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Descubre los Efectos de la Testosterona

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Es la principal hormona sexual masculina y en el hombre juega un papel clave en el desarrollo de sus tejidos reproductivos, como los testículos y la próstata, y también en la promoción de los caracteres sexuales secundarios como, por ejemplo, el incremento de la masa muscular y ósea y en el crecimiento del pelo corporal. Además, es esencial para la salud y el bienestar, además de la prevención de la osteoporosis. En caso de déficit de la misma o en determinadas situaciones médicas se puede utilizar como tratamiento, siempre tras la aprobación de un médico.
Es la principal hormona sexual masculina y en el hombre juega un papel clave en el desarrollo de sus tejidos reproductivos, como los testículos y la próstata, y también en la promoción de los caracteres sexuales secundarios.

Sobre esta hormona…

La testosterona es una hormona esteroidea sexual del grupo de los andrógenos (formado por la testosterona, la androsterona y la andostrendiona). Se produce principalmente en los testículos y en menor cantidad en los ovarios. Asimismo, las glándulas suprarrenales también segregan pequeñas cantidades de esta hormona. Es la principal hormona sexual masculina, así como un esteroide anabolizante.

La testosterona está producida por unas células específicas de los testículos que se denomina células de Leydig. La producción hormonal de testosterona está regulada por una serie de activaciones hormonales cuya primera fase se da en el hipotálamo, que mediante la hormona GnRH activa la hipófisis, una glándula ubicada en el cerebro y que regula la producción de la gran mayoría de hormonas del organismo. La hipófisis, a su vez, produce un aumento de la hormona LH, que activa las células de Leydig para que estas produzcan testosterona. Una vez que los niveles de testosterona en sangre son los adecuados es la misma hormona la que frena la producción de las hormonas GnRH y LH para que cese la producción de testosterona.

Sus efectos

La testosterona tiene dos tipos de efectos:

  • Androgénicos, que tienen que ver con la diferenciación sexual a nivel de órganos y la aparición de los caracteres sexuales secundarios.
  • Anabólicos, relacionados con la formación de masa muscular y ósea.

La testosterona empieza a ejercer su función ya a nivel fetal, de manera que los genitales se virilizan, se forman el pene, la próstata y las vesículas seminales. En la adolescencia, los niveles de testosterona aumentan y hace que se den los cambios propios de la pubertad:

  • Aparición de vello púbico, axilar y facial
  • Producción de espermatozoides
  • Aumento del tamaño del pene
  • Incremento del deseo sexual y del número de erecciones
  • Crecimiento y maduración ósea
  • Proliferación de las glándulas sebáceas, lo cual puede causar acné
  • Disminución de la grasa subcutánea
  • Cambios en la voz y protrusión de la nuez
  • Cambios en la composición del sudor

Otros efectos de la testosterona en la edad adulta, cuando el desarrollo sexual físico ya se ha dado, son:

  • Aumento de la energía tanto física como mental
  • Mantenimiento de la masa muscular y aumento de las fibras contráctiles
  • Reducción de la grasa corporal
  • Estimula la formación de glóbulos rojos
  • Regula en parte la agregación de las plaquetas
  • Permite el desarrollo normal de los espermatozoides

Como tratamiento

La testosterona se utiliza como tratamiento en aquellos pacientes que, por la causa que sea, presentan unos niveles bajos de testosterona que conllevan problemas de infertilidad. La testosterona se puede administrar inyectada, mediante parches transdérmicos, geles o vía oral. Hoy en día, la testosterona se emplea también para otras situaciones clínicas:

  • Terapia hormonal para hombres transexuales (mujer a hombre).
  • Ciertos casos de disfunción eréctil.
  • Falta de deseo sexual.
  • Corrección de la osteoporosis.
  • Tratamiento para niños con déficit de crecimiento.

La testosterona y variaciones químicas de la misma se han utilizado como anabolizantes, es decir, como sustancias que aumentan la masa muscular, la fuerza y la resistencia. La testosterona tiene un efecto directo sobre las fibras musculares, logran que se hagan más grandes y que se recuperen con mayor facilidad cuando se produce una rotura muscular, de manera que se crean nuevas fibras musculares. De este modo la musculatura va aumentando. Asimismo, la testosterona tiene un efecto sobre la grasa subcutánea, de manera que la reduce.

Testosterona y deporte

Pese a que esto pueda parecer algo deseable, la testosterona y otros anabolizantes esteroideos están prohibidos en la práctica deportiva y se consideran dopaje. Es sabido que en muchos gimnasios algunas personas utilizan testosterona de manera ilegal para aumentar su masa muscular. Inicialmente esto da resultados visibles, pero al poco tiempo se frena la producción de testosterona del propio cuerpo y para seguir viendo resultados de crecimiento de la masa muscular se deben administrar mayores dosis de testosterona. Asimismo, esta testosterona externa tiene efectos nocivos sobre el organismo:

  • Frena el crecimiento óseo de forma prematura en personas en crecimiento.
  • Produce atrofia testicular y disminución de los niveles de esperma.
  • Aumenta las cifras globales de colesterol, con descenso del tipo HDL.
  • Afecta al sistema inmunitario con una bajada de defensas.
  • Predispone a la diabetes por cambios en el metabolismo de la glucosa.
  • Provoca cambios en la personalidad y el carácter: agresividad, euforia exagerada, trastornos del sueño, ansiedad, paranoia, alucinaciones.

Así pues, la testosterona, como todas las hormonas, es necesaria para nuestra salud y solamente en caso de déficit de la misma o en determinadas situaciones médicas se puede utilizar como tratamiento, siempre tras la aprobación de un facultativo. En ningún momento se debe tomar testosterona o anabolizantes por uno mismo para aumentar la masa muscular.