Aunque tanto el diagnóstico como el tratamiento de las candidiasis son generalmente sencillos, es su sintomatología lo que más suele incomodar a las mujeres. Muchas suelen venir a la consulta por picores, cambios en el flujo… y quieren soluciones. Veamos por qué se produce esta infección y qué se puede hacer para resolverla.
La candidiasis es una vaginitis infecciosa, una inflamación de la mucosa de la vagina, producida por una levadura del género de la cándida. La más frecuentemente implicada en esta dolencia es la Cándida Albicans, en el 85% de los casos. La segunda más común es la Cándida Glabatra y la tercera, la Cándida Tropicalis. Se trata de una dolencia leve, que prácticamente se presenta en todas las mujeres en algún momento de la vida.
Lo primero es saber cómo y por qué puede aparecer esta infección vaginal que sucede cuando los microorganismos habituales que se encuentran en la vagina se desequilibran. Es habitual que se produzca cuando se han tomado antibióticos un tiempo largo, pues en ese caso la flora se debilita y la vagina es colonizada por los hongos. También cuando hay mucha humedad en la zona genital. Por ejemplo:
El síntoma que más frecuentemente se sufre en este tipo de infección es el aumento en la secreción vaginal: es de aspecto blanquecino, muy espeso, de consistencia y apariencia similar al yogur. Además, puede que tenga incluso grumos y oler mal.
Notaremos picor intenso en la zona de los labios mayores y también en la entrada de la vagina e incluso dentro de la vagina. Igual tienes dolor durante las relaciones sexuales y durante la micción. A veces también se puede notar escozor en la parte más exterior.
El picor intenso provoca el rascado frecuente y puede que algo fuerte, lo que puede llegar a provocar pequeñas heridas en la vulva y en el periné.
Al explorar la vagina por dentro la mucosa estará inflamada y eritematosa, y con alguna zona más blanca que se desprende al tocarla.
Aunque la infección por cándida no se considera una enfermedad de transmisión sexual sí es muy frecuente que, en los miembros de una pareja, si no se trata la infección primero la padezca uno y luego aparezcan los mismos síntomas en el otro miembro.
Lo primero, si sabemos o sospechamos que podemos tener una infección vaginal es evitar el contacto sexual para no infectar a nuestra pareja. Por lo menos, hasta que los síntomas pasen o hasta que el médico nos confirme que la infección esta curada. Lo mejor es evitar las relaciones y que la pareja se explore. Si tiene síntomas parecidos deberá consultar con su médico y que le ponga tratamiento si es preciso. Alrededor de un 15% de los varones tiene molestias en el pene si su pareja tiene candidiasis.