por una lesión, rasguño o picadura de un insecto. Se forman unas costras gruesas de color miel que se extienden rápidamente.
- Molluscum: es una infección vírica de la piel que ocasiona unas lesiones circulares y elevadas que no causan molestias. Las lesiones desaparecen cuando el sistema inmune vence la infección.
- Pediculosis (piojos): es una infestación de la piel del cuero cabelludo por piojos. Causan una irritación cutánea y provocan un picor muy intenso. Es altamente contagioso y deben ser tratados siempre.
- Sarna: es una infestación de la piel producida por el ácaro Sarcoptes scabiei. Este ácaro excava túneles en la capa superficial de la piel para depositar sus huevos y provoca ronchas y ampollas que pican por la noche.
- También se pueden observar unas líneas elevadas en el lugar donde los ácaros han excavado los túneles, sobre todo en muñecas o entre los dedos de las manos y los pies. El tratamiento es eficaz.
- Tiña (hongos): son infecciones de la piel causadas por un hongo. Suelen afectar a la piel y el cuero cabelludo y deben ser tratadas con antifúngicos.
- Síndrome mano-pie-boca: la enfermedad boca-mano-pie es una infección benigna de causa vírica, frecuente entre los 1-3 años de edad. Tras unos días de fiebre y malestar, aparece una erupción con pequeñas ampollas por fuera y dentro de la boca (paladar, encías, lengua), palmas de las manos, plantas de los pies y área del pañal. Las lesiones no pican y se curan en una semana. No es necesario tratamiento antibiótico.
Otras enfermedades infecciosas
- Conjuntivitis: es la infección de la conjuntiva del ojo por virus o bacterias. Sus síntomas son picor ocular, enrojecimiento y lagrimeo. Son muy contagiosas y deben ser tratadas con antibióticos.
- Escarlatina: la escarlatina es una infección que asocia: faringoamigdalitis (anginas) y un exantema (erupción en la piel). La causa es la bacteria estreptococo betahemolítico del grupo A y el exantema se debe a una sustancia (toxina) que produce esta bacteria. Hay que tratarla siempre con antibióticos.
- Gingivitis o estomatitis: es una infección causada por el virus herpes que suele afectar a niños de dos a cinco años y que causa fiebre alta, malestar, inapetencia, lesiones en mucosa oral muy dolorosas que impiden que el niño coma o beba. El riesgo de esta enfermedad es la deshidratación. Por eso lo más importante es evitarla y dar tratamiento analgésico para controlar el dolor.
- Mononucleosis infecciosa: es una enfermedad producida por el virus de Epstein Barr. También es conocida como la enfermedad del beso. Origina fiebre, dolor de garganta, aumento de tamaño de los ganglios, y agrandamiento del bazo (esplenomegalia) y del hígado (hepatomegalia). Puede aparecer en una erupción cutánea si se están tomando determinados antibióticos. La duración de la enfermedad es de varias semanas.
- Infección urinaria: aproximadamente un 3% de las niñas y un 1% de los niños pueden padecer este problema durante los primeros años de vida. La causa es bacteriana, por lo que se necesitan antibióticos para su curación. Los síntomas son: escozor al orinar o tener ganas continuas de ir al baño, en los niños mayores. En los bebés puede ser un proceso más grave y se acompaña de fiebre, malestar general, rechazo del alimento o vómitos.