El desarrollo del feto, desde el momento de la concepción hasta el término del embarazo en el que verá la luz un recién nacido de 3 Kg de peso medio, con todos sus órganos y su aspecto y personalidad únicos, es un proceso mágico. En su transcurso se van sucediendo una serie de acontecimientos clave, las instrucciones de los cuales están gravadas en nuestro ADN, y que son de una altísima complejidad. Y aún así la infinita mayoría de veces, afortunadamente, todo va bien.
Con el control médico contribuimos a corregir o detectar alteraciones de ese proceso, pero, igualmente, la mayoría de embarazos llegarían a término sin complicaciones aún sin nuestra supervisión.
¿Qué le sucede al feto mes a mes a lo largo del embarazo?
- Primer mes: desde el momento en que se produce la fecundación de un óvulo por un espermatozoide, un nuevo ser genéticamente único, fruto de una mezcla única de los cromosomas de padre y madre, empieza su formación. Una primera célula se divide en dos, y éstas en cuatro, después en ocho, 16, 32… Un crecimiento exponencial que en este mes básicamente formará las paredes de la bolsa amniótica y algunas células se diferenciarán para empezar a constituir el embrión, que apenas es visible ecográficamente.
- Segundo mes: el embrión empieza a diferenciar sus tejidos. Desde muy pronto hace falta que el corazón bombee sangre a lo largo del resto del cuerpo para que se vayan desarrollando el resto de órganos: la médula espinal, con el cierre de la columna vertebral, el cerebro, las partes de la cara: ojos, primero en los laterales de la cabeza para posteriormente irse centrando en la parte frontal, nariz, boca… La cabeza es proporcionalmente mucho más grande, prácticamente tanto como el resto del cuerpo. Se forman los intestinos, y se empiezan a esbozar las extremidades. Primero son como unas yemas que crecen lateralmente desde tronco, al final del cual hay una especie de cola. Irán tomando forma y al final de este mes se empiezan a distinguir los dedos, que alcanzan una longitud de unos 2-3 cm.
- Tercer mes: los órganos que habían iniciado su formación la perfeccionan, y se desarrollan los más tardíos, como los genitales. Al final de este periodo todos los órganos han completado su formación que ya no podrá modificarse. Nos queda el resto de embarazo para su maduración y crecimiento, pero a partir de este momento ningún elemento puede incidir para crear una malformación ni un órgano bien formado puede evolucionar a uno malformado. Al final de este trimestre se realizan análisis y ecografías para detectar lo más precozmente posible anomalías cromosómicas y anatómicas. Al final llegará a tener unos 14 cm de largo.
- Cuarto mes: ahora es cuando literalmente llamamos feto al ser que hasta ahora era sólo embrión. Sigue creciendo y madurando, tiene periodos de intensa actividad y movimientos de extremidades y de todo el cuerpo en forma de sacudidas. Se le empieza a cubrir el cuerpo de vello, llamado lanugo y de vérmix, una capa de grasa que recubre la piel para protegerla y empieza a tener arrugas en la piel y huellas dactilares. Al finalizar este mes medirá unos 18 cm. Es capaz de segregar hormonas y responder, por ejemplo, con la secreción de insulina de su páncreas ante el ascenso de los niveles de glucosa que le llegan de su madre.
- Quinto mes: el tamaño del feto sigue aumentando y al mismo tiempo su fuerza, por lo que es el momento en que se empiezan a notar los movimientos fetales. Anatómicamente tiene el tamaño suficiente para que sean ecográficamente visibles todos sus órganos, por lo que en este momento se realiza la ecografía más importante del embarazo en cuanto a descartar la mayoría de alteraciones anatómicas. Se desarrollan sus sentidos y empieza a responder a estímulos táctiles, gustativos, acústicos y lumínicos. Se han hecho estudios valorando la respuesta fetal a determinadas músicas o sonidos, cómo reaccionan si la madre toma alimentos dulces o café acelerando su frecuencia cardiaca. Tiene sentido del tacto, se toca la cara o las manos, puede agarrar el cordón umbilical. Alcanzará los 22-25 cm en esta etapa y hasta 500 g de peso.
- Sexto mes: sigue creciendo, realizando movimientos complejos como bostezar, chuparse un dedo, abrir y cerrar los ojos, sacar la lengua, hacer muecas… Sigue madurando su sistema sensorial, se pueden observar respuestas como una erección al chuparse el dedo. Es el límite inferior de supervivencia fuera del útero. Algunos de estos grandes prematuros pueden sobrevivir, aunque en ocasiones con secuelas. Tiene pelo, cejas, pestañas… Sus funciones vitales ya funcionan prácticamente como lo harán al nacer: traga líquido amniótico, con lo que sus riñones lo filtran y orina, siendo el líquido amniótico en gran porcentaje orina fetal. Las células que desprende y flotan en ese líquido, junto al lanugo que va tragando, las va digiriendo, y junto a los fluidos de la vesícula biliar, a lo largo del resto del embarazo, irán formando una papilla densa que rellena todo el intestino llamada meconio que la que eliminará con sus deposiciones los dos o tres primeros días de vida. Llegará a medir unos 30 cm y a pesar unos 800 g.
- Séptimo mes: más crecimiento, más madurez. Empezamos el tercer y último trimestre del embarazo. Es cuando empieza a acumular más grasa en su tejido subcutáneo y sus huesos aumentan en densidad y consistencia. Al final de este periodo mide unos 35 cm y pesa 1200 g, también la mayoría de ellos se colocan con la cabeza en la pelvis materna y ya se mantendrán así hasta el parto.
- Octavo mes: se completa prácticamente la madurez de todos los órganos, el último en hacerlo es el pulmón, pero por ejemplo el intestino ya no tendría problemas para digerir alimento, y cada uno de sus sentidos se podrían amoldar sin problemas a la vida fuera del útero. Empieza a entrenar su musculatura respiratoria haciendo contracciones del diafragma que a menudo se descoordinan y provocan hipo. En este mes acumula mucha grasa corporal y su sistema músculoesquelético se incrementa aumentando un kg en este mes, de manera que ya alcanza los 2.200 g y los 40-44 cm al final del octavo mes.
- Noveno mes: periodo final, en el que se completa todo el desarrollo con la síntesis de unas sustancias químicas en el pulmón que le permitirán la delicada tarea de extraer el oxígeno del aire y difundirlo a la sangre, trabajo que hasta que nazca lo está haciendo la madre por él. Los movimientos son más dificultosos y se puede adivinar su anatomía por la forma que tiene el abdomen materno. Alterna periodos de actividad y de reposo de unos 30-40 minutos a lo largo de todo el día. La cabeza se va colocando más profundamente en el interior de la pelvis, crecen las uñas, se va preparando para el parto, que será inminente. Llegará a medir 50 cm y pesará 3.200 g de media a término.
En algún momento, durante este tramo final del embarazo se desencadena el parto. Una glándula materna empieza a segregar pulsos de oxitocina y se empiezan a producir contracciones uterinas rítmicas que irán empujando progresivamente al feto a lo largo del canal del parto. Es capaz de percibir esa oxitocina y adrenalina maternas y prepararse para el nacimiento. Tras el trabajo de parto el feto está avisado de que va a salir y se culmina la maduración del pulmón para que inmediatamente se ponga a respirar cuando sale… Así es, ¡todo está previsto!
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