La dieta mediterránea es mundialmente conocida, hasta tal punto que en 2010 fue declarada Patrimonio inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Es más que un patrón alimenticio, es un estilo de vida, porque no sólo engloba la alimentación, sino también la actividad física, la socialización y la salud mental. Su simplicidad y variedad da lugar a una combinación equilibrada y completa de alimentos, basada en productos frescos, locales y de temporada en la medida de lo posible.
Es una de las dietas con más estudios científicos, y uno de los más reconocidos (Predimed), concluye que mediante un estilo de vida mediterráneo se pueden prevenir multitud de enfermedades (cardiovasculares, diabetes y enfermedades crónicas como síndrome metabólico, enfermedades neurodegenerativas, enfermedades intestinales o diferentes tipos de cáncer). Pero cabe remarcar que, a día de hoy, nuestra alimentación se aleja mucho de lo que se considera dieta mediterránea, debido al consumo de productos procesados, la falsa creencia de que el consumo moderado de alcohol es saludable y al bajo consumo de frutas, verduras o legumbres.
De poco sirve si comemos de manera saludable, pero somos sedentarios y no nos movemos lo suficiente. La combinación de buena alimentación y ejercicio físico son dos factores que deben ir de la mano. Lo ideal es practicar el ejercicio físico que más guste y que más nos haga disfrutar, así nunca se tomará como un sacrificio, sino como una desconexión.
Mantenerse activo de manera continua es otro de los pilares fundamentales del estilo mediterráneo.
Quedar con amigos o la familia para charlar, comer, tomar algo… es una parte fundamental del estilo mediterráneo, ayuda en nuestra desconexión y paz interior. El acto de comer con más gente debe ser algo agradable y que nos enriquezca.
Los beneficios que se le atribuyen a la dieta mediterránea se relacionan con mejoras en los niveles de colesterol, en la tensión arterial, el sistema inmunitario, la coagulación sanguínea e incluso el sistema hepático y cardiovascular.
Hay evidencias científicas de que el estilo de vida mediterráneo (alimentación saludable, práctica de ejercicio físico, dormir lo suficiente y mantener relaciones sociales), previene o retrasa la aparición de enfermedades como:
DESAYUNO |
COMIDA |
CENA |
MEDIA MAÑANA Y/O MERIENDA |
Café (opcional) con: ·leche semidesnatada ó ·bebida vegetal sin azúcar ó ·yogur natural Pan integral con semillas, aceite de oliva, tomate y tortilla francesa (1 huevo) 1 pieza de fruta de temporada |
Ensalada de garbanzos con tomate cherry, pimiento, cebolla, y anchoas, aliñado con aceite de oliva Brocheta de pollo y hortalizas con salsa romesco Yogur natural o cuajada |
Berenjena asada rellena de verduritas y jamón ibérico.
Lubina al horno con patata
1 pieza de fruta de temporada |
Yogur natural con avellanas, trozos de fruta natural, semillas de chía y una cucharadita de miel. o Pan de centeno con aguacate, tomate y queso fresco |