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Cómo Prevenir y Tratar la Pubalgia

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También conocida como “osteopatía dinámica de pubis” o “entesitis pubiana”, la pubalgia es la denominación genérica de una serie de lesiones que afectan a diferentes grupos musculares de la zona inguinal y que manifiestan con dolor en el pubis. Una de las más frecuentes es la pubalgia del deportista.
La pubalgia se caracteriza por un dolor difuso en la zona del pubis, predominantemente unilateral, que va aumentado progresivamente de intensidad en el trascurso del tiempo, pudiendo durar semanas o meses.

¿Qué es?

La palabra pubalgia significa dolor en el pubis, hueso que en los mamíferos adultos se une al ilion y al isquion para formar este hueso.

Se caracteriza por un dolor difuso en la zona del pubis, predominantemente unilateral (en un solo lado), que va aumentado progresivamente de intensidad en el trascurso del tiempo, pudiendo durar semanas o meses.  La peculiaridad del dolor es que tiene altibajos y esto hace dudar al que lo sufre. Esta es la razón por la que no se suele acudir al médico hasta transcurridos varios meses desde el inicio del dolor. Pero cuanto más tiempo pasa, los picos de dolor son más agudos y más próximos en el tiempo.

Normalmente, primero se presenta al realizar actividades deportivas y posteriormente se asevera y se presenta en la realización de las actividades normales de la vida diaria, como levantarse de la cama o al bajarse del coche.  

Causas

Hay una serie de factores que inciden en el desencadenamiento de una patología púbica:

  • Factores internos:
  • Acortamiento de los miembros inferiores
  • Displasia de cadera (también conocida como luxación de cadera)
  • Hiperlordosis lumbar (aumento excesivo de la curvatura lumbar)
  • Espondilosis (nombre genérico de las enfermedades o afecciones degenerativas de la columna vertebral)
  • Deficiencias de la pared abdominal
  • Factores externos:
  • Mala técnica deportiva
  • Mala calidad del terreno deportivo (resbaladizo o pesado)
  • Sobreentrenamiento
  • Mala programación del entrenamiento

Enfermedad “ocupacional”

La pubalgia es una enfermedad ocupacional, que se presenta principalmente en actividades físicas en las que se llevan a cabo movimientos repetitivos que se acompañan por aceleraciones y desaceleraciones con cambios bruscos en la dirección del movimiento, viéndose agravada cuando existen condiciones como el sobre entrenamiento.

Esto comporta que la sufran los futbolistas (50% de los casos), seguidos de atletas, corredores de larga distancia, jugadores de rugby, ciclistas y levantadores de peso.  

Su incidencia es mayor en los varones principalmente, ya que las actividades que suelen desencadenarla son llevadas a cabo más por hombres que por mujeres. Las diferencias morfológicas entre sexos no son influyentes en el desarrollo de la misma.

La pubalgia se relaciona con problemas de los músculos abdominales. Si bien existe tensión y tracción del pubis por los músculos aductores del muslo, una de las principales alteraciones que llevan al desarrollo de pubalgia es la debilidad de los músculos rectos abdominales, lo que lleva a que se produzca una alteración en la estabilización de la pelvis, que depende del equilibrio entre los aductores del muslo y los músculos rectos del abdomen.

Este desequilibrio muscular genera sobrecarga mecánica que origina una tendinitis que puede afectar a los aductores, a los rectos del abdomen o a ambos grupos musculares.

Tratamiento

El tratamiento irá enfocado a buscar que los picos de dolor sean menos intensos y a la vez más espaciados entre ellos. Tras diagnosticar la lesión, se plantea primero un tratamiento conservador basado en:

  • Si el facultativo así lo prescribe, se iniciará un tratamiento farmacológico con efectos analgésico y antiinflamatorio para controlar la inflamación y el dolor.
  • El cese o disminución de la actividad deportiva.
  • Simultáneamente es recomendable y/o necesario iniciar un programa de fisioterapia que permita tratar la tendinitis y restablecer la estabilidad de la pelvis. En primer lugar, se realizará una valoración a nivel pélvico para saber si existen déficits de fuerza muscular. Constará por lo general de los siguientes ejercicios:
    • Movilidad pasiva
    • Movilidad activa sin dolor
    • Trabajo isométrico de aductores, abductores, recto anterior abdomen y oblicuos
    • Crioterapia  tras la sesión de fisioterapia.

En los casos en que la pubalgia se vuelva recurrente, puede ser necesario suspender la práctica deportiva asociada con esta condición, e incluso tener que recurrir a la cirugía como tratamiento si el conservador no es eficaz ni se observa ningún tipo de mejora.

Prevención

Como en cualquier otro tipo de lesiones, el objetivo es prevenirla con un buen calentamiento previo a la actividad física a realizar y evitando aquellos movimientos o gestos mal ejecutados que puedan llevarnos a lesionarnos.

Reforzar la musculatura estabilizadora de la cadera, que será valorada anteriormente por el fisioterapeuta para determinar las posibles alteraciones entre agonistas y antagonistas.

Dosificación de las cargas de trabajo. Cuando notemos molestias, parar y si es posible intentar descansar. El descanso es uno de los mejores recuperadores.