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Cuándo Debe Practicarse un Legrado Uterino

Consulta de Ginecología

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El legrado uterino también se puede llamar raspado uterino y es una intervención quirúrgica ginecológica que se realiza para estudiar la parte más interna del útero el endometrio o bien evacuar tejidos de dentro del útero.

Podemos dividir los legrados en dos tipos básicos: el ginecológico y el obstétrico. El ginecológico suele ser para estudiar tejido del interior del útero en casos de menstruaciones irregulares o sangrados después de la menopausia, y el obstétrico se realiza en casos de abortos diferidos o incompletos o bien después de un parto.
Podemos dividir los legrados en dos tipos básicos: el ginecológico y el obstétrico.

 Indicaciones de un legrado uterino ginecológico

  •         Reglas abundantes o sangrado menstrual anormal entre reglas. Con el legrado se consigue tejido endometrial para su estudio y posterior tratamiento de las irregularidades.
  •         Sospecha de pólipo endometrial. En la ecografía puede haberse observado una imagen compatible con un pólipo endometrial que se extirpa con un legrado y se remite para su estudio.
  •         Sangrados después de la menopausia que requieren estudio del endometrio para descartar procesos malignos en este tejido.

 Indicaciones de un legrado obstétrico

  •         Aborto diferido: es decir, la embarazada no tiene sangrado o bien es escaso y en la ecografía se constata una gestación no evolutiva, es decir que el embrión ha dejado de latir o bien no ha crecido embrión dentro del saco gestacional (huevo huero)
  •         Aborto en curso: la gestante acude por sangrado abundante y en la exploración se constata que el tejido gestacional está siendo expulsado, puede ser que esté ya en el cuello del útero a punto de ser expulsado.
  •         Aborto incompleto: la gestante ha tenido sangrado abundante y ha expulsado el saco gestacional y el embrión si lo había, pero no todo el tejido gestacional de la placenta… y el riesgo de sangrado y de infección es alto.
  •         Aborto voluntario: la gestante decide interrumpir una gestación de curso normal antes de las 12 semanas.
  •         Sangrado postparto o postcesárea: en algunos casos después de un parto o una cesárea el sangrado del útero es superior al deseado y la paciente corre peligro de perder un volumen demasiado alto de sangre por lo que se realiza un legrado, se extrae todo el tejido que quede en el interior y el útero suele contraerse mejor y dejar de sangrar.
  •         Retención total o parcial de la placenta: en algunas ocasiones en el momento del parto o bien en la visita del postparto se observa una parte de la placenta que no ha sido expulsada del todo y produce sangrados intermitentes que no cesan por lo que se realiza un legrado y se extraen los restos de dentro del útero.

 ¿Cómo se realiza un legrado?

Es una intervención que generalmente se realiza bajo anestesia general por lo que la paciente debe estar en ayunas de al menos ocho horas. El primer paso es la dilatación del cuello uterino y para ello en ocasiones se administra una medicación vía vaginal que favorece este paso. Se coloca una pinza en el cuello de la matriz para traccionar y se introducen unos dilatadores (que son como unas varillas) por el cuello, al principio más delgados y progresivamente más gruesos. Una vez conseguida la dilatación deseada se introduce una cureta que es un instrumento quirúrgico en forma de cuchara hueca que rasca por su borde de forma que se rasca contra las paredes uterinas y se consigue el material deseado para el estudio.

Una vez finalizada la intervención la paciente pasa a una sala de control postquirúrgico en que se monitorizarán sus constantes vitales, las pérdidas de sangre y el dolor que se pueda tener.  Se administra medicación para las molestias si son necesarias y una vez está controlada y se considera que está en condiciones de volver a su domicilio se le da el alta.

 Posibles complicaciones de un legrado

  •         Reacciones alérgicas a la medicación.
  •         Infecciones por la intervención en una cavidad estéril.
  •         Hemorragia o sangrado excesivo.
  •         Perforación uterina: el proceso de dilatación del cuello uterino se realiza forzando el orificio interno del cuello de la matriz y cuando está muy rígido y cerrado puede producirse daño en el tejido adyacente o bien perforación del fondo del útero por la fuerza empleada. El tratamiento de esta complicación generalmente es médico y precisa sólo de la administración de medicación que ayuda a contraer el útero.
  •         Síndrome de Asherman: cicatrices dentro de la cavidad uterina que producirán adherencias entre la cara anterior y posterior de la cavidad.

 Cuidados a domicilio tras un legrado

Puede ser que tenga algo de malestar abdominal y dolor como de regla. No debería ser un dolor mayor que el de una regla. Si produce un dolor a nivel de todo el abdomen debería acudir a su médico o bien a urgencias.

Si han indicado tratamiento antibiótico se debe completar toda la duración indicada. En caso de fiebre deberíamos contactar con el médico o acudir a urgencias.

No se debe introducir nada en la vagina durante al menos dos semanas, como tampones, realizar duchas vaginales ni tener relaciones sexuales. Se deben evitar también los baños (que no duchas) estas dos semanas, ni bañera, ni piscina ni mar.