La diarrea es un problema habitual en las mujeres embarazadas. Suele ser común durante el primer trimestre de embarazo, aunque también tiende a aparecer conforme se acerca la fecha del parto.
La diarrea durante el embarazo no suele ser consecuencia de una afección grave, aunque siempre es recomendable consultar con el médico, especialmente si es persistente.
Diarrea en el embarazo: causas y síntomas
Es importante cuidar de la salud de la mujer en todas las etapas, también durante el embarazo. De este modo, además de las pruebas periódicas a las que debe someterse desde que sabe que va a ser madre hasta el momento del nacimiento, también es importante estar atentos ante la aparición de cualquier síntoma como la diarrea.
La diarrea se define por la evacuación de 3 o más deposiciones diarias de características líquidas o pastosas. La diarrea aguda es normalmente leve y autolimitada; en la mayoría de las ocasiones no persiste más de 1 semana. Si el trastorno dura más de 4 semanas se considera diarrea crónica. La diarrea puede acompañarse de fiebre, especialmente si es de causa infecciosas, dolor y distensión abdominal, náuseas y vómitos.
La diarrea durante el embarazo puede aparecer por diferentes motivos. Entre ellos, cabe destacar:
- Cambios hormonales. Durante el embarazo se producen modificaciones en los niveles hormonales que tienen multitud de implicaciones. Una de ellas es que se puede ver afectado el funcionamiento del sistema gastrointestinal, pudiendo llevar a la aparición de náuseas, vómitos y también diarrea.
- Problemas en la digestión. Las alteraciones en la digestión pueden provocar que los alimentos no se digieran adecuadamente, lo que puede llevar a la aparición de diarrea.
- Cambios en la alimentación. En el embarazo se recomienda modificar algunos aspectos de la dieta. Por ejemplo, una recomendación habitual es aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra para evitar el estreñimiento. El aumento excesivo en la ingesta de alimentos vegetales puede ocasionar la aparición de gases, flatulencia y diarrea. Por otro lado, también se suele aumentar el consumo de lácteos por su alto contenido en calcio, por lo que el exceso de lactosa de la leche puede propiciar la aparición de diarrea.
- Intoxicaciones alimentarias. Como en el resto de las personas, las mujeres embarazadas no están exentas de poder padecer toxiinfecciones alimentarias. De este modo, es importante prestar atención a la higiene de los alimentos. Se deben limitar los riesgos, evitando el consumo de alimentos crudos o poco cocinados de origen animal, o alimentos vegetales con una higiene defectuosa o de procedencia desconocida. También se debe evitar el consumo de lácteos no pasteurizados y el empleo de utensilios de cocina de madera (es un material poroso que dificulta una desinfección adecuada).
Una vez que la diarrea se ha producido, la presencia de sangre en las heces puede alertar de un posible origen bacteriano de la diarrea.
Otra causa de diarrea en el embarazo son las causadas por infecciones sin relación con la ingesta alimentaria, tales como virus respiratorios que ocasionalmente pueden afectar al intestino, como los adenovirus.
- Presión en el aparato digestivo. Conforme el feto crece, aumenta la presión en la cavidad abdominal sobre las estructuras internas, incluyendo el estómago y el resto del aparato digestivo. Esto puede provocar dificultades en la digestión y absorción de los nutrientes de los alimentos, aumentando el riesgo de padecer algún episodio diarreico.
- Medicamentos y suplementos. El tratamiento con determinados medicamentos o suplementos de vitaminas y minerales durante la gestación podrían ocasionar cambios en los hábitos en las deposiciones, incluyendo la aparición de diarrea. En esos casos habría que ponerlo en conocimiento del médico para que sustituya el tratamiento.
- Nerviosismo. El nerviosismo por el propio embarazo puede ser causa de la aparición de trastornos gastrointestinales y diarrea.
- Proximidad del parto. Es habitual que aparezcan síntomas como náuseas, indigestión o diarrea en los días próximos al parto.
Retortijones en el embarazo
Los retortijones y diarrea en el embarazo se pueden producir de forma común. De este modo, las molestias gastrointestinales y la diarrea pueden formar parte de los síntomas asociados al embarazo, si bien son las náuseas y los vómitos los más habituales.
Los retortijones son accesos de dolor abdominal intermitente y agudo que acompaña a los cólicos intestinales causados por la contracción de la musculatura lisa del intestino.
¿Cómo tratar la diarrea en embarazadas?
El tratamiento en la mayoría de los casos de diarrea en embarazadas permite una actitud expectante, ya que se suele tratar de procesos autolimitados que solo requieren de rehidratación y reposo intestinal. Por ello, cuando aparece la diarrea y esta persiste la pauta a seguir incluye:
- Dieta sin alimentos sólidos en las primeras 24 horas, con suero o limonada alcalina. Posteriormente pasar a dieta astringente (arroz hervido con zanahorias y pollo, manzana, preferiblemente asada, y plátano). Las comidas deben ser poco abundantes y frecuentes. Evitar los alimentos grasos, las verduras, legumbres, bebidas con gas, alcohol, excitantes y los lácteos.
- En general no se deben utilizar fármacos astringentes, a no ser que los haya prescrito el médico.
- Cuando existe sospecha de diarrea de causa bacteriana el médico puede establecer un tratamiento antibiótico a la espera del resultado del análisis de las heces.
- En casos extremos se puede considerar el ingreso hospitalario cuando se precisen rehidratación endovenosa o endoscopia por duda diagnóstica entre enfermedad inflamatoria intestinal y diarrea infecciosa.
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