¿Qué podemos decir de este antibiótico que no hayas oído? Una buena opción sería hacer una descripción de su perfil para que lo conozcas con detalle, de forma que sepas, a ciencia cierta, de qué hablamos.
Técnicamente se trata de un antibiótico beta-lactámico del grupo de las aminopenicilinas. Coloquialmente es un derivado de la penicilina (concretamente una penicilina semisintética) llamado de amplio espectro por ser activo frente a un gran número de cocos y bacilos, tanto aerobios como anaerobios. Está indicado y suele ser de elección en infecciones leves y moderadas del tracto respiratorio. Tengamos presente que existen infecciones causadas por microorganismos mixtos que precisan la combinación de más de un antibiótico para ser erradicadas por lo que, en algunos casos, la amoxicilina debe asociarse a otro antibiótico complementario.Uso y abuso de antibióticos
El desarrollo de resistencia frente a algunas infecciones le ha hecho perder protagonismo como tratamiento de primera elección. Asimismo, se han descrito múltiples casos de abuso de tratamiento con amoxicilina que han contribuido a aumentar dicha resistencia. En este aspecto quiero recordar que no puede ser dispensado en la farmacia sin la prescripción médica del facultativo. Es imprescindible que tu médico sea conocedor de las infecciones en las que has precisado antibiótico, así como de las dosis y los días de tratamiento que has realizado. Me explico: cuando una infección requiere antibioticoterapia en reiteradas ocasiones es posible que sea preciso un tratamiento más agresivo para erradicar el foco. Sería el caso de una amigdalitis pultácea de repetición cuyo tratamiento definitivo pudiera ser la amigdalectomía o extracción de amígdalas, en función del número de episodios anuales.
Existen muy diferentes presentaciones comerciales de amoxicilina: jarabe, sobre, comprimido, cápsula y vial endovenoso. ¡Ojo, no debe abrirse la cápsula! Si tienes dificultad para ingerirla elige otra presentación teniendo en cuenta la dosis que se te ha recomendado.
La amoxicilina se usa muy frecuentemente combinada con otro antibiótico: el ácido clavulánico, que pertenece a una clase de medicamentos llamados inhibidores de beta-lactamasa cuyo efecto potencia la acción de la amoxicilina.
Una premisa a tener en cuenta es que los antibióticos no tienen ningún efecto sobre las infecciones víricas, por tanto, no estarán nunca indicados en cuadros gripales o resfriados banales, por ejemplo.
En nuestra consulta indicamos un tratamiento con amoxicilina en infecciones respiratorias y de oído leves y moderadas (amigdalitis, otitis media, sinusitis, bronquitis aguda y neumonías bacterianas) así como en infecciones genitourinarias no complicadas, en algunas infecciones de piel y en infecciones dentales, fundamentalmente.
No podemos obviar su indicación en el tratamiento erradicador de Helicobacter pylori por tratarse del tratamiento de elección. Forma parte de la llamada terapia triple y se asocia con omeprazol para combatir esta infección gástrica.
La dosis recomendada va a depender del peso de la persona, de su perfil médico (en caso de insuficiencia renal puede precisar un ajuste de dosis) y de la infección a tratar.
La duración del tratamiento se debe determinar por el tipo de infección y la respuesta del paciente y deberá ser, en general, lo más corta posible.
La absorción de la amoxicilina no se ve afectada por los alimentos, por tanto, podemos seguir estrictamente el horario sin tener en cuenta las ingestas.
Como sabes, en caso de alergia a la Penicilina deben emplearse otros antibióticos alternativos dado que la amoxicilina no podría prescribirse. Quiero darte una información adicional al respecto ya que muchos pacientes alérgicos a la penicilina son también alérgicos a otro tipo de antibióticos llamados cefalosporinas, por tanto, precaución también con este otro grupo de antibióticos en caso de alergia a la penicilina. Asimismo, debemos tener precaución en las interacciones con otros fármacos que puedas tomar, adviértelo siempre.
Como cualquier otro antibiótico, no está exento de efectos adversos. Los más frecuentemente asociados son la diarrea, las náuseas y la erupción cutánea.
Ante cualquier duda consúltanos. En principio el tratamiento debe suspenderse inmediatamente si aparece diarrea intensa con náuseas, vómitos, fiebre y/o calambres abdominales, reacción anafiláctica, erupción exantemática extensa o crisis convulsivas.
Debemos tener especial precaución en aquellos pacientes afectos de enfermedad intestinal dado que pueden empeorar sus síntomas intestinales.
La amoxicilina está catalogada como categoría B de la FDA (Food and Drug Administration, es la agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, aparatos médicos, productos biológicos, etc). En esta categoría se incluyen los fármacos sobre los que no existe evidencia de riesgo fetal y, por ello, su uso se acepta, generalmente, durante el embarazo y la lactancia. Obviamente, las penicilinas sólo se usan en el embarazo cuando los beneficios potenciales superen los posibles riesgos asociados al tratamiento y siempre bajo supervisión médica.
Respecto a la lactancia, la Academia Americana de Pediatría lo considera compatible, aunque se recomienda precaución, dado que se excreta por la leche materna en pequeñas cantidades. Así, sólo se debe administrar amoxicilina durante la lactancia tras haberse evaluado el beneficio/riesgo por parte del médico.
Te he expuesto el perfil de la amoxicilina. Confío que te haya aportado información que puedas recordar en caso de dudas. Por favor, consulta con tu médico si te surge alguna otra inquietud.