Afecta aproximadamente al 2% de la población, y se debe aclarar que la escoliosis no tiene cura, por lo que el objetivo principal de los tratamientos que se apliquen será mejorar la calidad de vida del paciente. La pauta de un tratamiento puede ser algo compleja ya que existen diferentes tipos de escoliosis. No obstante, los objetivos básicos serán controlar la progresión, corregir la deformidad y evitar sus consecuencias.
La escoliosis es una desviación anormal de columna vertebral. Se trata de una patología reumatológica congénita de origen desconocido en el 85% de los casos, el resto pueden ser debido a déficits del control muscular por una patología neurológica, por una malformación de la columna congénita o un traumatismo.
La desviación está formada por una torsión y desplazamiento lateral de las vértebras que se acentúan y desvían en forma de ‘’S’’ o ‘’C’’ de la curvatura fisiológica de la columna vertebral.
La escoliosis se desarrolla durante la época de crecimiento, y una vez superada esta etapa, el hueso se vuelve maduro y la desviación deja de agravarse.
Se distinguen tres tipos de escoliosis en función de la etapa en la que se desarrolla:
La columna está conformada por 33 vértebras distribuidas de arriba a abajo: 7 cervicales,12 dorsales y 5 lumbares, 5 sacras y 4 cóccix. Estas vértebras se disponen entre ellas creando unas curvas fisiológicas que tienen la función de amortiguar la carga de nuestro peso. Si las curvaturas fisiológicas se ven modificadas, la amortiguación de la carga que recibe nuestro cuerpo también, por lo que existirá un desequilibrio que comportará que zonas de nuestro cuerpo soporten más carga que otras. La desviación supondrá también problemas a nivel óseo y muscular e incluso visceral, comprometiendo la función respiratoria. La curvatura escoliótica se suele localizar entre los tramos vertebrales dorsal (T1-T12) y lumbar (L1-L5).
La escoliosis conlleva una deformación tridimensional anatómica de las vértebras, pero también de costillas, ligamentos y discos intervertebrales. Se desarrolla de forma progresiva, durante el proceso madurativo óseo, y una vez llegada la edad adulta la deformación deja de aumentar.
Durante su desarrollo no produce ningún síntoma o dolor, por lo que son los padres o pediatras quienes se dan cuenta observando las asimetrías que provocan, como por ejemplo un hombro más alto o adelantado que el otro o la pelvis inclinada hacia un lado, que provoca también una dismetría en la longitud de las dos piernas (una más corta que otra).
Para evaluar la escoliosis se utilizan varios parámetros; la rotación vertebral, la maduración ósea y la desviación de la columna que se pueden visualizar a través de una radiografía.
La medición de la desviación se realiza a través de la medición del Ángulo de Cobb, y mide los grados de la curvatura determinando la gravedad y el tratamiento de la patología.
El tratamiento se pauta en función de la gravedad de la curva que, como se ha mencionado anteriormente, se mide con el Ángulo de Cobb. Existen tres posibles opciones de tratamiento:
La fisioterapia tiene gran importancia en el tratamiento para la escoliosis, independientemente de la gravedad de ésta. Se debe aclarar que la escoliosis no tiene cura, por lo que el objetivo principal de los tratamientos que se apliquen es mejorar la calidad de vida del paciente.
El tratamiento fisioterápico consiste en la combinación de ejercicios y tratamiento manual para mantener el equilibrio muscular y aliviar las posibles dolencias que pueden aparecer. Se pautan una serie de ejercicios terapéuticos con el objetivo de reforzar la musculatura debilitada y estirar la acortada. El tratamiento manual, por lo general, se limita a el tratamiento de las contracturas musculares que aparecen a causa de la descompensación muscular que la misma escoliosis.
Existen métodos más específicos, como el método Schroth, un método de reeducación postural basado en ejercicios específicos donde se busca entrenar la conciencia corporal, detectando las asimetrías del cuerpo y las zonas musculares concretas que necesitan ser reforzadas o elongadas para fijar la postura que se quiere corregir. Además, se trabaja la respiración para mantener el diámetro de la caja torácica.
El tratamiento con ortesis es muy común, aunque no válido para todo tipo de pacientes, el objetivo de éste es disminuir la progresión de la desviación de la curva escoliótica. Sólo se coloca el corsé a pacientes que están en fase de maduración ósea y que por lo menos tengan dos años de maduración restante para que el tratamiento sea efectivo. Este tratamiento se combina también con fisioterapia.
La cirugía corrige la desviación ciertos grados, con la intención de que ésta no empeore. Se utilizan implantes metálicos que fusionan las vértebras para enderezar la curvatura. El postoperatorio es delicado, los pacientes no pueden reanudar sus actividades antes de los 6 meses o año después de la cirugía, razón por la cual la fisioterapia vuelve a cobrar importancia para la reinserción del paciente a su vida diaria.